VALÈNCIA. Las movilidades del Programa Erasmus Estudios outgoing en Valencia -estudiantes universitarios que se van al extranjero- han disminuido un 21,9%, en comparación al año anterior, si englobamos al alumnado tanto de la Universitat de València como de la Universitat Politècnica y la Universidad Católica. Todo ello, a causa de la incertidumbre que origina la covid-19 acerca de las condiciones educativas y sanitarias para el curso 2020-21.
El programa, iniciado hace más de 30 años por la Unión Europea y que permite realizar una estancia en otras facultades pertenecientes a un país partícipe de Erasmus+, estableció los listados de adjudicaciones y destinos meses antes de la declaración del estado de alarma en España por la pandemia. No obstante, debido a la situación actual de rebrotes, varios alumnos y alumnas han optado por cancelar su viaje, algunos a la espera de poder ir en el año académico 2021-22.
De esta forma, tal y como informan los centros universitarios a Valencia Plaza, en la Universitat de València en concreto han mermado un 15,17% las movilidades al pasar de 1.650 estudiantes confirmados para el curso pasado a 1.367 para el que viene, donde 1.066 se incorporarán en septiembre.
La UPV, por su parte, presenta una reducción del 25%, ya que hay previstas unas 800 movilidades aproximadamente entre ambos semestres del curso 2020-21, a diferencia de los 1.068 alumnos enviados el pasado año tanto a Europa como fuera de ella. En este caso, la mayoría se desarrollarán dentro del continente europeo, pues hay un par de estudiantes con plaza en Taiwán y Uruguay que, por restricciones de vuelos, es muy poco probable que puedan irse.
Por lo que respecta a universidades privadas, la Universidad Católica de Valencia enviará este año a 269 estudiantes a realizar el Erasmus de manera presencial en septiembre cuando, otros años, han llevado a una media de 400, lo que supone una disminución de las solicitudes en un 32,75%. Una novedad del centro es que hay 13 alumnos que van a realizar una movilidad virtual en una universidad socia, de manera que accedan a otro sistema de enseñanza e interactúen con estudiantes de otros países sin salir de casa. Asimismo, han cancelado las movilidades fuera de Europa para el primer semestre.
A todos los alumnos que desean realizar la movilidad, las universidades les recomiendan irse en el segundo cuatrimestre si, durante el primero, el país de destino cuenta con una docencia 100% virtual, no reúne condiciones sanitarias adecuadas o presenta restricciones severas de movilidad o confinamiento. De igual modo, hay universidades que han cancelado su movilidad para el primer cuatrimestre como, por ejemplo, la Universidad de Trieste en Italia, país más popular entre los estudiantes españoles.
Según el Informe anual de Erasmus+ 2018 de la Comisión Europea, España se sitúa como el primer país partícipe del programa Erasmus+ con más estudiantes incoming -que vienen del extranjero- con aproximadamente 50.000. Dentro del país, lidera el número de movilidades la Universidad de Granada, seguida de la Universidad Complutense de Madrid y la Universitat de València.
Al igual que los estudiantes outgoing, los que desean venir a Valencia desde otros países -los incoming- se han reducido un 30,8% entre las dos universidades públicas de la provincia, a causa de la situación de pandemia e incertidumbre futura.
En consecuencia, la Universitat de València ha disminuido sus estudiantes de Erasmus incoming confirmados en un 16,4% -de 2.292 del curso pasado a 1.917-, mientras que la Politècnica lo ha hecho en un 58%, al esperar unos 500 alumnos y no los aproximadamente 1.200 del año académico 2019-20.
En cuanto a la Universidad Católica de Valencia, esta presenta para este curso unos 150 admitidos en el primer semestre con cancelaciones sobre todo en las movilidades incoming de los de fuera de Europa.
En general, los centros no cuentan con estudiantes de fuera de Europa por restricciones de viajes a países no comunitarios o retrasos con visado. Además, la UPV trasladó en junio a los interesados el mensaje de que mejor que viniesen en febrero, si era posible.
Según valoraciones de estudiantes de diversos grados universitarios de la Universitat de València a Valencia Plaza, se observan opiniones diversas acerca de si seguir adelante o no con la movilidad para el curso 2020-21.
Entre los que no la han cancelado se encuentra Celia Martínez, estudiante de 2º de Periodismo con destino a Polonia, quien afirma que su decisión se debe a que es una "oportunidad única" de alojarse en el extranjero unos meses. "He tenido mis momentos de agobio por la situación y, aunque sé que no la voy a experimentar de forma normal, he pensado en vivirla de la mejor manera posible con las limitaciones existentes", matiza.
De la misma manera, Balma Mateu, también estudiante de 2º de Periodismo, expresa que su deseo de continuar con su movilidad a Bélgica no ha tenido "ninguna duda", ya que "vale la pena" adaptarse a las circunstancias al tratarse de una experiencia que solo se puede adquirir durante estos años.
A su vez, ambas emplean internet para informarse del desarrollo de la pandemia en su país de destino, lo que a Celia, por ejemplo, le causa tranquilidad al observar que en su ciudad elegida hay pocos casos confirmados. No obstante, a Balma le ocasiona inquietud por la probabilidad de que Bélgica sume a sus prohibiciones de viaje a Valencia por los rebrotes, pues ya lo ha hecho con Navarra, Aragón, Barcelona y Lleida.
Por otro lado, entre las que sí lo han cancelado está Victoria Alamar, estudiante de 2º de Psicología, puesto que, a causa de la crisis sanitaria, su experiencia en Polonia iba a ser con limitaciones y con pocas probabilidades de viajar a los países cercanos. Todo ello, con el gasto añadido de una residencia privada que hacía el viaje mucho más caro sin la garantía de poder ser como años anteriores. "Me apetece viajar y sé que con las restricciones no va a ser igual, por lo que prefiero esperarme mejor a otro año", concluye.