El mueble se resigna a un año sin certAmen ante el riesgo de enfrentarse a pabellones vacios

Feria Valencia cancela Hábitat

23/06/2020 - 

VALÈNCIA. No pudo ser. Feria Valencia y el sector del mueble renuncian a organizar Feria Hábitat en septiembre. Las enormes incertidumbres que aún persisten sobre el éxito del certamen por la imprevisible evolución de la alerta sanitaria de aquí a septiembre han pesado más que el esfuerzo de los últimos meses por sacar adelante la cita en las fechas previstas. Las dificultades que atraviesan algunos fabricantes, con las exportaciones cayendo a plomo, y el riesgo de enfrentarse a pabellones desiertos han acabado de convencer al recinto y los expositores de que lo más sensato es comenzar a planificar ya la edición de septiembre de 2021.

La decisión definitiva se tomó a finales de la semana pasada. La asociación de exportadores Anieme, los responsables del certamen y la propia Conselleria de Economía han tratado de crear las condiciones sobre seguridad sanitaria y aforos permitidos para generar confianza en el expositor y el visitante, pero llegado el momento decisivo las dudas del sector sobre las garantías de éxito han pesado más.

La decisión, de hecho, llega precedida del mal dato de las ventas al exterior del primer cuatrimestre por la Covid-19. Tras un enero y febrero de récord, las ventas hasta marzo ya reflejaron una caída del 7% y en el acumulado hasta abril el desplome camina ya por el 21%. Una losa demasiado pesada para poder remontar en lo que queda de año debido a la incertidumbre que aún persiste en el horizonte.

EL CORONAVIRUS HA OBLIGADO A CANCELAR MILÁN Y EL RESTO DE GRANDES CERTÁMENES DEL MUEBLE EN 2020

Al margen de los recientes reconfinamientos de los por los rebrotes en Shanghai o la región alemana de Gütersloch, las cancelaciones de certámenes feriales en todo el mundo se suceden en cascada. Desde la sonada anulación del Salone del Mobile de Milano, que meses atrás ya tomó la determinación de centrarse en 2021 tras intentar sin éxito reprogramar en junio de este año, hasta la reciente caída de la parisina Maison&Object esta misma semana.

"Aún no me puedo creer que vayamos a vivir un septiembre sin Hábitat, pero sería insoportable una feria con los pasillos vacíos después del esfuerzo por la remontada que hemos hecho en las últimas ediciones", asegura Amparo Bertomeu. La presidenta de Anieme destaca el esfuerzo de la administración y del recinto por crear las condiciones de seguridad, pero la otra gran premisa que se marcó el sector, la de seguir adelante solo con unas mínimas garantías de éxito, no se ha dado. "O se hace una gran feria con todas las garantías para que la industria nacional tenga el escaparate que merece, o es mejor no hacerla. Los expositores lo han agradecido, va a ser un año de transición", añade.

A su juicio, ni Feria Valencia ni el sector podían permitirse ir a menos en comparación con las últimas ediciones. "Los clientes no iban a venir. Era muy complicado. No ha sido posible", admite la empresaria, quien recuerda que los diez principales mercados para la exportación del mueble español han caído en el primer cuatrimestre por la crisis de la Covid-19.

Hábitat, recuerda, ha pasado de tener todo el espacio vendido en marzo con una previsión de ocupación de 80.000 metros cuadrados a cancelarla con resignación porque no podrá aprovechar la oportunidad de ser la única gran feria de su sector celebrada este año. "Los empresarios han sido muy prudentes, pero no se puede hacer una feria como esta sin clientes", asegura Amparo Bertomeu.

Un evento alternativo sin nombre ni formato definido

Con todo, Feria Valencia prepara una alternativa para dar salida a parte de la oferta que habitualmente se muestra en Hábitat. Será un evento –se quiere huir de la denominación de feria– muy enfocado al mercado nacional y con una baja demanda de inversión, pero con mucho contenido para prescriptores e influencers.

La propuesta parte de las propias empresas, que consideran que no se dan las circunstancias de organizar una feria al uso con elevadas inversiones y para la que el mercado no está preparado, porque sin previsión de pedidos no se rentabiliza la presencia en la feria.

El plan es poder celebrar este evento en noviembre, con tiempo para que los expositores pudieran preparar sus nuevas colecciones y, sobre todo, exponer todo lo relacionado con el diseño de nuevos espacios adaptados a la Covid. El producto primará pues por encima del stand, así como la facilidad de acceso o la calidad de la oferta, y habrá una vertiente virtual.

Los espacios de exposición ofertados serán de 138 metros cuadrados como máximo para intentar adaptarse a lo que ahora necesita el fabricante, de manera que Feria Valencia pueda seguir siendo su herramienta incluso en estas circunstancias. La superficie total aún está por definir.

Un quebranto para el recinto y para la ciudad

Aunque Feria Valencia ya puede operar con un 75% de su aforo y dispone de un exhaustivo protocolo de seguridad, la cancelación de Hábitat supone un revés que le provocará un sustancial quebranto económico. De hecho, antes de confirmarse esta anulación, sus gestores ya preveían una merma de ingresos de casi 6 millones de euros este año.

La renuncia a la feria del mueble, que aporta alrededor de 2 millones de euros a los ingresos anuales del recinto, aumentará ese agujero y le hará entrar en pérdidas este año, por lo que es más que probable que la Generalitat tenga que realizar alguna aportación extraordinaria para mantener su tesorería y poder acabar el año.

El impacto sobre la economía local tampoco será despreciable, dada la cantidad de sectores auxiliares que arrastra la celebración de una feria de la dimensión de Hábitat. 

Según el Ivie, certámenes como el del mueble o Cevisama contribuyen de manera relevante a ese impacto, que se sitúa en el 0,5% del PIB y el 0,6% del empleo de la Comunitat. Feria Valencia, según un estudio de este organismo, induce una facturación anual en la Comunitat de 1.200 millones entre la propia actividad del recinto (40,4 millones), el gasto de los visitantes (58,9 millones), el de los expositores (71,9 millones), y el negocio inducido a los expositores por acudir a feria, que supera los 1.030 millones de euros.

El primero de los certámenes previstos desde la salida del estado de alarma es la Feria del Vehículo de Ocasión, prevista del 10 al 12 de julio y sobre la que los gestores del recinto mantienen buenas expectativas.

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