VALÈNCIA (EP). El ejercicio físico compulsivo aparece como "denominador común" en los casos de trastornos de conducta alimentaria (TCA) detectados durante la pandemia, según expertos de la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria (UTCA) del Hospital Provincial de Castellón.
El psicólogo de la UTCA del Hospital Provincial Ginés Llorca ha señalado que la actividad excesiva "es un síntoma frecuente en pacientes con TCA, pero en esta etapa covid estamos observando que el ejercicio físico compulsivo se repite prácticamente en todos los nuevos casos, e incluso hay muchos que han requerido de ingreso para poder bloquearlo".
Además, ha indicado que el perfil de nuevos pacientes en esta unidad "es de personas más jóvenes, con mayores pérdidas de peso, y mayor compulsión por la actividad física". "La mayoría de casos parecen haberse desencadenado por el intento de introducir hábitos saludables durante el confinamiento, al iniciar el ejercicio físico en casa o por la influencia incisiva de las redes sociales", ha apuntado.
De ahí que los expertos inciden en la importancia de regular la actividad física y de prevenir posibles influencias nocivas de las redes sociales, ya que en muchas ocasiones las redes sociales inducen al adelgazamiento al proponer vídeos asociados con determinados ejercicios, quemagrasas o dietas, aseguran los expertos, ha informado la Generalitat en un comunicado.
Por ello, con motivo del Día Mundial contra los Trastornos de Conducta Alimentaria, celebrado el 30 de noviembre, desde la Conselleria de Sanidad se hace un llamamiento sobre la importancia de la detección precoz de estos trastornos de conducta alimentaria, ya que "permite una mejora de los pacientes a la hora de recibir los tratamientos asistenciales y terapias".
Actualmente, en la Comunitat Valenciana hay 25.661 personas que padecen algún tipo de Trastorno de Conducta Alimentaria. Por provincias, 2.383 pertenecen a la provincia de Castellón, 14.711 a la provincia de Valencia y 8.567 a Alicante.
El perfil del paciente varía según el sexo. En el caso de los hombres, se registran más casos en el grupo de edad de 10 a 14 años, y en el caso de las mujeres la franja de edad con mayor número de casos es la comprendida entre los 15 a 19 años.
Por otro lado, del total de pacientes con diagnóstico activo, durante el año pasado se registraron 161 pacientes en la Comunitat Valenciana que requirieron de ingreso hospitalario. De todos ellos, 56 pacientes eran de la provincia de Alicante, 15 de Castellón y 90 de la provincia de Valencia.
La anorexia nerviosa de tipo restrictiva ha sido el principal trastorno que ha motivado el ingreso hospitalario, seguida de anorexia nerviosa de tipo atracón, otros tipos de trastornos de conducta alimentaria o la bulimia, entre otros.
Durante la época de confinamiento, desde las Unidades de Trastorno de Conducta Alimentaria se ha llevado a cabo un seguimiento telefónico de los pacientes. Así, en la Unidad del Hospital Provincial de Castellón se ha registrado un aumento de casos de un 35% en comparación con el año previo, pasando de atender 98 derivaciones hasta el mes de noviembre, a un total de 134 en el mismo periodo de este año.
Según el equipo de profesionales de esta TCA, en general, los casos que ya estaban en tratamiento "se han mantenido estables" y "en muchos de ellos se ha apreciado una mejoría debido a que la modalidad de ingreso domiciliario ha permitido también desarrollar hábitos alimentarios correctos y mayor control y acompañamiento familiar".
Asimismo, el Hospital de Día de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (UTCA) del Hospital La Fe ha duplicado el número de atenciones a personas con anorexia y bulimia durante la pandemia. Las supervisiones de las comidas que se realizan presenciales fueron sustituidas por las telemáticas durante el estado de alarma. De esta manera, los pacientes debían enviar una fotografía de cada una de las ingestas que realizaban en casa para poder establecer un control de la alimentación, una metodología que resultó ser eficaz según los expertos.
Finalmente, el Hospital de San Juan cuenta desde julio de 2019 con un nuevo espacio para la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria que ha permitido mejorar la calidad asistencial al contar con un equipo de enfermería propio, el desarrollo de diversos grupos de terapia y la realización de talleres.