La selección española consiguió un triunfo de prestigio en su visita a Francia (0-2) gracias a los goles de David Silva y Gerard Deulofeu
ALICANTE. La selección española consiguió un triunfo de prestigio en su visita a Francia (0-2) gracias a los goles de David Silva y Gerard Deulofeu, ambos en la segunda mitad, en un partido amistoso celebrado en el parisino Saint-Denis y marcado por la utilización del VAR -la tecnología para rearbitrar-.
El equipo de Julen Lopetegui fue claro dominador de un envite que solo tuvo color español. España recuperó la alegría que tan buenos resultados obtuvo en el ciclo anterior y lo hizo en base a un centro del campo que capitanearon Isco e Iniesta a las mil maravillas. El dominio tardó en reflejarse en el marcador hasta la segunda mitad, pero llegó.
Francia comenzó pujante e incluso avisó a David de Gea en una jugada del efervescente Mbappé -en la agenda del Real Madrid- e incluso Piqué tuvo que sacar un balón bajo palos, pero a partir de ahí se acabó el repertorio de la actual subcampeona de Europa, que se disipó ante el 70% de posesión de 'La Roja'.
Por momentos, el equipo español recordó a aquella selección exquisita de Luis Aragonés. Toque, apoyo y continuación. La mejor arma para desarbolar a una Francia cuya virtud es la velocidad. Sin embargo, el gol tardó en llegar para una España que, siendo mejor en el acto inicial, terminó marcando sus dos goles en la segunda mitad.
Un Pedro voluntarioso y un Morata muy perdido no pudieron cambiar el curso del partido. Ni tan siquiera el bueno de Iniesta, que tuvo un mano a mano con Lloris a la media hora que intentó ejecutar sin éxito con el exterior de su pierna derecha. El sabor agridulce de los españoles dio licencia a que Francia despertase nada más salir del túnel de vestuarios.
EL VAR ENTRA EN ESCENA
Como si del pasado 27 de junio se tratase -fecha de la eliminación en la Eurocopa ante Italia- y en el mismo escenario para más inri, España salió algo dormida y cedió a la calidad de los franceses. Griezmann, con un buen cabezazo, marcó gol en la primera ocasión que tuvo, pero la tecnología dejó helado a Saint-Dennis cuando el árbitro decidió anularlo por fuera de juego cinco segundos después.
Lo que en otra época hubiera sido el 0-1 y la injusticia del fútbol -el manido "perdonar se paga caro"- permitió a España venirse arriba y continuar, o al menos intentarlo, mantener el estilo de la primera mitad. Fue entonces cuando llegó el penalti de Koscielny sobre Deulofeu, recién entrado al campo, que aprovechó Silva a la perfección.
El canario, un saco de paciencia, marcó desde los 11 metros y se convirtió en el cuarto máximo anotador en la historia de la selección. El gol, su número 30, le da licencia para superar al mítico Fernando Hierro. A partir de ahí el partido fue cuesta abajo para una 'Roja' que encontró el 0-2 en una jugada de muchos quilates.
Busquets emuló a Zidane en su casa -el propietario de la ruleta- y Jordi Alba fue a más con una carrera impecable. La combinación terminó en los pies del enrachado 'Deulo', cuyo buen momento en el AC Milan sirvió para darle continuidad con la absoluta. El VAR también se puso esta vez del lado de España, que cerró el choque con ese tanto.
Su gol estableció el definitivo 0-2 y la sensación de que esta España de Lopetegui puede ser mucha España. El de este martes no es un triunfo cualquiera, es un triunfo de enjundia. El próximo compromiso, éste sí con puntos en juego para Rusia 2018, será a principios de junio.
Ficha Técnica:
0 - Francia: Lloris; Jallet, Koscielny, Umtiti, Kurzawa; Tolisso (Lemar, min.79), Kante, Rabiot (Bakayoko, min.46); Mbappé (Giroud, min.65), Gameiro (Dembélé, min.79) y Griezmann.
2 - España: De Gea; Carvajal, Ramos, Piqué, Alba (Nacho, min.86); Busquets, Koke (Herrera, min.74), Isco (Thiago, min.52), Iniesta (Silva, min.52), Pedro (Deulofeu, min.67) y Morata (Iago Aspas, min.84).
Goles: 0-1, min. 68, Silva; 0-2, min. 78, Deulofeu.
Arbitraje: el alemán Felix Zwayer mostró amarillas a Rabioty Jallet por Francia.
Estadio: lleno en Saint-Denis donde se guardó un minuto de silencio por Raymond Kopa.