MADRID, (EP). Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) han constatado que el consumo abusivo de alcohol eleva el riesgo de infarto de miocardio y otros problemas cardiovasculares, incluso en quienes no tienen antecedentes familiares de una enfermedad cardiaca o presentan otros factores de riesgo conocidos.
En concreto, según los resultados publicados en la revista 'Journal of the American College of Cardiology', después de tener en cuenta el tabaquismo, la obesidad o la diabetes vieron que sólo el abuso de alcohol aumentaba un 40 por ciento el riesgo de tener un infarto.
Asimismo, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas también se asoció a un riesgo dos veces mayor de fibrilación auricular mientras que el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva, un trastorno crónico del bombeo de corazón, era 2,3 veces mayor.
A pesar de que algunas investigaciones previas han vinculado el consumo ocasional o incluso diario con una mejor salud del corazón, estos hallazgos deberían poner fin a cualquier creencia errónea de que con mayores consumos el beneficio sea mayor, según ha defendido Gregory Marcus, principal autor del estudio.
"Hemos demostrado que no sólo el consumo excesivo de alcohol aumenta sustancialmente el riesgo de fibrilación auricular e insuficiencia cardiaca, sino también el de sufrir un infarto, el único fenómeno que los datos anteriores han sugerido que podría ser mitigado por el consumo moderado de alcohol", ha añadido.
Para evaluar la conexión entre el abuso de alcohol y los problemas cardíacos, Marcus y su equipo analizaron datos de más de 14,7 millones de adultos de California que fueron atendidos, hospitalizados e incluso operados de urgencias entre 2005 y 2009. Alrededor del 1,8 por ciento, unos 268.000 pacientes, habían sido diagnosticados con abuso de alcohol.
El aumento del riesgo de infarto, fibrilación auricular e insuficiencia cardiaca congestiva asociado con el abuso de alcohol en el estudio fue similar en magnitud al causado por otros factores de riesgo bien conocidos como la diabetes, la hipertensión o la obesidad.
De hecho, calcularon que acabar con este consumo abusivo permitiría evitar más de 73.000 casos de fibrilación auricular, 34.000 infartos y 91.000 casos de insuficiencia cardiaca congestiva en Estados Unidos, según los investigadores, que no obstante admiten que el estudio es observacional y no prueba que la bebida sea la causante de estos problemas.
Además, otra limitación del estudio es que los datos sobre los pacientes diagnosticados con problemas de abuso de alcohol no especifica cuánto bebían las personas, señalan los autores. De igual modo, también es posible que algunas personas del estudio fueran bebedores abusivos pero no fueran diagnosticados como tal, lo que impide determinar qué cantidad de alcohol se considera abusiva y, por tanto, perjudicial.
Pese a ello, la amplia muestra del estudio permite haber identificado problemas cardiacos relacionados con el alcohol que otros trabajos previos no habían identificado, según ha añadido Michael Criqui, de la Universidad de California en San Diego , en un editorial que acompaña al estudio.