VALÈNCIA. "El capital mínimo desembolsado de las sicav será de 2.400.000 euros y deberá ser mantenido mientras la sociedad figure inscrita en el registro, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 16.1. El capital inicial deberá estar íntegramente suscrito y desembolsado desde el momento de la constitución de la sociedad. El capital estatutario máximo no podrá superar en más de diez veces el capital inicial". Así reza textualmente el artículo 80 del Real Decreto 1082/2012, de 13 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de instituciones de inversión colectiva.
Y el referido artículo 16.1 dice textualmente "de conformidad con lo dispuesto en el artículo 13.1.a), párrafo segundo, de la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, cuando por circunstancias del mercado o por el obligado cumplimiento de la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, o de las prescripciones del texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, el patrimonio o el número de partícipes de un fondo, o de uno de sus compartimentos, o el capital o el número de accionistas de una sociedad de inversión, o de uno de sus compartimentos, descendieran de los mínimos establecidos en este reglamento, dichas instituciones gozarán del plazo de un año, durante el cual podrán continuar operando como tales".
Además, se recuerda que "dentro de dicho plazo deberán bien llevar a efecto la reconstitución permanente del capital o del patrimonio y del número de accionistas o partícipes, bien decidir su disolución, o bien, únicamente en el caso de sociedades, renunciar a la autorización concedida y solicitar la exclusión del registro administrativo correspondiente con las consiguientes modificaciones estatutarias y de su actividad".
Pues bien en el caso de la sicav cronista Carreres de Inversiones, la única autogestionada -algo lícito a todas luces- de la Comunitat Valenciana, lleva cerrando desde 2015 por debajo de los 2,4 millones de euros del mínimo legal establecido. Así lo ha constatado este diario de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aunque, tal y como ha publicado Valencia Plaza en alguna ocasión, sí que ha regularizado su situación durante el año. De ahí que este diario se pusiera en contacto con el organismo supervisor para conocer el por qué de esta situación, pero a la hora de redactar estas líneas -viernes 19 de julio por la tarde- no había obtenido respuesta alguna.
Al cierre del primer semestre del presente ejercicio, Cronista Carreres de Inversiones contaba con un patrimonio de 2,09 millones de euros por debajo de los 1,94 millones del último día de 2018, lo que significa que se ha revalorizado un 13,45%. El año 2017 lo despidió con 2,24 millones, 2016 con 2,17 millones y 2015 con 2,07 millones, siempre los datos sacados del site de la institución presidida por Sebastián Albella, que están muy lejos de los más de 5 millones que llegó a contar hace una década.
Esta sociedad de inversión de capital variable, que ha cambiado su domicilio social de la calle Cronista Carreres -de ahí su nombre- a Pintor Sorolla, está presidida por el financiero valenciano Javier Courel Galán desde noviembre de 2005, el mismo que se ocupa directamente de la gestión de esta sociedad debidamente registrada por la CNMV en febrero del año 2000; mientras que está depositada en el Banco Santander.
A 30 de junio pasado esta sicav contaba con 103 accionistas, tres por encima del mínimo legal, y estaba invertida mayoritariamente en activos españoles y básicamente en acciones con representación de una veintena de empresas. Entre otros se dejaban ver nombres como ACS, ArcelorMittal, Ferrovial, Inditex y Sacyr, que totalizaban en su conjunto 1,55 millones de euros. Del bando exterior tenían un hueco en la cartera Infineon, Adidas, Airbus, Allianz, Air Liquide y TotalFina, con una valoración al cierre semestral de 375.000 euros.