VALÈNCIA. La consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunció este martes en rueda de prensa que el Gobierno valenciano no presentará solicitud para que la autonomía pase a la Fase 2 del desconfinamiento el próximo lunes. De esta manera, la responsable autonómica daba un paso atrás respecto a su propia intervención del pasado sábado, cuando comunicó a los medios que la Generalitat trasladaría al Ministerio de Sanidad su deseo de avanzar a esta etapa apenas 24 horas después de conocer que, tras el chasco inicial del pasado 8 de mayo, los 14 departamentos pendientes lograban superar la etapa 0 y unirse a la decena de áreas que sí había conseguido pasar de fase.
De hecho, la comparecencia de Barceló sorprendió incluso a algunos altos cargos del Gobierno, que vieron arriesgado lanzarse a poner sobre la mesa el avance de una segunda etapa en tan solo una semana, cuando en su momento el director del Centro de Emergencias, Fernando Simón, estableció como marco general que cada provincia debería permanecer al menos 14 días en una misma fase. Un período elegido con criterio científico, dado que son los plazos en los que se puede detectar los posibles repuntes del coronavirus entre etapa y etapa.
El tropiezo del Consell empezaba a intuirse poco antes de que Barceló se personara ante los medios, en esta ocasión escoltada por la subdirectora de Epidemiología, Herme Vanaclocha. Horas antes, el ministro Salvador Illa, a preguntas de los medios sobre este posible pase de la Comunitat Valenciana a Fase 2, no descartó ninguna posibilidad a la espera de conocer la propuesta pero indicó que sería "aconsejable" esperar "un período de tiempo suficiente para ver qué efectos pudiera tener una progresión de fase en una unidad territorial". Unas palabras que, unidas a las de la consellera después, sonaron a una clara directriz del ministerio para que la Generalitat no siguiera avanzando por ese camino si no quería estrellarse con otra decepción como la sufrida el 8 de mayo.
Y es que ese día, cuando 3,5 millones de valencianos conocieron que se quedarían en Fase 0 mientras el resto pasaba a la siguiente etapa, sigue escociendo en el Palau de la Generalitat. Las expectativas alimentadas por Barceló pero también por el propio presidente, Ximo Puig, terminaron en un revés para la Comunitat Valenciana que no ha terminado de ser aclarado. Ahora, al menos, todo apunta a que el ministerio dio la ocasión al Gobierno valenciano de una retirada digna: 'decírselo vosotros a los ciudadanos si no queréis que se lo diga yo', pareció deslizar Illa al Consell con su frase.
Así, la consellera justificó la decisión en la "prudencia" debido al ascenso del "índice reproductivo básico" -promedio de casos nuevos- del virus, que había pasado en apenas unos días del 0,66 al 0,85, cuando se considera el 1 la cifra de peligro. Un argumento que la experta Vanaclocha se ocupó de apuntalar, recalcando que deben asegurar que este aumento de casos "no lleva a más transmisión". "Preferimos esperar una semana", sentenció.
Además, la subdirectora de Epidemiología defendió el cambio de criterio de la organizar la 'desescalada' por áreas de salud -como quería la Generalitat- a las provincias que aconsejaba el ministerio. En primera instancia, Illa permitió este reparto por áreas pero el pasado día 15, la Generalitat asumió la tesis provincial. Sobre esto, Vanaclocha explicó la mejor capacidad para el desarrollo y control de la movilidad de esta manera, lo que significa una enmienda -casi a la totalidad- de lo defendido hasta ahora por Barceló y por el propio Puig.
Como se veía venir desde el mismo sábado, la decisión del gobierno valenciano de renunciar a los departamentos sanitarios y virar el criterio de desescalada hacia el provincial ha tenido damnificados, los diez departamentos que sí pasaron a Fase 1 el 11 de mayo. Seis departamentos de Salud de la provincia de Alicante, tres de Valencia y uno de Castellón vieron unida su suerte a la de las áreas rezagadas y tendrán que permanecer durante tres semanas en la misma fase al convertirse las provincias en contenedores con áreas de salud en diferentes puntos de la desescalada.
En este sentido, Barceló rechazaba que esta decisión suponga un "agravio" para los municipios de estos departamentos e insistía en que el criterio provincial permite la movilidad en el entorno de la provincia, lo que es "algo muy positivo" porque "podemos reestablecer relaciones y encontrarnos a mucha gente". Sin embargo, son muchas las cuestiones económicas y sociales en las que se avanza en la Fase 2.
La sincronización provincial entre las diferentes áreas de salud retrasará cuestiones como el contacto social entre grupos de hasta 15 personas, la realización de bodas con un aforo del 50% y sin superar los 100 invitados en espacios al aire libre o los 50 en espacios cerrados, los velatorios con un límite de 25 personas en espacios al aire libre o 15 en espacios cerrados. En la Fase 2 también está contemplada la apertura de centros comerciales al 40% o que los bares permitan la entrada de clientes en interior con aforo de un tercio.
Mientras, desde la Generalitat nadie consigue desvelar el porqué no han recibido el informe que dejó fuera a 14 departamentos el 8 de marzo fuera de la Fase 1. Mientras Illa señalaba que había remitido el documentos a las autonomías que lo habían solicitado, Puig aseguraba el pasado domingo que no habían tenido acceso al mismo. Esto mismo ratificaba este martes Barceló, quien admitía que no disponen del informe aunque han intercambiado "información técnica" con el ministerio.