VALÈNCIA (Agencias). El ex consejero delegado de Banco de Valencia Domingo Parra ha negado este lunes haber propuesto las tres macrooperaciones inmobiliarias que causaron un daño de 160,5 millones, las cuales ha defendido que contaban con garantías, fueron un "éxito" hasta la crisis e hicieron a la entidad "ganar dinero".
Según la declaración que ha prestado a preguntas del fiscal durante la primera sesión del juicio en la Audiencia Nacional, el exdirectivo de Banco de Valencia ha asegurado que no conocía el detalle de los proyectos porque ni los autorizaba ni los dirigía.
"No soy quien plantea las operaciones, ni decide cuándo, ni con los papeles que se piden", ha manifestado Parra en varias ocasiones durante la vista oral cuando el fiscal Conrado Saiz quería saber su nivel de conocimiento de las operaciones inmobiliarias por las que está acusado del delito de administración desleal por el que el Ministerio Público le pide cuatro años de prisión.
En concreto, el tribunal que preside la magistrada Concepción Espejel debe juzgar las operaciones inmobiliarias denominadas Nou Litoral, Valencia Viviendas y Faverche Desarrollos, las cuales han sentado en el banquillo de los acusados, además de a Parra, el exdirector de Sociedades Participadas Inmobiliarias Alfonso Monferrer; los empresarios Salvador Vila, Juan Bautista Soler -también expresidente del Valencia CF-, Fernando Polanco y Carlos Pascual, y Teresa Villalba, esposa de Polanco.
Para argumentar su afirmación, el ex consejero delegado ha remarcado que él presidía el consejo de administración de Banco de Valencia, pero que no fue el "ponente" que expuso las citadas operaciones ni las defendió para que se ratificaran.
En su declaración ante el fiscal, que se ha prolongado durante dos horas y media, Parra ha explicado que en aquellos años los proyectos financieros de más de 1,8 millones de euros debían, tras pasar por el comité de riesgos de la entidad, ser "reportados" ante la comisión ejecutiva para su aprobación definitiva. Aunque también ha reconocido que ciertas operaciones "con carácter de urgencia" eran autorizadas antes de pasar por la comisión.
En cualquier caso, el exdirectivo de Banco de Valencia ha insistido en que él no estaba en el detalle de las operaciones, por lo que no conocía los pormenores de cada proyecto. "Yo era el consejero delegado del banco, no hablaba con la tasadora", ha respondido al ser preguntado por uno de los tres planes por los que está imputado.
El FROB calcula que Nou Litoral provocó a la entidad un quebranto de 83,2 millones de euros; Valenciana de Viviendas, de 47,4 millones; y Faverch, de 29,8 millones. El fondo de rescate indicaba en su querella que se trató de "operaciones de financiación verdaderamente ruinosas para la entidad, con la intención de obtener un lucro para los diversos 'socios' del banco y generando un perjuicio evidente para Banco de Valencia".
Sin embargo, el ex consejero delegado ha discrepado en este punto cuando el fiscal le estaba preguntando por una de las tres operaciones, concretamente Valenciana de Viviendas. En su opinión, "el valor de los bienes inmobiliarios sube y baja, y más en los tiempos de crisis" en los que tuvieron lugar estos proyectos, pero que "lo importante es ver si cuando se tomó la decisión se hizo lo mejor para el banco".
Además, ha afirmado en varias ocasiones que las tres macrooperaciones inmobiliarias se llevaron a cabo respetando las normas internas de la entidad y que ha repasado los pasos dados por el banco y no ha encontrado irregularidades.