VALÈNCIA. Lunes 9 de noviembre de 2010. El gigante farmacéutico estadounidense Pfizer anuncia que los laboratorios alemanes de BioNTech -firma con la que mantiene una alianza- tienen una vacuna contra la covid-19, que muestra una eficacia superior al 90% en los participantes sin evidencias previas de infección. La respuesta en las bolsas del planeta no se hizo esperar: 'subidón' en toda regla, que en el caso del Ibex 35 fue el mayor de la última década, al cerrar la primera sesión de esta semana con un explosivo avance del 8,68%. Además, sectores como turismo, comercio, inmobiliario y financiero recuperan el aire por momentos ante semejante anuncio, dado que son los más castigados por la pandemia actual.
Ni que decir tiene que Pfizer (PFE) y BioNTech (BNTX) se dispararon en Wall Street, a razón de un 7,69% y 13,91% respectivamente. Ese mismo día, lunes pasado, Albert Bourla, consejero delegado de la multinacional norteamericana que valoró el descubrimiento como "un gran día para la ciencia y la humanidad", se desprendió del 61,8% de sus acciones en PFE. Lo hizo vendiendo un total de 132.508 acciones a un precio unitario de 41,94 dólares, lo que equivale a unos 4,71 millones de euros al cambio.
Pero no fue el único ejecutivo de PFE que vendió, dado que en los registros de la SEC estadounidense -equivalente a la CNMV española-, también lo hizo Sally Susman. La vicepresidenta de Pfizer soltó 43.662 títulos a 41,94 dólares por cada uno, es decir, un total de unos 1,55 millones de euros. Una operación -como la de Bourla- avalada por la regla 10b5-1 del mercado de valores estadounidense, que fija las condiciones para que los ejecutivos de empresas cotizadas puedan operar sin infringir las normas sobre el uso de información privilegiada. En este sentido, la compañía farmacéutica indicó que la transacción había sido autorizada con antelación por Bourla el pasado 19 de agosto en el marco del programa de administración de acciones de la firma.
Pero lo que es un hecho es que el mercado recela (y mucho) de la vacuna de PFE y BNTX. Para ello basta echar un vistazo a los gráficos de Investing. Así, el gigante farma, ha encadenado tres días consecutivos bajando tras la explosiva subida del lunes. El martes cedió un 1,33%, el miércoles un 0,47% y el jueves un 2,47%. Cuanto menos ha logrado reducir sus pérdidas anuales hasta el 4,16%.
Pese al repliegue bajista de Pfizer, su valor bursátil al cierre de este jueves era de unos 177.000 millones de euros. O lo que es lo mismo: un 14,3% más que la suma conjunta de los dos mayores valores del Ibex 35 como son Inditex (82.248 millones) e Iberdrola (72.676 millones). Palabras mayores.
Por su parte, BioNTech logró mantener el tipo en la jornada del martes pasado -eso sí subiendo un 7,60%, casi la mitad que la víspera-, pero las dos últimas jornadas las ha saldado a la baja: el miércoles cedió un 2,94% y este jueves sufrió un duro castigo del 7,14%. Pero con todo ello triplica su valor en bolsa en lo que va de ejercicio, lo que se traduce en una capitalización de unos 20.054 millones de euros, es decir, cerca de lo que cerró este jueves en el parqué español BBVA (20.604 millones).
"La gasolina introducida en el mercado por la noticia de la vacuna del coronavirus pierde fuelle, más aún, después de conocer que el CEO de la compañía ejecutó una orden de venta del 62% de su cartera en la compañía tras conocerse la noticia, y que la vicepresidenta también liquidó parte de su posición como accionista en la farmacéutica norteamericana", advertía este jueves Sergio Ávila, analista de IG.
"Este factor ha causado estupor entre la comunidad inversora y deja la sombra de la duda sobre lo que el propio CEO denominó el descubrimiento del siglo. Es cierto que Moderna dijo antes de ayer que tiene suficientes datos para un primer análisis provisional del ensayo de última fase de su vacuna experimental de covid-19, que debería determinar su eficacia, noticia que está pasando desapercibida por el mercado", añadía.
"Queda por definir la logística de la producción masiva y la entrega de vacunas por país. Pfizer anunció la posibilidad de fabricar 50 millones de dosis en 2020 y 1.300 en 2021. De esta producción EE UU tiene aseguradas 100 millones de dosis y la opción de compra de 500 millones adicionales, mientras que la UE tiene preasignadas 300 millones de dosis. A esta limitación productiva hay que añadir la condición de que, para garantizar el efecto de la vacuna, ésta ha de mantenerse a temperaturas inferiores a - 70 grados centígrados lo cual limita la capacidad de transporte de la misma. Esta complicada logística pone de manifiesto que pese a las buenas noticias del anuncio la reacción del mercado ha podido ser un tanto excesiva y que la volatilidad pueda hacer su aparición si estas potenciales dificultades retrasan la vacunación de la población", manifestaba Miguel Puertas, director de gestión discrecional en Portocolom AV.
Por su parte, Johanna Kyrklund, Global Head of Multi-Asset Investments en Schroders, advertía que "todavía hay que ver si se trata de una exageración, pero los resultados parecen bastante alentadores, ya que parece que la nueva vacuna de dos dosis tiene una eficacia de más del 90% en la prevención contra la covid-19. Para poner esto en contexto, la vacuna contra el sarampión tiene una eficacia del 97% y la vacuna contra la gripe estacional tiene una eficacia de entre el 40 y el 60%".
Mientras que James Athey, director de Inversiones de Aberdeen Standard Investments, reconocía que "siendo realistas, por primera vez desde el pánico de febrero y marzo, el mercado está empezando a pensar seriamente en una economía mundial que funcione con normalidad y en cómo posicionarse para ese retorno a la normalidad tan bien recibido. Todavía quedan muchas preguntas sobre el tiempo que llevará distribuir ampliamente una vacuna, su eficacia en una muestra de tamaño poblacional, la valoración inicial de muchos activos financieros, el gigantesco volumen de deuda que se ha añadido este año y las perspectivas de la política fiscal y monetaria a partir de aquí. Parece que esas preguntas son para otro día".