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El 10% de los niños padece bruxismo, que suele manifestarse de forma particular entre los 4 y los 6 años

27/02/2017 - 

MADRID, (EP). El 10% de los niños padece bruxismo y suele manifestarse de forma particular entre los 4 y los 6 años, según datos del Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2016.

El bruxismo es un hábito involuntario de apretar y/o rechinar los dientes, un problema que puede producirse a cualquier edad ya que no es un trastorno exclusivo de la población adulta, sino que los niños también se pueden ver afectados.

Para detectar si un niño padece bruxismo es importante fijarse en si presenta dientes astillados, rotos, sensibles, o dolores de cabeza, de músculos masticatorios, de cuello o de espalda.

Al contrario que en los adultos, en el caso de los niños, esta patología no se suele relacionar con el estrés, sino que se trata de un proceso fisiológico natural para estimular el crecimiento de los músculos y huesos de la cara.

"En este caso, es habitual que desaparezca de forma espontánea después de que hayan salido las muelas permanentes y dientes incisivos", ha explicado la odontóloga responsable de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, Patricia Zubeldia.

Si el bruxismo aparece más tarde, puede que esta patología se produzca por otros factores físicos, problemas con la apertura o cierre de la boca, o psicológicos y emocionales como el estrés. Esto puede producirse sobre todo si los niños ya han hecho el recambio dentario y tienen todos los dientes permanentes.

"En cualquier de los casos es aconsejable acudir al dentista para tratar este bruxismo ya que puede tener consecuencias más graves como inflamación de las encías favoreciendo la aparición de una enfermedad periodontal, deterioro del esmalte de los dientes, contracturas musculares faciales e incluso puede causar dolor de cabeza u oídos", ha alertado Zubeldia.

El tratamiento indicado es una corrección con una férula de descarga. Un método, que según explica la odontóloga, ayuda a impedir que los dientes se rocen entre sí y a generar una dispersión de fuerzas que provoca la relajación de los músculos que intervienen en el mecanismo por el que se produce ese rechinamiento de los dientes.

"Es conveniente que el niño realice actividades que le permitan relajarse, sobre todo, antes de dormir. A veces realizan tantas actividades a lo largo del día que no tienen tiempo para jugar, relajarse o simplemente no hacer nada y esto les provoca estrés", ha comentado la odontóloga.

También es recomendable evitar que el niño coma alimentos estimulantes como el chocolate, bebidas azucaradas o que vea la televisión o juegue a videojuegos antes de dormir.

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