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opinión

El riesgo de que a Trump se le vaya la mano gastando

Si las políticas del nuevo presidente estadounidense desembocan en un mayor déficit, la FED podría subir los tipos más rápidamente a juicio del economista jefe de Lazard Frères Gestion

17/11/2016 - 

MADRID. El incremento de la aversión al riesgo tras la elección de Donald Trump tan solo duró unas horas. Tras haber mostrado unas rentabilidades prácticamente clásicas para un episodio de fuerte aversión al riesgo (renta variable en bajada, renta fija al alza, el descenso del dólar como único factor original), los mercados se normalizaron rápidamente. El movimiento más pronunciado se produjo en el mercado de renta fija, donde el bono a 10 años americano pasó en tan solo unos días del 1,80% a más del 2,20%, volviendo a los niveles que prevalecían a principios del año 2016.

En realidad, el movimiento de alza de los tipos había empezado el pasado mes de julio, cuando se tocaron mínimos tras el voto británico a favor de una salida de la Unión Europea. El bono a 10 años americano llegó a alcanzar un 1,36%. En base a los bonos indexados, de los 79 puntos básicos de subida desde el 8 de julio, 34 proceden del ascenso de los tipos reales y 45 de la subida de la compensación de la inflación. Un cálculo sobre la base de las swaps de inflación atribuye una parte algo superior al movimiento de inflación.


El incremento de la inflación se inició antes del triunfo de Donald Trump y se apoya en el final de la contribución negativa de los precios de la energía y en la aceleración de los salarios. Todavía faltan algunos meses antes de que las políticas del nuevo presidente republicano se pongan en marcha. Un posible plan de relanzamiento impulsaría la actividad y haría descender más el desempleo, que se encuentra ya en niveles bajos. Los salarios podrían acelerarse todavía más. El impacto sobre el petróleo es más ambiguo (producción interna vs mayor aislacionismo) y tardará varios años en manifestarse. A corto plazo, la OPEP ejercerá una mayor influencia sobre el petróleo. Al final, a corto plazo, la inflación debería continuar su aceleración progresiva, pues una presidencia de Trump abre una vía potencial para una inflación superior a medio plazo.

Se mantiene la pregunta sobre los tipos reales, que siguen manteniéndose excesivamente bajos con motivo de la anticipación de los mercados de una política de la Fed todavía más acomodaticia durante mucho tiempo. La evolución de la inflación y el pleno empleo justificaba una subida de tipos superior a lo esperado por el mercado pero si las políticas de Donald Trump desembocan en un mayor déficit, la Reserva Federal podría subir sus tipos todavía más rápido, ya que los dos efectos se combinan para impulsar los tipos al alza.

Julien-Pierre Nouen es economista jefe de Lazard Frères Gestion

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