Algunos sugieren al bitcoin como alternativa a la hegemonía de la moneda estadounidense, pero el estratega está muy en desacuerdo con esa opción
MADRID. La tensión en Estados Unidos es palpable. El número de muertos por el Covid-19 sigue aumentando y simultáneamente se suceden protestas contra el racismo a lo largo de todo el país, mientras los inversores se preguntan si ¿es posible que el dólar pierda su estatus de moneda mundial?
Para que suceda esto, los inversores tendrían que creer que existe una alternativa viable. En la actualidad, no vemos una moneda lo suficientemente fuerte para desempeñar ese papel. La siguiente moneda más popular tras el dólar es el euro. Sin embargo, a finales de 2019, el euro sólo representaba el 20,54% de las reservas oficiales de divisas, frente al 60,89% copadas por el dólar. Este reparto ha sido más o menos estable en los últimos 20 años, por lo que no vemos que haya un 'impulso' a favor del euro.
Algunas partes han sugerido el bitcoin como alternativa a la moneda estadounidense, pero estamos muy en desacuerdo con esa opción, ya que, entre otras razones, no ofrece transparencia, no existe un banco central que la emita y tiene altos niveles de volatilidad.
Además países como China y Japón, que están en posición de debilitar el dólar debido a su excesiva participación en el mismo, no están dispuestos a hacerlo, ya que también viven de sus exportaciones a los Estados Unidos. Sin embargo, están diversificando lentamente sus economías, aunque necesitarán tiempo hasta lograr la desvinculación económica con los Estados Unidos.
Dicho esto, podríamos ver que el valor del dólar disminuye a medio plazo dado el contexto económico general:
François Rimeu es estratega senior de La Française AM