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los socialistas plantean que cada partido traiga la igualdad "de casa"

El PSPV avisa de que no cambiará sus consellers para asegurar la paridad como ocurrió en 2015 

22/05/2019 - 

VALÈNCIA. La semana que viene se intensificarán las reuniones entre las tres fuerzas progresistas -PSPV, Compromís y Unides Podem- que deben sentar las bases para la segunda edición del Pacto del Botánico, un acuerdo dirigido estipular el proyecto del Gobierno valenciano y el diseño del Ejecutivo para los próximos cuatro años.

En 2015, durante la formación del Consell, una de las cláusulas que se estableció es que por primera vez la composición de la cúpula del gobierno fuera paritaria: es decir, el mismo número de mujeres que de hombres. Y así fue: PSPV y Compromís (Podemos decidió no integrarse en el Ejecutivo) se repartieron cinco áreas de gestión respectivamente y, de la misma manera, se nombró a cinco féminas y cinco varones. 

Sin embargo, no resultó fácil. Así lo recuerda en el PSPV por lo que en la formación socialista no están dispuestos a tener que volver a hacer cambios de última hora entre sus consellers tal y como ocurrió en 2015 para cumplir con la igualdad, sino que abogan por que cada fuerza política traiga, por así decirlo, la paridad "de casa". Es decir, todas las propuestas deben incluir esta condición.

En cuanto a lo ocurrido con Compromís hace cuatro años, parte del Bloc con su entonces líder Enric Morera al frente trató de impulsar como consellera de Educación a Gràcia Jiménez, profesora de Historia y reconocida activista de Escola Valenciana. No obstante, apenas unas horas de anunciarse públicamente los nombres del Ejecutivo, la líder de Iniciativa -la segunda pata numérica de la coalición-, Mónica Oltra, mostró su disconformidad con el perfil elegido -de hecho su partido no deseaba especialmente ese área- y respaldó la alternativa de que fuera Vicent Marzà el nuevo conseller de Educación.

Ximo Puig, Mónica Oltra y Martínez Dalmau, en la primera reunión de los tres líderes para el Botànic II. Foto: EVA MÁÑEZ

Una maniobra sobre la bocina que causó, además de un fuerte revuelo en Compromís -coalición formada por Bloc, Iniciativa y Verds-Equo-, unos daños colaterales en la propia estructura que ya tenía diseñada el PSPV-PSOE de Ximo Puig, según rememoran fuentes socialistas. 

En este sentido, la coalición valencianista fue la que más problemas atravesó para cumplir con la paridad y, de hecho, tuvo también que modificar la idea inicial de que el portavoz de VerdsEquo, Julià Álvaro, fuera conseller de Agricultura y Medio Ambiente, pasando a ser designado a posteriori secretario autonómico y convirtiéndose en máxima responsable del departamento Elena Cebrián, que a priori había sido llamada para ser directora general por su notable perfil técnico.

En este sentido, la decisión de Oltra de ejecutar ese cambio enfadó al sector del Bloc liderado por Morera pero también obligó a modificar el plan inicial en las filas socialistas de Puig, puesto que obligó a una variación de última hora entre sus favoritos. Aunque algunas fuentes socialistas apuntan a que la gran beneficiada de esta circunstancia fue Carmen Montón, designada consellera de Sanidad cuando muchos apuntaban al diputado Ignacio Subías, otros dirigentes del PSPV aseguran que la cartera que se vio afectada por el cambio de rumbo de Compromís fue Obras Públicas, donde los socialistas pensaban en un varón inicialmente pero situaron finalmente a María José Salvador como consellera.

Un escenario de cambios y modificaciones sobre la hoja de ruta que, en esta segunda negociación, desde el PSPV pretenden evitar. Así, las propuestas deberán ser paritarias y, según apuntan algunos dirigentes socialistas, en el caso de que deba realizarse algún esfuerzo extra -en un hipotético reparto impar- para cumplir con la paridad este debería correr a cargo de los socios de gobierno dado que en la pasada legislatura los socialistas fueron, a su juicio, los que pusieron la solución al problema.

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