MADRID, (EP). El Departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha puesto en marcha una nueva campaña bajo el lema 'Beber lo normal puede ser demasiado
¿Conoces tus límites?' con la que se propone a la ciudadanía, tanto a población adulta como joven, reflexionar sobre la normalización social del consumo de riesgo de alcohol y su reducción.
El consejero de Salud del Ejecutivo foral, Fernando Domínguez, ha presentado esta iniciativa este lunes, Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilegal de drogas. Ha estado acompañado por la directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, María José Pérez, y por la jefa de la sección de Promoción de la Salud y Salud en todas las políticas del ISPLN, Margarita Echauri. Domínguez ha remarcado que "el 76% de las personas que beben de más creen que toman una cantidad normal de alcohol".
Según ha expuesto, la campaña puesta en marcha "propone reflexionar sobre la normalización social del consumo de riesgo de alcohol y su reducción". Esta acción, ha comentado Domínguez, "tiene un doble objetivo, tanto social como personal". Por un lado, sensibilizar sobre las consecuencias del consumo de alcohol de riesgo, reducir la tolerancia social existente frente a este consumo y animar a un debate social sobre el papel que la familia, las personas adultas y la sociedad en general puede tener en la prevención y promoción de la salud en adultos y menores. Por otra parte, conocer los consumos de riesgo para la salud, animar a plantearse límites y tomar iniciativas para controlarlos y mejorar la salud, así como para desarrollar entornos familiares y laborales saludables y responsables.
La campaña, que se desarrolla en el marco de las acciones que realiza el Plan Foral de Drogas, durará seis meses en distintos puntos de Navarra e incluye diferentes actuaciones: la edición y distribución de 45.000 folletos (35.000 en castellano y 10.000 en euskera) y 1.100 carteles bilingües en diferentes espacios; cuñas radiofónicas; anuncios en medios de comunicación; cartelería en autobuses y marquesinas; y la creación del espacio web www.beberlonormal.navarra.es / www.ohidenaedatea.nafarroa.eus para consultas.
En Navarra se ha normalizado la presencia y el consumo de alcohol, con un 97,6% que lo han probado alguna vez, según el indicador Consumo de alcohol Alguna vez en la Vida (Encuesta EDADES 2015, en población general de 15 a 64 años). Sin embargo, el porcentaje de personas que han bebido en los últimos 30 días es del 75,5%, es decir, una de cada cuatro no ha consumido nada de alcohol en el último mes. Por consiguiente, no toda la población convierte el consumo de alcohol en una rutina, en un comportamiento habitual, ha indicado el Ejecutivo.
Respecto a la situación de los consumos continuados, diario o semanales, distintos estudios plantean una tendencia decreciente en el porcentaje de población cuyo consumo medio diario es excesivo. Por otra, ha dicho el consejero, aumenta el porcentaje de quienes hacen consumos intensivos (una ingesta considerable de alcohol en un tiempo reducido). En Navarra en el último mes, un 25,2% de la población entre 15 y 64 años ha hecho 'binge drinking' o consumo en atracón y un 14,2% se ha emborrachado.
Según la Encuesta Europea 2014, en el consumo intensivo episódico se observa un amplio rango entre las comunidades autónomas: destacan Navarra y Extremadura, con una elevada frecuencia declarada, más del 17%, frente al 9,1% del total nacional. En el extremo contrario se encuentra Cantabria por debajo del 5%. Este aumento de consumos intensivos se da especialmente entre la gente joven con una razón de prevalencia hombres /mujeres descendente a costa del consumo de las mujeres en los grupos más jóvenes.
El alcohol es la sustancia psicoactiva más extendida entre la población de 15 a 64 años, ha continuado el consejero, siendo la que se percibe como de menor riesgo. María José Pérez ha señalado que en una sociedad en la que se bebe mucho (para celebrar, socializar, por placer, para olvidar, para reducir la tristeza o el estrés...), las personas tienden a creer que el consumo no hace daño. Sin embargo, los consumos de riesgo, aunque no en todas las personas, pueden tener importantes consecuencias para la salud y la vida.
En un consumo intensivo las personas, y más las más jóvenes, no son conscientes de que "te la juegas". Cuando se consume en exceso en un tiempo corto (una salida, una cena...), ha indicado, suelen aparecer conductas imprudentes que pueden derivar en accidentes de tráfico, caídas, peleas, problemas en las relaciones personales, embarazos no deseados etc. Además, si el consumo de riesgo es continuado, se van añadiendo los llamados efectos crónicos ya que "el alcohol se relaciona con más de 60 enfermedades físicas y mentales, como algunos cánceres, cirrosis hepática y accidentes cerebrovasculares; también es una importante causa de mortalidad y de costes directos e indirectos".
Por su parte, Echauri ha señalado que lo mejor para la salud es consumir cuanto menos mejor, ya que a mayor dosis de alcohol, mayor riesgo. Reducir su consumo o evitarlo aporta beneficios para la salud. Pero además, se recomienda consumo cero en varias situaciones: menores de edad, conducción de coche, moto o bicicleta, embarazo y lactancia, en el trabajo y cuando se consumen medicamentos o se padecen enfermedades.
Si se decide tomar alcohol, se plantea el llamado consumo de bajo riesgo: si se bebe algo todos o casi todos los días, no más de 4 UBE (Unidades de Bebida Estandar) en hombres o de 2 UBE en mujeres; y si se bebe puntualmente, en una salida, cena, celebración, no más de 6 UBE en hombres y de 4 UBE en mujeres. Cabe recordar que existen importantes diferencias entre las bebidas de alta y baja graduación y en la cantidad de bebida (no es lo mismo un zurito que una caña o una pinta o un cañon) : 1 UBE equivale a 10 grs. de alcohol puro, es decir, aproximadamente 1 vaso de vino de 100 ml., una caña de 200 ml. o 1 copa de cava de 50 ml.; 1,5 UBE a una cerveza de 330 ml. y 2UBE equivale a 20 grs., es decir, a un combinado o una bebida de alta graduación (vodka, licor, ron, whisky, copa de vermut...)
Margarita Echauri ha señalado que las fiestas ayudan a romper la rutina diaria, favoreciendo el encuentro entre viejas y nuevas amistades y las reuniones familiares. También permiten asistir y participar en actividades de calle, deportes, conciertos, cantos y bailes, gigantes, y posibilitan a la gente más joven nuevas experiencias de autonomía. "En este sentido son muy saludables", ha comentado, pero ha añadido que con respecto al consumo de alcohol, son épocas en las que aumenta el porcentaje de población que consume alcohol y se incrementa también el consumo de riesgo y excesivo de alcohol y otras drogas.
Ha señalado así algunas recomendaciones para reducir el consumo y/o los daños asociados: elegir bebidas alternativas sin alcohol; no beber alcohol por beber algo o quitarse la sed; saltarse alguna ronda; beber despacio, y optar mejor por bebidas fermentadas (cerveza o vino) que las destiladas (peché, ginebra, licores, vodka, whisky, ron...).
Echauri ha señalado que "los menores de 18 años y los mayores de 65 son más sensibles al consumo de alcohol; los efectos del alcohol en la conducción son mayores si se tiene poca experiencia como conductor; la eliminación del alcohol es más lenta si se duerme; con la misma cantidad de alcohol, las personas más delgadas alcanzan una tasa mayor de alcoholemia que las más gruesas; en general, una mujer, bebiendo lo mismo, alcanza niveles más elevadas de alcohol en sangre, que un hombre y la fatiga, somnolencia, ansiedad o estrés afectan al grado de alcoholemia".