opinión

El crecimiento económico y los resultados empresariales, catalizadores de la bolsa

El director de Inversiones de Diaphanum Valores advierte que los grandes perjudicados serían los bonos, cuyas rentabilidades subirían por el repunte de la inflación

11/07/2018 - 

MADRID. En los próximos meses el crecimiento robusto de los datos macroeconómicos y los resultados empresariales pueden ser los catalizadores de la renta variable en los mercados financieros, lo cual sería negativo para los bonos, cuyas rentabilidades subirían por el repunte de la inflación. La finalización de la incertidumbre sobre la guerra arancelaria sería un revulsivo para las bolsas, si continúa la escalada de la guerra comercial entre EE UU y el resto del mundo se va a ver afectada negativamente la confianza de los empresarios y consumidores con lo que restará crecimiento económico.

Para los mercados de la Eurozona sobre todo una declaración del Gobierno italiano más contundente sobre su adhesión al proyecto y una mayor imagen de cohesión provocaría una relajación de las rentabilidades de los bonos periféricos, un tensionamientos de los centroeuropeos y una subida de las bolsas.

En los últimos meses la disciplina de producción de la OPEP y Rusia, el aumento de la demanda, la bajada de los inventarios, la reducción de la producción de Venezuela y la imposición de sanciones a Irán por Estados Unidos han provocado un repunte importante del precio del petróleo. Creemos que la importancia creciente de la extracción mediante la técnica del 'fraking', que ha llevado a la autosuficiencia a EE UU. y cuyo coste marginal cada vez es más bajo, unido a la eficiencia de los aparatos que lo consumen, va servir de freno a la subida del precio del petróleo, salvo que los países de la OPEP sigan reduciendo su producción. Con un petróleo ente 50 y 60 dólares/barril creemos que hay un equilibrio de las aspiraciones de productores y consumidores.


La subida del petróleo se está reflejando en los datos de inflación recientes, pero como hemos dicho antes no vemos un petróleo más alto. Las inflaciones generales tenderán en los próximos meses a las subyacentes (que no tienen en cuenta los componentes más volátiles como alimentación y energía) y éstas están subiendo pero de forma mucho más moderada.

Estados Unidos está en el proceso de crecimiento más largo de su historia, 10 años, y los datos muestran que su economía va a continuar acelerándose, la confianza de los consumidores y empresarios está en máximos, tiene el paro en el 3,8% y crece cerca del 3%. Con este panorama no hay que descartar que la economía se recaliente y se acabe el ciclo, la clave va a estar en las subidas salariales, que por el momento son limitadas, tampoco las materias primas están subiendo. Si se lleva a cabo el plan de incremento del gasto público puede aumentar la presión sobre la inflación. Dicho esto, pensamos que aún quedan 3 ó 4 trimestres en que no se producirá.

Valoraciones menos exigentes

Europa está presentando como problema estructural que siempre hay alguna cuestión de algunos de los miembros que influye negativamente en los mercados. Por otra parte, el crecimiento fuerte de los resultados se está produciendo en el sector tecnológico, que tiene un peso bajísimo en la economía europea. Esto nos hace pensar que, aunque las valoraciones son menos exigentes en Europa, los índices de EE UU funcionarán mejor. Otra cosa es a nivel de carteras, una buena selección de activos puede hacer que se supere el rendimiento.

En el caso de las economías emergentes, aunque su situación económica es mucho mejor que en ocasiones anteriores en cuanto a déficit por cuenta corriente y déficit públicos, tamaños de las economía, crecimiento y reservas han reaccionado muy mal al fortalecimiento del dólar y las subidas de tipos en EE UU Lejos de pensar en reducir posiciones hay que considerarlo una oportunidad.

Miguel Ángel García es director de Inversiones de Diaphanum Valores

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