MADRID (EP). Octubre ha sido un mes negativo en general, tanto para el resultado mensual de los índices europeos de renta variable, como para el resultado de los índices globales. En renta variable, tanto el principal indicador americano como el índice japonés han experimentado una corrección superior al 6,9% y al 9,1% respectivamente (datos en divisa local). Por otra parte, el Ibex 35 ha experimentado una caída del 5,3%, siendo junto al principal índice mundial (5,1%) los índices que mejor se han comportado en el mes de Octubre. En los mercados de deuda, destaca el mal comportamiento de la renta fija convertible y de la renta fija emergente ambos con divisa cubierta. La incertidumbre que genera la situación política actual y la temida aparición de una nueva recesión global, han prolongado de nuevo este mes la desconfianza entre los inversores.
Este mes hemos empezado a conocer los resultados empresariales del tercer trimestre. Con respecto a las compañías que componen el S&P500 han presentado sus cuentas, el 75% de las empresas con claros crecimientos tanto en las ventas como en los beneficios por acción, superando además las expectativas de forma amplia. En el caso de Europa, si bien no se ha dado una publicación superior a la esperada en un porcentaje tan alto , el crecimiento de beneficios supera el 10%.
Por otra parte, la Comisión Europea rechazó el borrador presupuestario italiano para 2019 ya que rompía el compromiso previo de reducir el déficit y la deuda pública. Es la primera vez que la UE rechaza los planes presupuestarios de un país miembro. Tras esta decisión, Italia dispone de tres semanas para presentar un presupuesto revisado aunque desde el gobierno afirman que no alterarán su objetivo de déficit público sobre el PIB del 2,4%. Todo esto ha provocado un tensionamiento en la deuda italiana con un efecto contagio al resto de países periféricos de la zona euro.
Seguimos monitorizando muy de cerca los indicadores macroeconómicos adelantados, y aunque han continuado debilitándose en algunas áreas geográficas, de momento mantienen su fortaleza en la mayoría de ellas, sin apreciar síntomas que nos hagan evidenciar una futura recesión.
Después de las caídas de los últimos meses, recordamos de nuevo la importancia de adecuar la inversión a su perfil de riesgo y a no precipitarse en la toma de decisiones de corto plazo, que nos puedan llevar a adoptar pérdidas que luego serán más difícil recuperar.
Durante este mes incrementamos tácticamente la exposición a renta variable tanto en Europa como en EE UU ya que creemos que las recientes caídas son superiores al deterioro real de la situación económica. Por otro lado, también desplazamos de positivo a neutral nuestro posicionamiento en divisa dólar al haber alcanzado nuestro nivel objetivo. Implementamos la estrategia anunciada en el último Comité de Distribución de Activos, e incorporamos algo de peso en bono americano para aprovechar su buena relación rentabilidad-riesgo y también por su descorrelación.
Departamento de Análisis de atl Capital