La autoridad monetaria europea actualizará sus previsiones, mientras debería ampliar el programa de compras por el virus según el experto
MADRID. El sentimiento del mercado está, en general, más calmado de lo que estaba durante la anterior reunión del BCE en abril. Parece que la pandemia provocada por el coronavirus está retrocediendo, las economías europeas están saliendo gradualmente del confinamiento y los mercados se han estabilizado tras un repunte de los activos de riesgo. Las encuestas de confianza también muestran un optimismo renovado, con el índice de confianza empresarial alemán IFO mejor de lo esperado en 79,5 puntos (74,2 en abril).
Incluso si el sentido de la urgencia parece menos agudo, todavía esperamos que el BCE anuncie un aumento en su programa de compras de emergencia en caso de pandemia (PEPP), o incluso que extienda su madurez. Existen varios motivos para ello:
Un sólido anuncio del BCE también sería una señal de que el banco central no percibe ningún obstáculo para su actividad y no está preocupado por el reciente fallo del Tribunal Constitucional alemán contra el programa de compra de bonos del BCE.
Los mercados de bonos, impasibles ante los debates en torno a la legitimidad de la acción del BCE, siguen estando influenciados en gran medida por las actividades diarias del BCE en el mercado. Si los inversores deben seguir siendo selectivos con respecto al crédito, creemos que sería imprudente ir en contra del BCE y apostar por una subida de tipos, o reducir sus posiciones en bonos periféricos.
Franck Dixmier es director de Inversiones Global de Renta Fija de Allianz Global Investors