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El agresivo giro de la política del BCE añade un sesgo bajista al euro

Draghi refuerza una vez más su legado de política expansiva al abrir la puerta para un amplio grado de acomodación monetaria al rescate de la Eurozona

26/07/2019 - 

MADRID. Mario Draghi refuerza una vez más su legado de política monetaria expansiva al abrir la puerta para un amplio grado de acomodación monetaria al rescate de la Eurozona. Con el comunicado de ayer, el presidente del BCE sienta las bases para desplegar un paquete de medidas de soporte monetario en la reunión de septiembre. En adición a posibles recortes de los tipos de interés por lo menos hasta la primera mitad del 2020, el paquete de apoyo podría incluir un sistema escalonado de compensación a las reservas bancarias y la reapertura de las compras netas de bonos.

El deterioro del sector productivo europeo, en particular del brazo manufacturero de las principales economías, sopesa negativamente en el balance de riesgos de la Eurozona. Las crecientes amenazas externas solo contaminan el panorama, entre ellas: las tensiones geopolíticas, las posturas proteccionistas, la amenaza de un Brexit unilateral y la creciente vulnerabilidad de algunos mercados emergentes, entre otras.

La persistencia por más de un año de lo que hace unos meses solo eran potenciales riesgos para la expansión económica, ya representa en sí misma la materialización del deterioro de la Eurozona que temía el BCE. Debido a esto, el banco prevé que el repunte positivo de la actividad económica en el primer cuarto del año probablemente no se repetirá en los dos siguientes trimestres. La recaída de las medidas de inflación observada y esperada, incómodamente alejadas de la meta del 2%, prescribe por tanto una postura extraacomodaticia del BCE.

A pesar de que el mensaje de Draghi estuvo ampliamente alineado con las expectativas de los inversores, la caída inicial del euro refleja las perspectivas de una mayor flexibilización de las condiciones de financiamiento. La sorpresa, sin embargo, fue la magnitud de la corrección que experimentó el cruce euro/dólar al aproximarse a la barrera de 1,11 unidades, con una apreciación de 0,7 puntos porcentuales que dejó, contradictoriamente, un balance positivo para el euro. Previsiblemente, este nivel es un importante nivel psicológico marcado por los inversores como el valor más favorable para poner órdenes de mercado. 


Las expectativas de una relajación de los tipos de la Reserva Federal la próxima semana probablemente refuerzan la confianza sobre este valor crítico. Sin embargo, con una inyección de soporte monetario del BCE en camino, esperada con alta probabilidad para el encuentro de septiembre y destinada a permanecer por un tiempo prolongado, la resistencia de la divisa a caer por debajo de este umbral podría ponerse a prueba. El agresivo giro de la política monetaria del BCE añade un sesgo marcadamente bajista a la moneda única en el corto y medio plazo.

Olivia Álvarez es analista de Monex Europe en España

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