VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana acudió este lunes al multitudinario funeral en memoria del exconseller y exdirector general de la Policía Nacional, Juan Cotino, fallecido por coronavirus en plena pandemia. Un acto, el de acudir a despedir a un excompañero de partido, cuanto menos humanitario si no fuera porque el expresidente utilizó su enfermedad, y la posibilidad de contraer covid-19, como excusa para solicitar no acudir cada 15 días a firmar ante el juzgado.
Así, Zaplana fue uno más de los asistentes al sepelio, un acto en el que se superó de largo el centenar de personas. Eduardo Zaplana, de la mano de su letrado, envió hace unos días un escrito al juzgado que investiga la trama Erial, en la que está como principal imputado por blanqueo de capitales y amaño de contratos públicos, aduciendo que su enfermedad le impedía acudir quincenalmente a firmar porque se podía contagiar de coronavirus, lo que le podría causar la muerte.
Sin embargo, este lunes se presentaba sin problemas a la misa funeral de Cotino. Aunque antes de saberse que acudiría a este multitudinario acto, el fiscal Anticorrupción ya se mostró contrario a sus pretensiones. Tal y como informó Valencia Plaza, el representante del Ministerio Público dijo: “el expresidente acude a lugares cerrados y sin ventilación, como es el gimnasio o restaurantes, sin ningún tipo de problema, por lo que, a su juicio, también puede acudir a la garita de las firmas, pues está situada al aire libre y, con la normativa actual, hay que mantener una distancia de seguridad que impediría que se contagie ninguno de los dos”.
La magistrada que instruye la causa contra él todavía no ha respondido a la petición de Zaplana, pero las fuentes consultadas por Valencia Plaza aseguran que “no le va a sentar demasiado bien que utilice su enfermedad para decir que no puede ir a firmar para, acto seguido, acudir a un acto público multitudinario”.
Por otro lado, y dentro del caso Erial, Rosa Barceló, esposa de Zaplana, y una de sus hijas, María, comparecerán este martes ante la jueza encargada de instruir el caso, mientras que la declaración de Vicente Cotino, hermano de Juan Cotino -expresidente de Les Corts que falleció hace unos meses como consecuencia de la covid-19- ha quedado suspendida tras llegar un informe del forense avalando la suspensión.
Se trata de la segunda ronda de toma de declaraciones a imputados por parte del Juzgado de Instrucción número 8 de València que investiga presuntos sobornos a cambio de adjudicaciones de las ITV y el Plan Eólico Valenciano, en una causa en la que está imputado Eduardo Zaplana por presuntos delitos de blanqueo, malversación y prevaricación.
En el caso Erial se investiga el presunto amaño de la adjudicación de los contratos de las ITV y del Plan Eólico en la Comunitat, y el posterior pago de comisiones, entre otros, al expresidente Zaplana.
Entre los imputados se encuentran, además de Zaplana, los empresarios José y Vicente Cotino; los supuestos testaferros del expresidente Joaquín Barceló y Francisco Grau; el presidente de la mesa de contratación que adjudicó las ITV y jefe de gabinete de Zaplana, Juan Francisco García, o la mujer y una de las hijas de Zaplana.
Asimismo, están imputados el también expresidente de la Generalitat José Luis Olivas, la exdiputada del PP Elvira Suanzes y empresarios como Francisco Pérez López, representante de una gasolinera y posible testaferro, y Saturnino Suanzes, abogado y posible gestor de fondos "b" y hermano de la citada ex diputada autonómica.
Los investigados están acusados de los delitos de prevaricación, malversación, fraude en la contratación, cohecho, delito contra la Hacienda Pública, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a los funcionarios, falsedad documental, blanqueo de capitales y organización criminal.