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análisis ap - dos años de legislatura por delante

El descontrol en Podemos y Ciudadanos abre el abanico de opciones sobre el Botánico

15/05/2017 - 

VALÈNCIA. En pocos días se alcanzará el ecuador de la legislatura, un mandato marcado por el cambio de signo político en las instituciones y la profunda variación en el juego de equilibrios parlamentarios. Unas consecuencias de los resultados de las elecciones autonómicas de 2015, en las que el PPCV perdió la mayoría absoluta y propició un gobierno de izquierdas formado por PSPV y Compromís con el apoyo exterior de Podemos consensuado en el Pacto del Botánico.

Un acuerdo que se resume en una mayoría parlamentaria compuesta de 23 diputados socialistas, 19 de Compromís y 12 de Podemos, 13 si se cuenta a la parlamentaria de la formación morada que figura en el Grupo de No Adscritos después de ser expulsada de este partido. En total, 54 o 55 diputados, superando con cierta comodidad la mayoría absoluta situada en 50.

No obstante, en apenas dos años las cosas han evolucionado por distintos derroteros en cada formación política. En este momento, el socio externo del Consell, Podemos, se encuentra en un proceso orgánico que debe decidir quién tomará las riendas del partido morado, una cuestión que en cierta medida preocupa en Presidencia dado el discurso de mayor exigencia en la presión para el cumplimiento del citado Pacto del Botánico que viene esgrimiéndose desde las distintas candidaturas podemitas.
Montiel, Puig y Oltra en la renovación del Pacto del Botánico. Foto: EVA MÁÑEZ

Ahora bien, en una de las formaciones que no fue partícipe del citado acuerdo a tres, también se vienen produciendo cambios. Ciudadanos relevó días atrás a su portavoz, Alexis Marí, precisamente por coincidir con las fuerzas del Botánico respecto al maltrato que la Comunitat Valenciana sufre en los Presupuestos presentados por Mariano Rajoy.

Así, en este momento, Marí y tres de sus seguidores parecen ser los eslabones más débiles en la cadena de Ciudadanos de cara a posibles divergencias en el futuro. Desde el entorno del exportavoz se ha dejado entrever que mientras la formación naranja se ajuste a su programa electoral no romperá la disciplina de voto, aunque de repetirse las discrepancias todo podría variar.

Fran Ferri (Compromís) enseña una camiseta que le regaló Marí (Cs).

En este sentido, cabe recordar que desde la designación de la nueva síndica de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, el discurso que se viene realizando desde la formación naranja va dirigido a endurecer más su posición hacia el Consell que lidera Ximo Puig. Así, el propio Marí ha recibido en los últimos meses reiteradas críticas internas al considerar, parte de sus compañeros, que se votaba en consonancia en demasiadas ocasiones con las fuerzas del Botánico.

Es conocida, además, la buena sintonía persona que precisamente tiene Marí con sus a priori contrincantes políticos de fuerzas como PSPV, Compromís e incluso Podemos; no en vano el propio presidente Puig y la vicepresidenta, Mónica Oltra, estuvieron presentes en su enlace con la eurodiputada Carolina Punset, con quien también mantienen una buena relación. Esta proximidad ha propiciado que más de uno dentro del Botánico -y también fuera- contemple la posibilidad de que, en algún momento determinado, esos cuatro votos de Ciudadanos pudieran favorecer los intereses del Consell al margen de lo que marque la propia formación naranja.

En la otra orilla, el desenlace final del Vistalegre valenciano de Podemos se conocerá el próximo fin de semana. Así, dependiendo de si vence la candidatura de Pilar Lima, próxima a la dirección estatal de Pablo Iglesias; la de Antonio Estañ, que confluye con la Marea Valenciana de corte Anticapitalista, o la de Fabiola Meco, de carácter más continuista a la línea trazada hasta ahora por Antonio Montiel, la hoja de ruta en la relación con el Consell y con los equilibrios en Les Corts puede variar.

Pilar Lima, aspirante a liderar Podemos, durante el Vistalegre valenciano celebrado este domingo. Foto: EVA MÁÑEZ

Es decir, si el Vistalegre valenciano concluye con una fractura entre las distintas fuerzas, ésta podría manifestarse incluso en Les Corts Valencianes. En la actualidad, los diputados considerados 'montielistas' son siete, mientras cuatro pertenecen a la candidatura de Estañ y, la restante, Cristina Cabedo, también ha formado parte de una corriente crítica con la dirección actual. Haciendo las cuentas, cualquiera de estos dos sectores podría actuar 'por libre' para, sumando los cuatro hipotéticos votos de Marí y los suyos, dotar al Consell del respaldo de 50 diputados necesario para sacar adelante iniciativas en la cámara. 

Unos cálculos que algunos dirigentes de diversas fuerzas políticas consultados por este diario enclavan en la "política-ficción", si bien para otros no resultan del todo ajenos. De hecho, también se realizaron en cierta medida cuando se produjo la marcha del diputado de Ciudadanos José Enrique Aguar al Grupo de No Adscritos en la Diputación de Valencia. Allí, los socialistas que lidera Jorge Rodríguez y los diputados que controla Maria Josep Amigó, de Compromís, suman 15 (9 y 6) con lo que solo falta uno para la mayoría absoluta en la corporación. Hasta ahora, el respaldo viene dado por Esquerra Unida y València en Comú, con un diputado cada uno, si bien con la marcha de Aguar de Cs, PSPV y Compromís saben que si en un momento surgen complicaciones con sus socios, también podrían negociar con el dirigente de la ex formación naranja.

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