Por el camino han ido cayendo plataformas y empresas dedicadas a la producción y extracción del también llamado 'oro negro', tal y como explica el analista
MADRID. En las últimas semanas hemos podido ver la recuperación paulatina que ha tenido el precio del petróleo, dando a entender que hemos dejado atrás el peor momento en la historia dentro del producto básico más importante a nivel mundial.
No debemos olvidar que el frenazo económico -al que ha sometido el virus a toda la economía- ocasionó un parón en seco de la demanda en todos los productos relacionados con esta materia prima. Tal hecho dio lugar a una situación sin precedentes con exceso de producción, baja demanda y los productores dispuestos a pagar para soltar el petróleo sobrante.
Las actuaciones de los gobiernos -tanto en el plano económico como en la normalización social- está comenzando a impulsar el consumo, pero el impacto más importante para el crudo está siendo las restricciones sin precedentes acometidas por los grandes productores a nivel mundial. Aun en estas circunstancias, la herida que puede dejar esta crisis en el mercado del petróleo puede ser más difícil de curar de lo que se puede llegar a estimar en los primeros compases de un entorno económico recesivo.
Por el camino han ido cayendo plataformas y empresas dedicadas a la producción y extracción, llevando en el caso de Estados Unidos a aportar un paquete de ayudas financieras a estas empresas; además garantizando la subsistencia de compañías con una situación bastante delicada y utilizando para ello fondos de rescate para este sector.
Dichas ayudas no han sido aprobadas por todos los sectores y grupos estadounidenses, ya que piensan que es un apoyo a un sector en clara decadencia. No debemos olvidar que este lobby es todavía muy potente y ha sido de los más beneficiados por las ayudas de financiación y liquidez que ha aportado el Gobierno. Este tipo de medidas solo ha servido para ayudar a las empresas, pero no ha frenado la ola de despidos que se han producido dentro del sector, la critica llega en la dirección que solo se ha preocupado de salvar la empresa, pero no la economía real.
El papel de los Estados Unidos no solamente ha quedado reflejado en estas ayudas sino que también se ha visto obligado a reducir precios y a suplicar a las grandes potencias productoras que encarecieran el precio de esta materia prima; además intermediando incluso entre Rusia y Arabia Saudí.
Aun con esta recuperación, la salida será lenta porque el daño se ha provocado directamente sobre los cimientos del sector. A ello hay que añadir la contracción económica que no favorecerá el repunte de demanda del petróleo. Por no hablar de la tan temida vuelta en los próximos meses.
Jorge López es analista de XTB