MADRID, (EP). La dieta mediterránea, rica en alimentos vegetales, está asociada con una variedad de beneficios para la salud, incluyendo una menor incidencia de demencia. Ahora, investigadores de la Escuela Lewis Katz de Medicina (LKSOM, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Temple, en Filadelfia, Estados Unidos, han identificado un ingrediente específico que protege contra el deterioro cognitivo: el aceite de oliva virgen extra, un componente importante de la dieta mediterránea.
Los investigadores muestran que el consumo de aceite de oliva virgen extra protege la memoria y la capacidad de aprendizaje y reduce la formación de placas beta-amiloideas y enredos neurofibrilares en el cerebro, marcadores clásicos de la enfermedad de Alzheimer, como se detalla en un artículo sobre el un estudio publicado en la edición digital de este miércoles de 'Annals of Clinical and Translational Neurology'.
El equipo identificó los mecanismos subyacentes a los efectos protectores del aceite de oliva virgen extra. "Hemos encontrado que el aceite de oliva reduce la inflamación del cerebro, pero lo más importante es activar un proceso conocido como autofagia", explica el investigador principal Domenico Praticò, profesor en los Departamentos de Farmacología y Microbiología y el Centro de Medicina Traslacional en LKSOM. La autofagia es el proceso por el cual las células se descomponen y eliminan los desechos intracelulares y las toxinas, como placas amiloides y enredos tau.
"Las células cerebrales de ratones alimentados con dietas enriquecidas con aceite de oliva virgen extra tenían niveles más altos de autofagia y niveles reducidos de placas amiloides y tau fosforilada", señala Praticò. Esta última sustancia, tau fosforilada, es responsable de enredos neurofibrilares, que se sospecha que contribuyen a la disfunción de las células nerviosas en el cerebro que es responsable de los síntomas de pérdida de memoria vistos en el Alzheimer.
Estudios anteriores han sugerido que el uso generalizado del aceite de oliva virgen extra en las dietas de las personas que viven en las zonas mediterráneas es en gran parte responsable de los muchos beneficios para la salud vinculados a la dieta mediterránea. "Se piensa que el aceite de oliva virgen extra es mejor que las frutas y verduras solas y como grasa vegetal monoinsaturada es más saludable que las grasas animales saturadas", destaca Praticò.
Para investigar la relación entre el aceite de oliva virgen extra y la demencia, Praticò y sus colegas usaron un modelo de ratón de enfermedad de Alzheimer bien establecido. Conocido como triple modelo transgénico, los animales desarrollan tres características clave de la enfermedad: deterioro de la memoria, placas amiloides y enredos neurofibrilares.
Los investigadores dividieron a los animales en dos grupos, uno que recibió una dieta enriquecida con aceite de oliva extra virgen y uno que recibió una dieta normal sin aceite de oliva. El aceite de oliva se introdujo en la dieta cuando los roedores tenían 6 meses de edad, antes de que los síntomas de la enfermedad de Alzheimer empiecen a emerger en el modelo animal.
En apariencia general, no hubo diferencias entre los dos grupos de animales. Sin embargo, a los 9 meses y 12 meses, los ratones de la dieta enriquecida con aceite de oliva virgen extra obtuvieron resultados significativamente mejores en las pruebas diseñadas para evaluar la memoria de trabajo, la memoria espacial y las habilidades de aprendizaje. Los estudios del tejido cerebral de ambos grupos de ratones revelaron diferencias dramáticas en la apariencia y función de las células nerviosas.
"Una cosa que destacó inmediatamente fue la integridad sináptica", afirma. Praticó. La integridad de las conexiones entre las neuronas, conocidas como sinapsis, se conservó en los animales que siguieron la dieta de aceite de oliva virgen extra. Además, en comparación con los ratones que llevaron una dieta regular, las células cerebrales de los animales en el grupo de aceite de oliva mostraron un aumento dramático en la activación de autofagia de células nerviosas, que fue en última instancia responsable de la reducción de los niveles de placas amiloides y tau fosforilada.
"Es un hallazgo emocionante para nosotros --subraya Praticò--. Gracias a la activación de la autofagia, se conservaron la memoria y la integridad sináptica y se redujeron significativamente los efectos patológicos en animales destinados a desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Esto es un descubrimiento muy importante, ya que sospechamos que una reducción en la autofagia marca el inicio de la enfermedad de Alzheimer".
El doctor Praticò y sus colegas planean investigar los efectos de introducir el aceite de oliva extra virgen en la dieta de los mismos ratones a los 12 meses de edad, cuando ya han desarrollado placas y enredos. "Por lo general, cuando un paciente acude a un médico por síntomas sospechosos de demencia, la enfermedad ya está presente --señala Praticò--. Queremos saber si el aceite de oliva añadido en un momento posterior de la dieta puede detener o revertir la enfermedad".