VALÈNCIA. El valenciano Damià Tormo continúa a la caza de financiación para proyectos biotech desarrollados a nivel nacional e internacional y la balanza de la confianza sigue estando de su parte. Y es que ha completado junto a su socio Javier García un nuevo fondo de más de 70 millones a través de Columbus Ventures, gestora de capital riesgo que impulsaron para sacar adelante en 2017 un primer fondo de 45 millones.
El primer cierre del nuevo fondo fue en el mes de marzo y a día de hoy ya lo tienen cubierto. "Mi socio Javier García y yo vimos que si seguíamos emprendiendo una compañía detrás de otra nuestro tiempo se iba a ir buscando financiación para cada una, pero en cambio si teníamos el dinero por delante solo era necesario hacer ese trabajo una vez y dedicarle ese tiempo a las empresas", señala el cofundador de Bioncotech y Artax Biopharma.
Con este fondo la idea es seguir invirtiendo en industria biotech y en innovación disruptiva en el área. Con el anterior fondo entraron en un total de ocho compañías con tickets de todo tipo, dependiendo de las necesidades de los proyectos. Entre sus primeras inversiones del nuevo fondo está la puesta en marcha de una planta de terapia génica de la empresa Viralgen para ayudar a curar enfermedades que ahora carecen de tratamiento en San Sebastián y a la que destinará entre 15 y 20 millones.
"Hay inversiones en compañías muy disruptivas y otras que desde el principio tienen más rentabilidad", señala Tormo, quien recuerda que ante proyectos con un alto potencial riesgo lo principal es diversificar y poder tener más retornos. "Si uno falla el otro de lo va compensar", recuerda. La mayoría de sus inversores son grandes family offices de Valencia, Barcelona, Madrid y el País Vasco. "Ya hemos invertido la gran mayoría del nuevo fondo", reconoce. "Nos gusta tener claro dónde invertir antes de montar el fondo para poder decirle al inversor previamente a dónde va a ir su dinero".
Aunque de momento no tiene previsto montar un nuevo vehículo reconoce que prefieren crear fondos relativamente pequeños pero rápidos. "Si cada dos o tres años podemos ir creando un fondo mejor que hacerlo largo", asegura. Además, muchas de las empresas invertidas son las que ellos mismos ponen en marcha. Entre sus últimas inversiones se encuentra Sanifit, compañía que cerró recientemente la mayor ronda de financiación de una empresa biotecnológica española. La empresa consiguió levantar una ronda de 72,2 millones de euros en la que también entró Columbus.
