MADRID. En la actualidad, en relación con el nivel de estrés de nuestras sociedades, son muchas las personas que recurren al yoga para mantener un tono físico adecuado y también la serenidad que se atribuye a los “yoguis”. Según un estudio realizado por el Instituto Sondea, el 29% de españoles ha practicado alguna vez yoga a lo largo de su vida.
La novedad es que cada día son más los profesionales, como médicos, fisioterapeutas o psicólogos, que recomiendan esta práctica, a la que atribuyen importantes beneficios para la salud. “Desde el campo de la medicina y la psicología se está empezando a estudiar los beneficios reales del yoga para así comprender los mecanismos por medio de los cuales esta actividad afecta el bienestar físico y mental”, afirma Fernando Dorrego, fisioterapeuta y entrenador personal de Blua de Sanitas.
- “El aspecto positivo más inmediato es el derivado de practicar una actividad física moderada, que ayuda a la tonificación de los músculos y que activa la segregación de hormonas como endorfinas, dopamina o serotonina”, comenta Fernando Dorrego.
- Según un estudio reciente de la Universidad de Ohio, practicar esta disciplina una o dos veces por semana de forma continuada, reduce la concentración sanguínea de interleucina-6, una molécula ligada a la aparición de infartos, diabetes tipo 2 y artritis. La investigación demuestra que el cuerpo de los "yoguis" responde con menor intensidad que los de aquellos que llevan una vida sedentaria cuando son sometidos a un nivel de estrés intenso.
- También en el plano físico, “la secuencia de movimientos y posturas que se realizan con el cuerpo contribuyen a mejorar la elasticidad y tonicidad muscular, fortalecen y potencian los músculos y ayudan a desarrollar el equilibrio y la conciencia postural de nuestro cuerpo”, asegura Dorrego.
- La práctica de yoga también ayuda a mantener buenos hábitos alimentarios. Según un estudio realizado por el Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson, quienes siguen esta disciplina se vuelven “comedores conscientes” y aprenden a distinguir cuando las ganas de comer son una sensación de hambre o de ansiedad.
- “También nos ayuda psicológicamente porque es una disciplina que requiere de mucho control corporal y, por lo tanto, de mucha concentración en lo que se está haciendo”, asegura María Díaz, psicóloga de Blua de Sanitas. “Desconectamos de los pensamientos, preocupaciones y problemas que tenemos al concentrarnos en las posturas que realizamos, ya que se requiere un alto nivel de concentración y atención”.
- Muchas de las personas que practican yoga apuestan también por la meditación. “Esta tiene efectos positivos sobre la función cognitiva. Además puede ser una palanca para reestructurar pensamientos y creencias negativas sobre uno mismo, el entorno y el futuro. Además, gracias a la meditación se logra un mayor control sobre nuestros cuerpos y mejoramos nuestra atención y concentración”, afirma Díaz.
- La autoestima también se ve favorecida. “Se trata de un reto asumible. La práctica del yoga permite la consecución de objetivos personales en función del nivel de cada persona. Alcanzar estos objetivos aumenta la satisfacción personal”, comenta la psicóloga de Sanitas.
Por otra parte, el yoga es universal ya que adaptando las posturas a las características y nivel de cada persona puede ser practicado por cualquiera. Cabe destacar la importancia de realizar un examen médico o una valoración física antes de comenzar la práctica para así “determinar qué tipo de ejercicios y de qué intensidad son los más adecuados para nuestra condición física y, de esta forma, poder beneficiarnos al máximo de esta disciplina integral”, afirma Fernando Dorrego.