uso del avión oficial para acudir al festival de música

El Gobierno no dará información del viaje de Sánchez al FIB al catalogarlo de "secreto oficial"

17/08/2018 - 

CASTELLÓ. El Gobierno no responderá sobre los detalles del reciente viaje del presidente Pedro Sánchez al festival internacional de Benicàssim (FIB) al señalar que se trata de un secreto oficial sobre el que no puede revelarse información, al tratarse de un asunto que considera como materia “clasificada”, según la respuesta formal que el Ejecutivo socialista ha dado a la agencia Servimedia, que había pedido información  conforme a la Ley de Transparencia sobre el vuelo a Castellón en avión oficial del jefe del Gobierno el pasado mes de julio.

Tal como publica Servimedia, el Gobierno rehúsa de esta forma aclarar el coste que supuso el viaje en avión Falcon del presidente, no dará información sobre quiénes eran sus acompañantes y las razones por la que se decidió la apertura en exclusiva del aeropuerto para acoger el séquito presidencial, ya que lo cataloga de secreto oficial.

Las mismas fuentes señalan, entre otros argumentos esgrimidos por la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, el acuerdo del Consejo de Ministros de 28 de noviembre de 1986 para rechazar la solicitud en amparo de la Ley de Transparencia, el cual clasificó determinados tipo de información utilizando la Ley de Secretos Oficiales. Uno de ellos son “los informes y datos estadísticos sobre movimiento de fuerzas, buques o aeronaves militares”.


El viaje a Castellón se encontraba en la agenda del presidente del Gobierno del pasado 20 de julio, en el que se contemplaba una visita al Ayuntamiento de la capital de la Plana para firmar en el libro de honor y un encuentro "informal" con el jefe del Consell, Ximo Puig, en la Casa dels Caragols, sede de Presidencia de Generalitat en Castellón. Tras 40 minutos de reunión, Sánchez se dirigió a Benicàssim, para asistir al concierto de The Killers acompañado, entre otras personas, por su esposa, Begoña Gómez. El gabinete de Sánchez, cuando se hizo público el viaje a través de los medios de comunicación, calificó la asistencia al FIB como “agenda cultural de noche” del presidente. A partir de ese momento, tanto desde las filas de Compromís como del PP solicitaron sus correspondientes aclaraciones tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado.


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