VALÈNCIA. El PSOE se sumerge de lleno esta semana en los pasos previos del 40º Congreso Federal que tendrá lugar en València del 15 al 17 de octubre. No obstante, de forma prácticamente simultánea también se inicia el proceso para la misma cita orgánica en la federación autonómica, que tendrá lugar en Benidorm entre el 12 y el 14 de noviembre y donde se decidirá si el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, continúa al frente del PSPV sin oposición o si deberá enfrentarse a un candidato alternativo como ya ocurriera en 2017.
En aquel momento, el alcalde de Burjassot, Rafa García, integrado dentro de la familia política del ahora exministro de Transporte y ex secretario de Organización, José Luis Ábalos, plantó cara a Puig logrando un nada desdeñable 42% de los votos. Una cifra notable frente al presidente de la Generalitat que se explica por el enfrentamiento previo en las primarias federales, donde el 'abalismo' lideró en la Comunitat Valenciana de forma victoriosa la bandera de Pedro Sánchez frente a los partidarios de la andaluza Susana Díaz, en su mayoría cercanos a Puig.
No obstante, ahora la situación ha cambiado notablemente. El cese de Ábalos en sus responsabilidades políticas en primera línea y la mejora de las relaciones entre Sánchez y el presidente de la Generalitat, han estrechado el margen de maniobra para una candidatura alternativa contra Puig, más aún cuando distintas fuentes socialistas aseguran que, en los últimos días, se perciben más movimientos dirigidos a la negociación que al choque de trenes.
En este sentido, la cúpula del PSPV, muy cercana a Puig, también ha diseñado un calendario para el congreso valenciano que dificulta las maniobras de rebelión. El próximo miércoles 1 de septiembre deben presentarse las precandidaturas para liderar tanto el PSOE (enfrentarse a Pedro Sánchez) como también para el PSPV (lidiar con Ximo Puig). Una fecha que no contribuye demasiado a construir alternativas, puesto que hubiera obligado a tratar de apuntalar apoyos en pleno verano.
En esta línea, el rival de Puig en 2017, Rafa García, si bien no se ha pronunciado públicamente sobre si volverá a dar el paso, tampoco parece que haya realizado movimientos de profundidad en estas últimas semanas con ánimo de dar el salto de preparar la alternativa..
Otras fuentes próximas a la corriente 'abalista' contemplan el diálogo de cara a los distintos procesos congresuales, tanto federal, como autonómico y provinciales. En este sentido, aseguran que se han producido contactos con el entorno de Puig pero principalmente en lo que se refiere a las listas provinciales de delegados que acudirán al cónclave del PSOE que tendrá lugar en València en octubre.
.
Así pues, al menos hasta el momento, los planteamientos no apuntan al impulso a una candidatura frente a Puig, lo que indicaría un cambio de posicionamiento por parte de los afines a Ábalos en el PSPV, que durante varios meses sí se habían mostrado más activos a la hora de recabar apoyos y sin descartar movimientos de esa índole de cara al congreso autonómico.
No obstante, esa capacidad de maniobra llegará a su fin el próximo miércoles, cuando deben presentarse las precandidaturas a la Secretaría General del PSPV. Será entonces donde podrá asegurarse al 100% si Puig continuará como líder de los socialistas valencianos o si debe enfrentarse a un proceso de primarias como el de hace cuatro años. Si como parece, el 'abalismo' no presenta un opositor, ganará puntos para el diálogo y la negociación con el sector 'ximista' pero perderá una baza importante de negociación como es una candidatura alternativa para tensar la cuerda en conversaciones posteriores.
.