VALÈNCIA. 'Alboraya entrega sus terrenos de Port Saplaya a Quabit para saldar la deuda de 26 millones'. Así abría este diario el pasado 10 de agosto en lo que era un paso más para la construcción de medio millar de viviendas por la cotizada fundada y presidida por Félix Abánades. Antes de ayer la promotora inmobiliaria reconocía que había recibido el suelo como pago de los 26 millones que le debía la ciudad. De este modo se ponía fin al contencioso que libraban ambas partes desde hace años.
En concreto, el pago es fruto de la sentencia emitida a favor de Quabit Inmobiliaria (QBT) en diciembre de 2016 por un juzgado de instrucción, ratificada por la Audiencia Provincial de Valencia, y de tres años de negociaciones posteriores. QBT considera que "se ha cerrado el mejor de los acuerdos para las dos entidades", que ahora se "materializará en unos tres meses". La deuda de esta ciudad valenciana con Quabit es fruto del importe que la inmobiliaria adelantó en su día a la empresa pública de suelo de la localidad, Egusa, para abordar el desarrollo de un sector de suelo, un proyecto que finalmente quedó paralizado.
Y fue ayer cuando el mercado se percató de la exclusiva de Valencia Plaza a la vista del comportamiento de la cotizada madrileña. Lideró los avances de todo el Mercado Continuo -y no hay que olvidar que conviven un centenar de empresas- al cerrar subiendo un 4,69% aunque llegó a dispararse un 11,73% al marcar un máximo de 0,905 euros, la cota más alta desde el pasado 2 de agosto.
Pero la cosa no quedó ahí porque se intercambiaron de manos 1,48 millones de 'quabits' -como se les conoce en la jerga-, es decir, más de lo que ha movido en conjunto a lo largo de este mes; casi siete veces más que su media diaria anual situada en 220.891 títulos según los datos de Infobolsa; fue el volumen de contratación más elevado desde el 11 de mayo de 2018; y representó el 1% del capital social de la promotora. Casi nada.
El arreón alcista de QBT, que redujo hasta el 36,77% la pérdida anual y elevó la capitalización bursátil por encima de los 126 millones de euros, despertó del letargo bursátil que venía presentando. De hecho en las últimas semanas se ha movido en torno a los 0,80 euros por título después de que el pasado 24 de julio cerrase por debajo de la cota psicológica del euro, convirtiéndose así en una 'penny stock'.
Todo ello después de doblar sus ingresos en la primera parte del año pero ganando un 28% menos por el impacto de las quitas de deuda del primer semestre de 2018. Concretamente Quabit Inmobiliaria ganó 850.000 euros; mientras facturó entregó y, por lo tanto, facturó 38 viviendas en los seis primeros meses del año, ratificando a su vez el objetivo de entregar las llaves de entre 500 y 700 pisos fijado para el conjunto del ejercicio tras la revisión a la baja el volumen de entregas que realizó a mediados del pasado mes de mayo. En este sentido, QBT asegura que las entregas previstas se concentrarán en el último trimestre del año.
Al cierre del primer semestre de 2019, la compañía tenía en marcha, en distinto grado de desarrollo, un total de 59 promociones, que suman 4.300 viviendas, de las que 2.200 están en fase de entrega o construcción. QBT prevendió 385 pisos en los seis primeros meses del año, con lo que concluyó el periodo con una cartera de viviendas vendidas y pendientes de entrega de 1.423 unidades, que generarán una facturación de 280 millones de euros.
En el capítulo financiero despidió la primera parte del año con una deuda de 231 millones de euros, un 20% superior a la del inicio de año. La empresa dirigida por Félix Abánades achacó este incremento a las inversiones realizadas en suelo y en construcción de viviendas. Este pasivo equivale al 42% del valor de los activos de la empresa ('loan to value'), frente a la tasa del 38% que representaba a comienzos de año, si bien la compañía asegura que esta cuota "volverá a reducirse a lo largo de 2020".
QBT asegura haber revisado a la baja las necesidades de inversión inicialmente fijadas para este año y el siguiente, gracias a la calidad del suelo comprado en la primera mitad de este año, de forma que actualmente se sitúan en entre 80 y 90 millones de euros, frente al cálculo inicial de 110 y 120 millones.