Gabriela Bravo destituye a la gerente de la Ciudad de la Justicia de València y nombra a Sofía Parrilla

VALÈNCIA. La consellera de Justicia Gabriela Bravo ha destituido a la que hasta ahora era la gerente de la Ciudad de la Justicia Helena Agustí. Según han confirmado fuentes de la propia conselleria, Agustí ha sido sustituida en el cargo por Sofía Parrilla Galdón. Helena Agustí es la última gerente en ser cesada por Bravo quien, en menos de siete años al frente de la conselleria, ha puesto y quitado a David Sevilla, José Juan Tomás, Silvia Cremades, Miguel Furió y ahora Helena Agustí.

Valencia Plaza ha preguntado cuáles han sido los motivos por los que la consellera ha decidido cesar a Agustí en el cargo, desde la conselleria dicen que Agustí "tenía una comisión de servicio que ahora ha terminado" y que, la nueva incorporación "tiene un perfil más ajustado al cargo técnico que supone la gerencia de la Ciudad de la Justicia". La nueva gerente Sofía Parrilla hasta ahora era letrada de la Administración de Justicia en el Juzgado de Primera Instancia e instrucción número 1 de Massamagrell.

Gerencia polémica

El tiempo al frente de la gerencia de Helena Agustí ha estado marcado por la polémica, ya que era ella la que dirigía el edificio en 2019 cuando un hombre tuvo un infarto en la puerta de un juzgado y no se le pudo desfibrilar porque, el desfibrilador que había en la Ciudad de la Justicia no tenía batería y el material médico que acompaña el aparato estaba caducado, tal y como publicó en exclusiva Valencia Plaza.  Es más, la conselleria sabía que el material estaba caducado porque el anterior gerente, Miguel Furió, dio traslado del problema antes de ser cesado por Bravo.

En las fotografías que realizó la persona que denunció en mayo de 2018 al gerente de la Ciudad de la Justicia, Miguel Furió, que el desfibrilador no funcionaba, hay varias de las pegatinas de la fecha de caducidad de los electrodos. En ellas se ve perfectamente la fecha: 27-02-2018. Las que aparecen en la imagen son las de los electrodos pediátricos, que no se llegaron a utilizar el día del infarto.