VALÈNCIA. Errar es de humanos y en una startup, donde todo va acelerado, todavía más. Pero, ¿por qué equivocarse dónde otros ya se han equivocado? Esto es lo que contaron Jaime Esteban, director general de Angels, Javier Jiménez, director general de Lanzadera, Raquel Valero, CEO de PlayFilm, Diego López, de Liga Fan, actualmente en Lanzadera, Daniel Mayo, de Vivood Hotels y Jaime Vara, de Boatjump, en el Foro de Emprendedores de Forinvest este jueves.
Jaime Esteban rompió el hielo. "El error más grave que hemos cometido es equivocarnos con las personas", reconocía el director general de Angels quien aseguraba que invertir es una decisión de personas y si te equivocas tiene muy poca resolución, menos que un mal modelo de negocio.
Otro error que destacó es enamorarse de los proyectos. "Convivimos tanto con las participadas que a veces tomas una decisión ofuscados". Para resolverlo hay un equipo de análisis que se lo presenta a alguien que no ha tenido contacto".
También es difícil tener varios socios y no ser capaces que entre ellos algo va mal, motivo por el que es necesario tener previsto todo esto tanto en el pacto de socios como en una due diligence. A estos se suma el error como inversor de aflojar el rigor al exigir el cumplimiento de hitos y cumplimientos de pactos. "Pasa factura siempre", aseguraba.
Javier Jiménez, director general de Lanzadera, insistía en la misma línea del error de enamorarse demasiado de una idea que se les presenta. "Hemos llegado a la conclusión de que las ideas no valen para nada, lo verdaderamente importante es la capacidad de las personas de llevar a cabo lo que sea. El error es darle el valor que no se merece la idea".
Otro error es el no darle la importancia que se merece al equipo y solo mirar al líder. "Un equipo debe sumar capacidades y llevarse bien entre ellos, donde haya un líder claro que sea asumido por el resto del equipo y que se lo haya ganado, no que tenga que encabezar porque tenga la idea o porque tenga el dinero".
Las aceleradas con éxito en Lanzadera aseguraban que un escollo inicial era detectar quién es el cliente, dónde se pone el foco. Raquel Valero, de PlayFilm, habló de cómo lo hicieron con su software que permite desarrollar vídeos interactivos. "Al principio de todo, desarrollábamos el vídeo interactivo y no teníamos la tecnología. Pronto nos planteamos construir el software más avanzado del mercado y sabíamos que nuestro cliente eran las agencias publicitarias y de marketing", explica.
"Fuimos a las grandes agencias y pensábamos que nos darían miles de euros. Pero no fue así y creímos que lo mejor era bajar el precio, paquetizarlo, y dárselo a agencias pequeñas que querían diferenciarse. Llegar al cliente que compra Adobe, que son nueve millones de personas". En ese momento encontraron a sus clientes y ahora es cuando las grandes agencias empiezan a mirarles.
Daniel Mayo, de Vivood, explicó que llegó a Lanzadera con un sistema patentado de casas de madera desmontables. "Lo que he aprendido es que para un emprendedor lo más valioso es el tiempo", aseguraba. También recalcó que no se debe empezar a tirar a miles de cosas. "Nuestra patente se vendía para camping, emergencias, para jardines, y si intentas abarcar mucho te conviertes en número1 de nada", destacaba. "Tenéis que tener muy claro la misión y el cliente y dejar de oír el canto de sirena que se escapa del foco central".
Diego López, de Liga Fan, explicó que su producto es una red social de fútbol amateur con 1,6 millones de personas. "Nuestro cliente lo teníamos claro, los que jugábamos estas ligas, pero era difícil de encontrar quién era el cliente pagador", señalaba. "Al final nuestro cliente es 100% ese y no hay que pensar en otra cosa".
Jaime Vara, de Boatjump, asegura que empezaron hace un año en un salón con dos ordenadores mientras que ahora son 14 personas, han tenido más de 1.100 clientes y ventas por más de 600.000 euros. "Nosotros nos dedicamos al alquiler de embarcaciones y vimos potencial en las ventas. Pero al final no puedes saber de todo y hay que centrar cuál es tu cliente y tu modelo de negocio", destacaba. "No hay que intentar disparar a todas las posibles líneas de ingresos".
"Si yo antes decía que lo importante era no equivocarse con las personas, también el emprendedor debe saber con qué inversor se junta", señalaba Jaime Esteban. "Hay que ver qué inversiones han hecho y el emprendedor tiene que seleccionar".
Raquel Valero, de Play Film, señaló como vital los inversores a incluir en el accionariado y reconoce lo dilatadas que puede llegar a ser cerrar una ronda. "El proceso en la primera duró nueve meses", explicaba. No obstante, reconocía que es importante que el proceso sea largo para que las dos partes se conozcan. "Hay que intentar evitar los dientes de sierra y mantenerse estable".
Aseguró que si los socios de tu primera ronda te acompañan en la segunda es que algo estás haciendo bien. "En esta segunda ronda estoy muy satisfecha con los socios porque nos aportan algo más que capital y nos mentorizan", destacaba. "De los inversores valoro mucho cuando en los momentos difíciles, aunque el rigor está ahí, también aparece la comprensión".
Para Daniel Mayo cuando a una empresa es invertida el emprendedor no debe únicamente preocuparse del porcentaje con el que se va a quedar de la compañía. "Para mí lo más importante era tener poder de ejecución y expansión", destacaba, algo que valoraba Jaime Esteban, quien aseguraba que no hay que invertir en startups para mandar.
"Quizá sea la persona más crítica con el tema de pivotar que pueda haber en España. Mi objetivo era vender casas para el turismo y ahora soy CEO de una cadena de hoteles de lujo. Me doy cuenta de que lo importante es la experiencia y en unos cuatro o cinco meses llevo a la par las dos empresas", explica.
"Cuando se toma una decisión lo tienes que tener muy claro. En el mes de enero les expliqué por qué quería cambiar aquello por lo que había luchado en los últimos cuatro o cinco años. He vivido lo que es el pivotar y he estado a punto de tirarme por la ventana".
Además, insistía en el deber de pivotar cuando las cosas van bien. "Vendimos en Fitur 100.000 euros en tres días con la idea inicial, pero me mantuve firme en la idea de cambiar. No hay que pivotar para huir hacia delante, si hay que cerrar hay que cerrar".
Jaime Vara, de Boatjump, negaba la posibilidad de dedicarse a un proyecto a tiempo parcial. ·En un momento determinado tienes que dedicarte al 100% y tienes que tener los primeros resultados y las primeras métricas. Si te gusta hay que lanzarse", aseguraba
Sobre cómo retener talento al que no se le puede pagar los mejores precios del mercado, Vara señalaba que es fundamental incorporar a la gente de forma escalonada y que se sienta involucrados en el proyecto. "Tienen que sentir que el crecimiento de la startup se debe a su colaboración". A pesar de todos estas trabas del camino, Jaime Esteban señaló que el error es una aprendizaje siempre que cumpla la teoría de la suma-resta, que lo positivo supere a lo negativo.