MURCIA. La Universidad de Murcia (UMU) ha nombrado este miércoles nuevo doctor Honoris Causa al microbiólogo e investigador Francisco Juan Martínez Mojica, padre de las revolucionarias técnicas CRISPR de modificación y edición genética, uno de los candidatos a Premio Nobel por esos trabajos.
El prestigioso investigador (Elche, 1963), que estudió Biología en la Universidad de Murcia y trabaja en la actualidad en la Universidad de Alicante, ha recordado durante su discurso que inició sus estudios de biología hace 38 años en la UMU, lo que ha definido como “una de las decisiones más acertadas” de su vida que hoy le devuelven esa institución docente, que cuenta ya con 61 doctores Honoris Causa.
Martínez Mojica comenzó a investigar a principios de los años 90 sobre las técnicas CRISPR, a las que él mismo dio nombre con ese acrónimo (por sus siglas en inglés) de las “repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas”.Son familias de secuencias de ADN en bacterias que contienen fragmentos de ADN de virus que previamente las han atacado y que las bacterias aprovechan para destruir nuevos virus similares que puedan atacarlas.
Desde 2013, el sistema CRISPR se ha utilizado para la edición y regulación de genes provocando mutaciones y alteraciones genéticas que podrán tener su aplicación en el tratamiento de enfermedades que van desde la fibrosis quística y la anemia hasta efectos de la vejez, esquizofrenia o autismo, entre otras. También en la mejora de la resistencia de determinados cultivos, como el trigo.
Durante su discurso, Mogica ha puesto de relieve su compromiso con la investigación pura, “no contaminada por intereses económicos”, sino “motivada por la curiosidad y justificada por la necesidad de saber”.
También ha destacado cómo en la ciencia a veces se producen hallazgos de forma casual, y fue así como él mismo descubrió que en el genoma de unos microorganismos de las salinas se repetían pequeñas regiones de su ADN de forma simétrica, un descubrimiento que dio pie a las citadas técnicas.
En su opinión, las tecnologías CRISPR son responsables de “la mayor revolución científica en lo que llevamos de siglo”.