VALÈNCIA. La caza de filtradores regresa a la Generalitat. La consellera de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, ha encargado a la Conselleria de Transparencia que investigue la filtración de documentación interna de la empresa pública Vaersa relacionada con la investigación abierta por la Fiscalía contra ella y su número dos en Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero. La petición para buscar al 'topo' responsable de filtrar documentación a Valencia Plaza fue aprobada por unanimidad en la última reunión del consejo de administración de Vaersa, presidido por la propia conselleria.
Según se detalla en el acta de la reunión, el encargo se refiere específicamente al inicio de las actuaciones necesarias para esclarecer quién puso a disposición de este periódico una documentación interna con los detalles económicos de una encomienda de la Conselleria de Agricultura a Tragsa que hubiera salido más barata si se hubiera adjudicado a Vaersa.
El consejo también aprobó identificar al miembro de la cúpula de Vaersa identificado como fuente en la información de Valencia Plaza sobre la denuncia del sindicato USO que motivó la apertura de diligencias de investigación penal por parte de la Fiscalía.
Rodríguez Mulero, según relata el acta de la sesión, explicó la situación del expediente investigado al consejo de Vaersa y subrayó que las declaraciones efectuadas por fuentes de Vaersa "perjudican claramente a los miembros del consejo de administración de Vaersa denunciados así como a la propia imagen del órgano gestor".
Tras ello, Mulero instó al los demás consejeros a pronunciarse al respecto así como a iniciar "un procedimiento de inspección para identificar al directivo de Vaersa que presuntamente efectuó dichas declaraciones".
La consellera apunta a los directivos de Vaersa
En ese punto, el vicepresidente del consejo Julià Álvaro expresó la "complejidad" de iniciar una investigación interna en el sentido en el que pedía Mulero.
Pese a ello, la consellera Elena Cebrián tomó la palabra para indicar que era "conveniente" iniciar una investigación "en aras de la transparencia" y recordó los principios de confidencialidad a los que están sometidos los directivos de las empresas públicas como Vaersa. La propuesta para investigar fue apoyada expresamente por Rodríguez Mulero, también investigado por la Fiscalía.
Fue entonces cuando Alfonso Puncel, consejero de Vaersa y subsecretario de la Conselleria de Transparencia, puso a disposición del consejo de administración de Vaersa los servicios de inspección de la Conselleria que dirige Manuel Alcaraz para iniciar actuaciones encaminadas a "esclarecer los hechos".
Una conselleria fracturada
El movimiento de la consellera de Agricultura y Medio Ambiente de encargar esta investigaciónn evidencia el nerviosismo existente en su departamento. Las últimas informaciones han agitado la cartera que lidera, donde la gestión empieza a resentirse por la desconfianza existente entre las diferentes partes.
Así, desde los cambios introducidos por Cebrián en su gabinete, el grueso de Verds-Equo ha mostrado internamente su malestar tanto por la manera de ejercer el mando en la conselleria como en sus decisiones concretas en las materias sobre las que ostenta la responsabilidad.
De hecho, el deterioro de las relaciones entre la formación ecologista, responsable inicial del nombramiento de Cebrián al no poder situar al portavoz de su partido Julià Álvaro por una cuestión de paridad, ha situado probablemente a los miembros y simpatizantes de Verds-Equo en el punto de mira de las pesquisas encargadas.
La nueva política: la búsqueda del ‘topo’ que ya intentó el PP
Cabe recordar que utilizar recursos públicos para encontrar a un filtrador no es algo nuevo en el Gobierno valenciano. En la pasada legislatura, el Consell entonces liderado por el popular Alberto Fabra también trató de encontrar un ‘topo’ al que se responsabilizaba de filtraciones de documentos e informaciones.
Tras numerosos interrogatorios a funcionarios e incluso tras un dantesco capítulo en el que el jefe de Seguridad del Palau interrogó al jefe de prensa del vicepresidente del Consell dada la desconfianza, se llegó a la conclusión de que los culpables ya no se encontraban dentro de la plantilla. Es decir, nunca fue hallado.
Un proceso, el que acometió el PP en aquellos días, que fue duramente criticado por una entonces oposición –Compromís- que ahora amenaza con repetir prácticas similares.