Las empresas que optan a la construcción de marcas y submarcas de la 'nueva RTVV' podrán hacer un uso indistinto del naming À. en caja minúscula o mayúscula
VALÈNCIA. El concurso abierto para la obtención de un naming que dé identidad a la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació sigue generando controversia. Después de que el Consejo Rector de la institución escogiera de entre las 82 propuestas, después de que el president de la Generalitat apuntara hacia la idoneidad de que hubiera un debate público al respecto o que algunos de sus miembros pidieran que se reconsiderase la decisión, el grupo publicó una corrección de errores en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) en el que especificaba que el nombre de la futura radiotelevisión valenciana sería "à." y no "À.".
Desde ese momento, todas las referencias al ente en ciernes se han referido al proyecto como à., pese a que, como ha confirmado este diario con la propia CVMC el nombre puede ser en caja alta o baja. Es decir, que las tres empresas que trabajan en el concurso del desarrollo y arquitectura de marca (Aftershare, Menta Estudio y la unión de diseñadores para el proyecto entre Dídac Ballester, Sebastián Alós, Antonio Ballesteros y Enrique Casp) han sido informadas por parte del Consejo Rector de que pueden utilizar "à." o "À." como mejor consideren; como 'exija' su desarrollo visual de la marca.
Aftershare fue precisamente la empresa que propuso À., en un proceso de participación al que estaban invitados profesionales y no profesionales y cuyo resultado salió de un sistema de votación sin conocer quién era el sujeto que sugería el naming. La empresa, que posteriormente sería seleccionada por el Consejo Rector para el citado desarrollo de marcas e identidad visual del grupo, admite a Valencia Plaza que no hizo especificación alguna en torno la idoneidad de utilizar minúscula o mayúscula para la representación gráfica de À. De hecho, tanto esta empresa como las otras dos preguntaron expresamente por esta aclaración en el DOGV antes de iniciar su proceso creativo; el Consejo Rector se desdijo de su aclaración oficial.
Lo cierto es que la aclaración evita un condicionante visual para el desarrollo de marcas y submarcas, en una propuesta en la que pesará muy a favor la posibilidad de escalar a nuevos canales temáticos y plataformas la identidad de À.
Esa corrección de errores llegó un día después de la resolución que daba publicidad al resultado, el 23 de marzo. A partir de ese momento se proyectó una entrega para el 22 de mayo que, hasta la fecha, sigue siendo la oficial. Sin embargo, las tres empresas han coincidido en aplazar ese plazo en gran medida por una demora en la reunión de briefing que tuvo lugar en la semana anterior los festivos de Pascua. Aunque por el momento no se ha concretado esa fecha posterior, la comisión del Consejo Rector que supervisa el concurso de la identidad visual y de la marca se ha comprometido a estudiar la posibilidad de aplazar ese deadline unos días.