VALÈNCIA. (EP). La Generalitat Valenciana pondrá a marcha a finales de este año una línea de ayudas al sector empresarial y un sello de calidad que supondrá bonificaciones fiscales con el fin de impulsar el uso del valenciano en este ámbito. Estas acciones pretenden superar políticas que se limitaban a subvencionar los rótulos de los establecimientos para ir "más allá" y reconocer a aquellas entidades que impulsen cuestiones como "la comunicación con los clientes, la publicidad o con personal capacitado" en las dos lenguas oficiales.
Así lo ha aseverado en una entrevista concedida a Europa Press el director general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo, Rubén Trenzano, quien ha recalcado que si en los primeros ejercicios del gobierno del Botànic las acciones de difusión del valenciano se han centrado en los ámbitos educativo y social "2018 va a ser el año de la industria, la empresa y el comercio".
En este marco, para final de año está prevista "una línea de ayudas para el sector empresarial y un sello que contempla bonificaciones a partir de aquellas competencias autonómicas a nivel tributario y fiscal", ha explicado el director general.
La normativa --en la que están trabajando de forma junta la Dirección de Política Lingüística, dependiente de la Conselleria de Educación, y las conselleries de Hacienda y Economía-- "va más allá de la rotulación", ya que además se estudia tener en cuenta la web, "la comunicación con clientes, la publicidad, bonificación si una empresa tiene a sus trabajadores capacitados en valenciano como ya se hace con ciertas subvenciones culturales".
Por eso, ha insistido en que "ya no son subvenciones a los rótulos sino que se va más allá para que las empresas construyan, no solo de cara a la calle, sino también de forma interna, con sus trabajadores".
Preguntado por si teme que se les reproche discriminación entre comarcas valencianohablantes y castellanohablantes, Trenzano ha subrayado que la intención de la administración es que en estas últimas "también se haga un uso social del valenciano".
"Lo de las zonas castellanoparlantes y valencianoparlantes --ha proseguido-- no lo hemos de concebir como una frontera o una muralla, sino que hemos de construir puentes, que quiere decir sumar y que las dos lenguas convivan en igualdad".
"Lo que nosotros queremos es que las castellanohablantes se incorporen al valenciano pero esto no quiere decir que todo el mundo vaya hablando valenciano, eso no es política lingüística en una zona donde el castellano es lengua histórica, sino que lo que pretendemos es que estas comarcas puedan garantizar los derechos lingüísticos de las personas que van allí", ha argumentado.
Ademán, ha resaltado que se tendrá en cuenta el mayor esfuerzo que hace una empresa de una zona de predominio castellano y de la del área en valenciano. "No podemos compensar de la misma manera a la empresa que apuesta por el valenciano en Sueca que a la que lo hace en Torrevieja, por ejemplo, todo eso se prevé".
El objetivo, ha continuado, es hacer ver a todos las localidades que "el valenciano también es de ellos". En este sentido, ha manifestado que la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV) "no nace para que haya una muralla entre zonas castellano y valencianohablantes". "Debe haber un intercambio y sentir que es su lengua. Cualquier valenciano que nace en este territorio lleva de fábrica el hecho de tener dos lenguas oficiales nazca donde nazca", ha concluido.