VALÈNCIA. El apoyo de Podemos al anteproyecto de ley de los Presupuestos de 2018 se complica. La formación morada presentó este miércoles el diseño de tasa turística que ha estado elaborando durante las últimas semanas después de que Les Corts aprobaran en septiembre la propuesta de resolución que instaba al Consell a implantar un impuesto en este sector. Un diseño de tasa -en realidad es un impuesto- que los socialistas estudiaron y rechazaron pocas horas después por considerarlo "interesante", pero "inviable" para aplicar el próximo ejercicio.
A pesar de que el partido que dirige Antonio Estañ fijó como "prioritario" que el Consell atendiera cuestiones políticas, que no presupuestarias, para garantizar el respaldo a las cuentas del próximo año, el portavoz del PSPV, Manolo Mata, aseguró a última hora de la tarde de este miércoles que este impuesto "es inaplicable en 2018" y su partido cree que también en 2019. "Es un tema de tanto calado que los partidos que compitan en las elecciones de 2019 lo incluirán, o no, en sus programas electorales", añadía el también vicesecretario general del PSPV.
Cabe señalar que, sin el apoyo de los socialistas en la comisión de Economía, Presupuestos y Hacienda a esta enmienda, la posibilidad de que esta propuesta de los morados salga adelante resulta casi imposible si ningún partido cambia de postura. El PP y Ciudadanos se oponen a ella y suman 6 votos, mientras que los partidos que están a favor -Podemos, Compromís y el diputado no adscrito, David de Miguel- también suman otros 6 votos. El PSPV era el encargado de romper este empate a favor o en contra. Y, los socialistas, ya se ha posicionado.
En el PSPV dudan de determinados aspectos del diseño realizado por el partido que lidera Estañ. No ven con claridad qué organismo recaudaría esta tasa ni cómo se haría dicha recaudación. Además, cuestionan la periodicidad de las transferencias, que los morados no han especificado.
Asimismo, se preguntan por la exclusión en el listado de categorías sujetas a tributación de los apartamentos compartidos que no forman parte de bloques o conjuntos cuando resto de alojamientos turísticos -sean estos viviendas, hoteles o apartamientos- están gravados. Las críticas continúan por la posibilidad de que se grave el régimen de aprovechamiento oportuno turístico cuando, según el PSPV, son los propios propietarios los que pueden disfrutar de turnos y por lo tanto están en su casa.
Con todo, para los socialistas, una de las cuestiones más incomprensibles es la medida que plantea Podemos para el periodo de Fallas. No entienden que se establezcan las bonificaciones considerando temporada baja una de las fiestas más emblemáticas de toda la Comunitat Valenciana.
También lanzan dudas legales. Así, afirman que el diseño de Podemos choca la Ley de Haciendas Locales, ya que un municipio no puede regular una competencia local fuera de esta normativa ni se puede obligar, si no es a través de la administración central, a tener unas ordenanzas fiscales determinadas.
De hecho, sus interrogantes sobre el encaje legal de la propuesta llegan al tramo autonómico. En el partido del puño y la rosa prefieren que se realice un estudio más pormenorizado sobre las exenciones, el cobro y los recursos que hay disponibles. "No se pueden dejar tantos aspectos en el aire", censura Mata.
Así, el partido que lidera Ximo Puig es partidario de que un tema "de extraordinaria complejidad y de un desarrollo que necesita abordarse con más profundidad" -en palabras de Mata- encuentre un mayor consenso con el sector turístico. Eso es, que todos los agentes implicados hagan llegar su propuesta de tasa turística y estudiarlas detenidamente con ellos, realizando, a su vez, una comparativa con lo que sucede en el resto de autonomías que cuentan con este impuesto o son un polo de atracción turística.
De esta manera, el síndic socialista señala que lo que se pretende es presentar una "propuesta jurídicamente intachable a través de los mecanismos legales pertinentes", y advierte que sin la "complicidad del sector" no la van a aplicar.
Los socialistas valencianos no quieren más contratiempos de cara a las próximas elecciones. Con la crisis de Cataluña amenazando con pasar factura al electorado si el desafío independentista aún persiste en el debate nacional, los del puño y la rosa abogan por evitar cualquier medida excesivamente polémica como es la tasa turística. Y más con el precedente balear, cuando el socialista Francesc Antich perdió las elecciones en 2003 por la implantación de un impuesto similar con toda la patronal turística en contra.
Aunque Les Corts Valencianes aprobaron una propuesta de resolución de Podemos en el pasado Debate de Política General que contó con el voto afirmativo de Compromís y la abstención de Ciudadanos y PSPV, los socialistas aplazan la discusión sobre este gravamen a los próximos comicios autonómicos. Y advierten de que, en todo caso, sería una medida a discutir en una hipotética renovación del Acuerdo del Botànic.