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entrevista a diego maciá, director general de industria

"Estamos pasando de una política industrial inexistente a otra de bisturí"

28/05/2017 - 

VALÈNCIA. La llegada de Diego Maciá fue una de las principales novedades en los ajustes que el Consell realizó tras el primer año de legislatura, unos cambios con los que se buscaba solucionar los problemas internos provocados por el mestizaje en la Conselleria de Economía Sostenible. Su nombramiento como director general de Industria permitía al PSPV recuperar la competencias sobre un área estratégica para el Govern del Botànic, si bien Compromís se reservó el control sobre el Ivace.

El exalcalde de Elche asumió la tarea consciente de que el punto de partida era "muy negativo" porque la política industrial de los gobiernos anteriores fue "inexistente", pero con el convencimiento de que la industria puede recuperar el peso que tuvo en el pasado. Según los agentes sociales, su llegada ha servido para cambiar el ritmo de la política industrial e impulsar cuestiones que estaban estancadas como la Ley de Áreas Empresariales, que ya está en su última fase. Su próximo objetivo es impulsar un plan estratégico que, lejos de ofrecer recetas generales, se adaptará a las necesidades de cada sector y de cada territorio.

–En pocas semanas se cumple su primer año en el cargo, ¿qué balance realiza?

–Está siendo una experiencia importante porque este área tiene que ver con el crecimiento económico, la creación de empleo y por tanto con el bienestar general. Por lo tanto eso es lo que me mueve a intentar cumplir con la obligación que genera esta responsabilidad. Partimos de una situación compleja, en la salida de una crisis y con una financiación manifiestamente mejorable que nos resta capacidad de influir con nuestros proyectos. En este contexto de limitación económica es más importante acertar en las prioridades y coordinar mejor las acciones.
El objetivo del Consell es cambiar el modelo económico y aportar por la reindustrialización, que la industria vuelva a tener el peso que tradicionalmente ha tenido. El punto de partida era muy negativo, la ausencia de política industrial en la Comunitat era manifiesta porque había quien decía que la mejor política industrial era la que no existía. Motiva ver que se pueden implementar acciones que a medio plazo van a resultar positivas. Y no todas dependen de nosotros; la Agencia Valenciana de la Innovación o el funcionamiento del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para que sea un banco de promoción con ayudas para la industria, unido a las acciones que estamos tomando en la Conselleria de Economía son un conjunto de acciones que van todas hacia el mismo objetivo y que esperamos que vayan dando resultado poco a poco.

–El último Observatorio de la Industria del Colegio de Ingenieros indica que casi la mitad de los ingenieros industriales valencianos cree que la políticas industrial es mala o muy mala, ¿cómo acoge este resultado tan negativo?

–No quiero cuestionar la muestra, pero hay que saber de lo que estamos hablando y qué periodo se está evaluando. En cualquier caso, cuando me presentaron los resultados dije que coincido en que hay que cambiar la política industrial y hay mucho por hacer. He intentado exponer nuestras coincidencias en que el problema del tamaño de las empresas dificulta buscar financiación o internacionalizarse. Para mí esta valoración es un incentivo más para poder invertir esa tendencia en la próxima encuesta.
Las demandas que se plantean son muy coincidentes con las iniciativas que ya hemos tomado. En el Observatorio de la Industria estamos elaborando un Plan Estratégico de la Industria, que tendremos en junio. Lo estamos haciendo con los sectores, desde la Universidad Politécnica a los Institutos Tecnológicos o las asociaciones empresariales y los sindicatos. Por eso creo que no es casualidad que las acciones que ya estamos poniendo en marcha haya coincidencia en cuál es el camino a seguir. En julio presentaremos el plan de acciones sectorial y después del verano lo someteremos a una nueva fase de contraste con ellos. Y la implantación habrá que consensuarla con los propios sectores. Eso va a marcar la hoja de ruta del que es nuestro principal objetivo; creemos que podemos alcanzarlo porque los datos de los últimos años ya apuntan a un incremento del PIB industrial respecto a los otros sectores. Es posible acercarnos al peso que tradicionalmente ha tenido la industria en la economía de la Comunitat. Si queremos puestos de trabajo de calidad debemos apostar por la industria. La crisis nos ha enseñado que los países que no han dejado de apostar por ella han salido antes y las personas han sufrido menos. Estamos poniendo en marcha medidas, no solo desde la Dirección General de Industria, que habrá que evaluar en su momento.

–¿Qué puntos de ese plan estratégico están claros?

"la ganancia de competitividad ha de venir por la I+D+i y por la digitalización, pero no vía salarios"

–El líneas generales vemos que el sector está preocupado por la necesidad de digitalizarse y quiere que se facilite. Tenemos un problema generalizado en el pequeño tamaño de las empresas, pero vamos a ir trabajando sector a sector y comarca a comarca. No quiero quedarme en las generalidades de la I+D+i y la digitalización. El sector ya tiene asumido que la ganancia de competitividad ha de venir por ahí, no vía salarios. El análisis ha de ser pormenorizado porque no todos los sectores parten de la misma situación y las recetas no pueden ser uniformes. Plantearemos medidas concretas, con el bisturí. El sector del automóvil, por ejemplo, ya tiene una empresa tractora y gracias a ello tiene mucho camino recorrido en modernización.  

–Dicen de usted que su llegada ha desbloqueado muchas cuestiones pendientes que no salían, como la Ley de Áreas Empresariales... ¿Cómo encontró la dirección general?

–El trabajo que tenemos por delante, teniendo en cuenta el punto de partida, es ingente. El área económica estaba abandonada y por eso el Consell plantea la necesidad de cambiar el modelo. El turismo es fundamental para la Comunitat, pero la anterior política intentó proyectar una imagen de la Comunitat en el exterior con eventos de discutible rentabilidad, pero a costa de dejar todo por hacer. A ello se unió el boom inmobiliario y la búsqueda de beneficios rápidos. Todas las manos son pocas para enderezar esto porque tenemos muchos frentes: desde la poca atención pública que se les ha dado a los institutos tecnológicos, que han sido capaces de mantenerse sin ningún tipo de ayuda gracias a su capacidad y calidad.

–Habla de que estaba todo por hacer, pero en el primer año de la legislatura, antes de separación del Ivace y la Dirección General de Industria que usted gestiona, no se vieron avances claros...

–Los inicios son más costosos.

–El Ivace dejó sin ejecutar el 60% de su presupuesto de inversiones del año pasado, ¿no es muy poco?

–El año pasado, por un cambio de normativa precisamente del anterior Consell, hubo un problema que se tradujo en una tramitación absolutamente farragosa que ha consumido todo el tiempo. Simplemente por cambiar una normativa que permitiese sacar en tiempo, con periodos razonables para que las empresas pudieran presentarse, los incentivos y las ayudas. Puede parecer increíble, pero cumplir con todas las obligaciones ya nos llevaba un plazo superior al del ejercicio. Este año ya no ha ocurrido así; las convocatorias están saliendo y empezamos a resolver las subvenciones. Todo comienza a funcionar correctamente.

–La Ley de Áreas Empresariales fue una de las primeras promesas de Economía y sin embargo aún no ha salido, ¿se pecó de optimismo?

–Dar plazos en la administración... También hay que tener en cuenta que nosotros queremos buscar la participación del mayor número de asociaciones o colectivos relacionados con el asunto. La Ley de Áreas aún está en fase de mejora y el anteproyecto está prácticamente finalizado para que lo apruebe el Consell y vaya a Les Corts. Una ley requiere al menos un año de tramitación para que tenga consenso.

–Otra de las conclusiones más llamativas de la opinión de los ingenieros es que sólo el 5% considera que las actuales políticas energéticas en materia de renovables son buenas...

"Espero desbloquear pronto el plan eólico para establecer una normativa que permita la instalación de empresas con un proyecto"

–El problema es distinto. Yo quisiera tener las competencias en energía. Me refiero a que las competencias cuando por ejemplo hablamos de autoconsumo, están en el Ministerio, cuya normativa nos constriñe porque no está por el autoconsumo o por las renovables porque todo son trabas. Además, nosotros sufrimos una situación de partida en forma de losa que en su día tomó el Gobierno valenciano que tiene paralizado porque se adjudicó a empresas concretas la explotación de la energía eólica en zonas concretas; allí donde se daban condiciones para que la explotación fuera rentable sin primas, las empresas lo han desarrollado, pero en otras zonas no se ha hecho absolutamente nada en más de diez años. Es un proceso muy complejo que están haciendo muy complicada la resolución de esta situación administrativa con todas las garantías de esas zonas que se adjudicaron a empresas concretas que no han hecho absolutamente nada. Espero que pronto podamos desbloquear esta situación tan compleja desde el punto de vista administrativo y jurídico para prevenir complicaciones futuras y poder, como el resto de comunidades, establecer una normativa que permita la instalación de empresas con un proyecto y cumpliendo la normativa. Pero no esta concesión previa a unas empresas que no hacen nada y que tampoco han renunciado. El concurso que se siguió era muy mejorable, pero al final las que han querido al final lo han hecho. La cuestión es que mientras esté en vigor ese plan no podemos sustituirlo.

–De momento se ha perdido la oportunidad de atraer inversiones en la reciente subasta de renovables...

–No creo que se haya perdido porque, si las empresas que lo tienen no lo han presentado, a lo mejor lo que hay que plantearse es si es tan rentable. Creo que hay más elementos. Si no, las empresas que lo tienen, ¿por qué no se han presentado? Hay zonas en las que se permite poner en marcha iniciativas según la normativa del PP, pero no lo han hecho. De hecho, hay zonas adjudicadas en las que no hay capacidad eólica para que sea rentable. Si no hay viento no se rentabiliza la inversión. Son quince zonas y cada una tiene sus problemas.

–¿Cree que las comunidades deberían tener más competencias en energía?

"no estoy de acuerdo con que las empresas vascas tengan una energía más barata que el resto gracias al pacto entre el Gobierno  y el PNV"

–Las empresas se quejan del precio de la energía eléctrica. Nosotros también. Es inadecuada, improcedente y está cuestionada por la UE. Pero ahí está porque no se ha cambiado. En el ámbito doméstico estamos pagando la energía más cara que el resto de los países y la industria también. Lo que digo es que no tenemos la responsabilidad de ciertas cuestiones que afectan a la energía y además, debe ser así. Por ejemplo, no soy partidario de lo ha pasado con los acuerdos del País Vasco, que gracias al acuerdo entre el Gobierno central y el PNV sus empresas van a tener una energía más barata que el resto.Todo eso es posible porque la normativa es estatal y nos parece correcto que así sea, pero no es la política que querríamos.

–Una de las carencias de la que alertan los ingenieros es el bajo nivel de transferencia de conocimiento entre la universidad y empresa a diferencia de entre los institutos tecnológicos y las empresas...

–Efectivamente es así. Los institutos tecnológicos están regidos fundamentalmente por las empresas y aún deberían ser más, por lo tanto la relación es más estrecha. Pero eso no pasa con las universidades.

–Una de las funciones de la nueva Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) es precisamente mejorar la conexión entre las partes que forman el Sistema Valenciano de Innovación...

–Su función esencial es coordinar a todos los que forman ese sistema: universidades, centros tecnológicos, los centros del CSIC, etcétera. Hay que coordinarlo.

–Se ha garantizado que no va a haber duplicidades, pero la AVI va a tener funciones similares a las que ya desarrollan organismos como el Ivace, con incentivos a empresas y otros instrumentos...

–Tiene que coordinarse con todos los que estamos poniendo en marcha acciones que tengan que ver con la innovación. Creo que la AVI es consciente de la realidad actual, su prioridad ha de ser que no haya duplicidades, para lo que van a articular un consejo de coordinación en el que todos estarán presentes en las decisiones. No se me ocurre pensar que no seamos capaces de coordinarnos.

–Acaban de poner en marcha el Plan de Acción para el fomento de la seguridad industrial. ¿En qué consiste?

–Es uno de los objetivos del semestre en Sagunto y este sí se ha cumplido. Partimos de un nivel de seguridad industrial adecuado en la Comunitat Valenciana, pero como parte del cambio que se está produciendo en la normativa queremos mantenerlo. Se dirige a las instalaciones industriales mecánicas o del tipo que por su naturaleza requieran una instalación cualificado, un mantenimiento posterior y revisiones por un organismo de control. No solo para la industria, sino también en el ámbito doméstico o en establecimientos públicos como por ejemplo una instalación deportiva. La mesa de la seguridad industrial persigue mejorar lo que ya hacemos y adelantarnos a posibles problemas. Por ejemplo, en el caso de los ascensores, disponen de etiquetas en las que se informa de las revisiones y el mantenimiento, pero es mejorable, por eso vamos a crear unas etiquetas de colores que indicarán si el servicio de inspección ha detectado alguna incidencia.

–Dentro de ese plan se prevé la creación de un registro industrial, ¿en qué consiste?

–El censo o registro industrial valencianos es el primer punto del plan que vamos a trabajar. En realidad ya existe censo o registro, tenemos toda la información porque para la apertura de una instalación industrial se deben presentar los papeles en la dirección territorial. Pero lo que queremos es mejorar el servicio informático para que la información pueda ser más accesible, porque el actual es mejorable. Ello nos permitirá saber con mayor rapidez que una empresa no ha pasado una revisión determinada o qué plazo tiene para pasarla. En el caso de iniciar una inspección aleatoria, nos permite escoger cuáles son las mejores empresas que podemos seleccionar. Se trata de tener más conocimiento y control en tiempo real y por lo tanto ser más rápido en el resto de medidas.

–Una de las demandas del sector es la lucha contra el fraude y la competencia desleal que suponen las instalaciones como talleres ilegales, ¿mejorará con este sistema?

–Eso ya está previsto, pero tener la información en tiempo real ayudará. Podríamos tener un sistema de alarmas para que nos avisase en tiempo real de las instalaciones que están fuera de plazo en revisión.

–¿Qué otros objetivos persiguen?

–Mejorar la información a los usuarios ya  los propietarios de las instalaciones. En muchas ocasiones los propietarios de las instalaciones desconocen, una vez realizada la instalación, los requisitos de mantenimiento. Tanto en el ámbito industrial como en el doméstico. Me refiero, por ejemplo, a una instalación eléctrica o de cámaras frigoríficas o de aparatos de aire acondicionado en un comercio. Por lo tanto, vamos a hacer campañas y acciones de información en seguridad industrial, tanto en empresas como en hogares. Junto al Colegio de Ingenieros y las empresas, vamos a tratar de ser más efectivos en el mantenimiento haciendo que todo el mundo tenga información. Y, en el caso de los usuarios debemos ver de qué forma mejoramos la información. Puede ser de forma voluntaria como un elemento de prestigio para el establecimiento con medidas como podría ser una etiqueta de garantías.

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