El año 2018 será recordado como el año que Camps declaró tres veces como investigado por sendos casos de corrupción
VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps termina su annus horribilis judicial con una nueva citación como imputado. En esta ocasión es la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de València la que, este miércoles, le aguó el día a Camps. La juez, como ya hicieran anteriormente sus compañeras de instrucción 2 y 17 citó al Molt Honorable el próximo mes de febrero para que dé explicaciones sobre su presunta participación en el supuesto saqueo del erario perpetrado durante la visita del Papa Benedicto XVI en el año 2006.
Camps no irá en solitario a declarar. Entre el 15 de enero de 2019 y el 7 de febrero también están citados a presentarse en el juzgado, entre otros, la secretaria general del V Encuentro y mano derecha de Camps en el tema papal, Henar Molinero; el expresidente de Les Corts y exvicepresidente del Gobierno valenciano Juan Cotino, que tiene pendiente otro juicio vinculado a esta visita en el que se enfrenta a 11 años de cárcel; el exvicepresidente del Consell Víctor Campos; el secretario del Arzobispado y miembro del patronato de la fundación, Antonio Corbí, e incluso el obispo auxiliar de València, Esteban Escudero.
Todos ellos están acusados de prevaricación, falsedad en documento público y malversación de caudales públicos porque se sospecha que adjudicaron diversos contratos sin cumplir ninguno de los requisitos legales que exige la contratación pública. Aquellos contratos llevaron a que se gastaran más de 22 millones de euros de dinero público. Entre los contratos más excesivos figuraban el de 1,5 millones que costó el altar donde se dio la misa; los 3,1 millones para urinarios, la mayoría de los cuales se quedaron sin ser utilizados, o los 1,7 millones que fueron destinados para el alojamiento de los principales asistentes al evento.
Pero si hasta ahora el año ha sido nefasto para Francisco Camps, todavía podría empeorar si desde el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional se decide, finalmente, citarle como investigado dentro de la pieza de la trama Gürtel que investiga los contratos menores de dicha trama con la administración valenciana. Esta última causa se reabrió después de que los cabecillas de la Gürtel Álvaro Pérez, Francisco Correa y Pablo Crespo y el que fuera número dos de Camps en el partido, Ricardo Costa, cantaran ‘la Traviata’ durante el juicio por la financiación irregular del PPCV.
Y eso sin contar que, este viernes, declara ante el magistrado de la Audiencia Nacional Álvaro Pérez dentro de la causa que investiga los conocidos como Papeles de Bárcenas y, últimamente, cada vez que tiene oportunidad, el Bigotes, ‘mete en un nuevo jardín judicial’ al que un día llego a llamar "amiguito del alma". De esta declaración poco se sabe de momento, pero la realidad es que desde que el letrado de Camps dejara caer en un escrito que el letrado de Pérez, Javier Vasallo, podía haber tenido algún tipo de ‘contubernio’ con el exmagistrado Garzón, el Bigotes no ha parado de meter a Camps en líos.
Sin embargo, y pese a que sus más allegados como Costa o su mano derecha en la Fórmula 1, Belén Reyero, han ido lanzando, sin prisa, pero sin pausa, torpedos a la línea de flotación de su defensa, el expresidente continúa manteniendo la teoría de la conspiración y el "yo no sabía nada, solo era presidente y hacía política" como principales armas de su defensa jurídica. Una estrategia procesal que por el momento no solo no le está funcionando, sino que le está llevando a acumular procedimientos judiciales.