VALÈNCIA (EP) El médico de Cinfa, Julio Maset, ha recordado la importancia de evitar el consumo de algunos alimentos considerados de riesgo durante el embarazo, que pueden suponer una fuente de transmisión de ciertos agentes patógenos al bebé, que deriven en infecciones o intoxicaciones alimentarias que pueden tener efectos graves.
Según explica el doctor, algunos microorganismos son capaces de atraviesar la barrera placentaria y llegan al feto, que aún no ha desarrollado su sistema inmune.
No obstante, solo seis de cada diez mujeres en España evitan los productos conflictivos (un 58,3 por ciento), según datos arrojados por el VIII Estudio CinfaSalud 'Percepción y hábitos de las españolas durante el embarazo'.
Algunas de las enfermedades relacionadas con la alimentación que más impacto tienen en el feto y en la mujer embarazada son: la toxoplasmosis, que se transmite por un parásito presente en carnes crudas, poco hechas o precocinadas, así como embutidos, patés, ensaladas que lleven pollo o jamón, y frutas y verduras mal lavadas; y la listeriosis, que se produce por una bacteria presente en productos precocinados, lácteos no pasteurizados, embutidos, salchichas, patés, carnés, pescados y mariscos crudos, ahumados y marinados, además de también en las frutas y verduras mal lavadas.
Por su parte, la salmonelis se genera por una bacteria que puede estar presente en platos elaborados con huevo crudo (salsas, mayonesas o postres caseros), en brotes de semillas de soja, en carnes crudas o poco hechas, o en moluscos y mariscos que habiten en agua contaminada.
Para llevar una alimentación saludable y segura durante el embarazo, el doctor Maset ha recomendado comer con más frecuencia y de forma equilibrada, desmintiendo que durante el embarazo se deba "comer por dos", sino más bien comer más veces y en raciones más pequeñas.
También ha recomendado incluir ácido fólico, para contribuir al desarrollo del sistema nervioso central del bebé, que está presente en verduras de hoja verde, cereales, huevos, naranjas, legumbres y nueces; y también el hierro, para evitar la anemia ferropénica, que es la deficiencia nutricional más común durante la gestación.
Por otro lado, es recomendable moderar el consumo de sal y azúcar, para evitar las subidas de tensión y prevenir la diabetes gestacional, respectivamente, así como no ganar peso por encima de lo debido con el embarazo.
El especialista recuerda también que es preferible comer frutas, verduras y hortalizas que sean frescas, prepararlas y limpiarlas bien antes de consumirlas, además de ingerir lácteos bien pasteurizados y huevos bien hechos. Insiste en evitar las carnes poco hechas y los embutidos, ser precavidos con el pescado y los mariscos crudos, casi crudos, ahumados y marinados, para evitar el riesgo de infecciones por anisakis, al igual que las contaminaciones cruzadas entre alimentos.
Por otro lado, ha recomendado hidratarse bien y reducir el consumo de sustancias excitantes como té o café, las bebidas energizantes y con gas, que puedan dificultar la digestión.
Finalmente, ha aconsejado no beber alcohol ni fumar, ya que estos hábitos pueden perjudicar la salud de la propia madre y la del bebé, elevando el riesgo de complicaciones como partos prematuros, malformaciones o retrasos emocionales y cognitivos.
