VALÈNCIA (EP). El Puerto de València se ha marcado el reto de autoabastecerse y alcanzar la autosuficiencia energética, a través de energías renovables, en 2025. Con este objetivo ha diseñado un ambicioso plan que abarca desde la construcción de una subestación eléctrica, hasta la instalación de placas fotovoltaicas y la construcción de torres eólicas, y en este último caso, dadas las "limitaciones" de espacio, está en pensando en la posibilidad de ubicar aerogeneradores en el mar e incluso hacer un arrecife artificial para atraer vida marina.
Así lo ha avanzado este jueves el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, en un desayuno informativo, en el que ha explicado que estos aerogeneradores se podrían a una distancia "razonable" de 4 ó 5 kilómetros con un "pequeño impacto visual".
Según Martínez, existe tecnología que permite construir aerogeneradores en diques flotantes, no anclados con una pequeña estructura. Además, sería una oportunidad para hacer un "a lo mejor", un "bonito arrecife artificial", como "fórmula para atraer vida allí y son también muy visitados" por gente aficionada al submarinismo, ha resaltado.
En la misma línea, el director general de la APV, Francesc Sánchez, ha defendido que aunque las torres marinas tendrán cierto "impacto visual", hay que tener en cuenta que "si nos estamos cargando la atmósfera y queremos ir a la autosuficiencia energética basada en energías renovables, hay que preguntarse ¿qué preferimos más emisiones o ver unas aspas en el horizonte?".
La APV ya explicó en su momento la necesidad de acometer un plan eólico para instalar entre cinco y siete torrres con el objetivo de conseguir entre 12 y 16 megavatios. Cada una costará alrededor de 1,1 millones de euros por megavatio instalado, de modo que teniendo en cuenta que se estiman de alrededor de 4,5 megavatios, cada torre costaría cerca de 5 millones de euros.
Ahora, dadas las "limitaciones de superficie" en tierra para instalar las torres, la APV se plantea la posibilidad de ponerlos en el mar. En todo caso, para conocer el tipo de torres eólicas más adecuado para el puerto valenciano, se ha instalado un equipo de medición de viento que, durante un año, captará los vientos, su forma y sus horarios, y con los datos que recopile se decidirán las torres más aptas para este entorno.
Aurelio Martínez ha subrayado que además de la importancia de la sosteniblidad, se trata de un plan "económicamente rentable" y ha calculado "en un plazo de siete u ocho años se recuperará la inversión".
Por su parte, la subestación eléctrica, que rondará los 8 millones de euros y tendrá una potencia de unos 30 megavatios, sigue pendiente de la autorización de Conselleria. Cuando esté construida, la intención es fomentar y pactar con los barcos que cuando entren al puerto valenciano se conecten a la red eléctrica, y con ello reducir las emisiones.
Hasta entonces, no se puede dar este paso, ya que la potencia actual del puerto está entre 12 y 13 megavatios y un solo crucero ya consume 6.
La idea de la APV es adelantarse a las exigencias de la Unión Europea, que insta a los puertos a llegar a la eficiencia energética entre 2020 y 2025, y hacer del Puerto de Valencia un recinto capaz de autoabastecerse con energías renovables en 2025.