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El sistema de envases SDDR es "más caro y contaminante", según un estudio de la Universidad Pompeu Fabra

28/04/2017 - 

VÀLENCIA/BARCELONA (VP/EP). Un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) para envases de un solo uso obligatorio en Cataluña tendría "un impacto ambiental superior al actual, porque sus procesos devienen más contaminantes", y más coste económico, según un estudio de la Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático de la Esci-Universidad Pompeu Fabra (UPF).

El director de la cátedra y del estudio, Pere Fullana, ha dicho este jueves en rueda de prensa que han comparado el actual sistema de reciclaje de envases (SCRAP) con una situación hipotética en que convivieran ambos sistemas, con el de retorno aplicado en envases de plástico, vidrio, acero y aluminio --como el que quieren implantar los gobiernos de la Comunitat y Cataluña-- retornados a comercios, con una recuperación del 90%.

La coordinadora del análisis ambiental del estudio, Alba Bala, ha relatado que este impacto se daría en todas las categorías, con la excepción del agotamiento de recursos, porque aumenta las necesidades de infraestructura --recogida-- y transporte, ante el hecho de que el 54% de envases debería recogerse sin compactar y manualmente --sobre todo en pequeños comercios--.

Esta recogida sin compactar implica más espacio en el almacenaje y transporte, con más emisiones contaminantes, y costaría anualmente 290 millones de euros para la sociedad, con 100 euros más al mes anuales por familia si lo asumiera la ciudadanía.

La mayor parte de este coste está en la manipulación en los puntos de venta, que supone 247 millones, de los que 120 corresponden a los cafés y bares, y para el ciudadano supondría un 1,5 más de impacto en espacio y seis veces más en tiempo.

Sí conllevaría más disfrute de los espacios públicos porque habría menos envases abandonados, y, como no existe una metodología social consensuada, lo han abordado desde una revisión bibliográfica, un análisis de los beneficios y perjuicios sociales y de la huella social.

MEJOR MEJORAR EL ACTUAL

Teniendo también en cuenta que habría que disponer de seis plantas de conteo para los envases recogidos manualmente, así como comprar 6.199 máquinas de 'reverse vending' para la devolución automática, el estudio ha concluido que "la gran cantidad de recursos económicos y humanos que requeriría el cambio parece más recomendable dedicarlos a mejorar el sistema actual.

Como el SDRR no existe, el estudio ha recabado datos de suministradores de máquinas de retorno, y de otros países con implantación, con hipótesis que han sido "conservadoras", y han validado los datos en dos paneles: uno de partes interesadas --con más de 500 correcciones-- y otro con expertos, del que todavía no disponen de datos.

Fullana ha explicado que el establecimiento de esta medida se desarrollará teniendo en cuenta su viabilidad y el conjunto de impactos ambientales, y ha añadido que la Generalitat estudia su implantación, que ya se inició hace años en los países nórdicos, que empezaron desde cero, sin tener antes el sistema de Cataluña y del resto de España.

Al preguntarle por el papel de las empresas Ecoembes y Ecovidrio, que han participado en la financiación del estudio, Fullana ha afirmado que el proyecto salió a iniciativa de la Cátedra, que lo propuso a Generalitat y a ambas empresas, entre otros entes, "bajo unas condiciones muy estrictas, con una revisión de actores independientes" y con la garantía de que se harían públicos y transparentes los datos, además de revisores independientes.

"No hemos querido hacer un ejercicio de operatividad del sistema", como sí que hace la Generalitat, ha dicho el director, que ha explicado que el Ejecutivo catalán estudia el caso con la orientación inicial de cómo implantarlo, sino que han querido estudiar todas las posibilidades, ha dicho.

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