VALÈNCIA. Las diferencias son claras y el malestar entre los socios del Botànic -especialmente de Compromís y Unides Podem- por la intención de la Conselleria de Sanidad (en manos del PSPV) de crear una empresa pública de salud que gestione los departamentos de salud y servicios que se encuentran en proceso de reversión adquiere cada día una dimensión más amplia.
Este martes tuvieron ocasión de exhibir su rechazo la portavoz de Unides Podem, Pilar Lima, así como el síndic de Compromís y la adjunta, Fran Ferri y Aitana Mas en la rueda de prensa tras la Junta de Síndics. Tanto por la propuesta que está sobre la mesa -la creación de una mercantil-, como por la forma en que se ha gestado: sin mestizaje alguno.
De hecho, la portavoz adjunta de la coalición valencianista hizo hincapié precisamente en esta cuestión: en que la Conselleria de Sanidad que dirige Ana Barceló ha puesto en marcha toda esta maquinaria de forma "unilateral", pues, según Mas, la secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro (de Compromís), "no tiene información sobre este tema".
Asimismo, criticó que el departamento gestionado por los socialistas haya incorporado este proyecto a los asuntos que debatirá el "consellet" del jueves -el órgano en que los subsecretarios deciden el orden del pleno del Consell del viernes- e indicó que los representantes de la coalición valencianista no lo apoyarán si llega a la citada reunión. No en vano, Compromís aboga por el modelo que se empleó con el departamento de la Ribera para asumir al personal de Torrevieja y no por la creación de esta empresa.
La cita del jueves, por tanto, se antoja complicada para Sanidad si el departamento de Barceló quiere ver progresar sus planes, dado que tampoco Unides Podem secundará este plan de la Conselleria. La diputada adjunta Estefanía Blanes ya advirtió que la posición de los consellers de la coalición morada será la misma: no a la empresa pública de salud.
De hecho, cabe apuntar que desde la Conselleria de Participación que dirige Rosa Pérez Garijo se presentaron alegaciones al borrador de decreto que realizó Sanidad para que el planteamiento no sea crear una empresa -que se regiría por el derecho mercantil-, sino una entidad de derecho público, que en caso de que cambiara el Gobierno tendría más restricciones a la hora de acometer cambios sobre el accionariado, personal, y otras cuestiones.
Con todo, a pesar de que los tres socios del tripartito coinciden en que el Hospital de Torrevieja debe revertirse al sistema público en octubre, cuando finaliza el contrato, no hay acuerdo sobre la manera de hacerlo, pues el PSPV pretende seguir con su hoja de ruta, que ya inició hace más de un año cuando Barceló firmó la resolución para elaborar el proyecto de decreto-ley. Y destacan que uno de los motivos por los que se plantea este modelo -crear la EPS- se debe a la ley de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera porque limita las incorporaciones a la administración pública.
En este sentido, el síndic socialista, Manolo Mata, consideró que la empresa es "buena fórmula" porque 1.400 trabajadores no pueden convertirse en funcionarios en un día ni "porque sí". No obstante, matizó que si no hay acuerdo entre los socios, el proyecto no tiene por qué llegar al 'consellet' del jueves y podría demorarse su debate unos días más.
Por otro lado, este mismo martes se produjo otro roce al hilo de la gestión sanitaria en el Gobierno valenciano. Así, la vicepresidenta del Consell y referente de Compromís, Mónica Oltra, reaccionó a una información servida por la Agencia EFE y publicada por este diario respecto al fin del toque de queda que se acordará en la Mesa Interdepartamental del próximo jueves.
"Está bien enterarse por la prensa. El tiempo en estos días es valioso y si podemos ahorrar reuniones inútiles porque ya está todo decidido, eso que ganamos", comentó la vicepresidencia en Twitter. Una manifestación que evidencia el malestar por una situación -la de avanzar desde Presidencia los futuros acuerdos de la Mesa- que, según recalcan desde la coalición, no es la primera vez que sucede en las últimas semanas. En el citado organismo, que se reúne para adoptar decisiones frente a la pandemia, participa el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, además de varios miembros del Consell de las tres patas del Botànic, PSPV, Compromís y Unides Podem.