VALÈNCIA. Una reunión de apenas una hora sirvió este miércoles al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y a la número dos del Consell, Mónica Oltra, para cubrir con pintura y algo de chapa la grieta entre los dos socios del Ejecutivo valenciano, PSPV y Compromís. ¿Será suficiente para tapar el principio de fractura abierta en los últimos días? El tiempo lo dirá. Ahora bien, la sensación es que el Gobierno comienza a funcionar al estilo de la coalición que forman Bloc, Iniciativa y Verds-Equo: se estira hasta la sensación de ruptura pero después regresa al estado inicial.
Con magulladuras, eso sí. A nadie escapa que, con las elecciones autonómicas de 2019 a la vista, este tipo de rifirrafes amenazan con reproducirse cada vez con más frecuencia y, el desgaste de los mismos, puede conllevar que finalmente ni siquiera el mejor cirujano pueda reconstruir los ligamentos dañados. Se admiten apuestas, si bien la mayoría de implicados cree que el barco del Botánic llegará -aunque con agujeros de cañonazos- a flote al puerto electoral.
Y eso que en la cita entre Puig y Oltra no se abordó la problemática concreta acaecida en los días pasados, que versó principalmente sobre la instalación de una comisaría de violencia machista en la Ciudad de la Justicia -la vicepresidenta criticó que se invadieran sus competencias- y el voto favorable del Consell al techo de gasto presentado por el Gobierno de España -Compromís criticó no haber sido consultado-.
Así lo aseguraron fuentes próximas a ambos dirigentes, que se limitaron a señalar -vagamente y en términos generales- que los dos máximos responsables del Ejecutivo hablaron sobre la gestión de la pluralidad y de la diversidad en el seno del Consell, algo que hasta ahora "ha funcionado bien y sigue funcionando". Ni el presidente de la Generalitat puso el tema sobre la mesa para dar explicaciones sobre lo ocurrido, ni la vicepresidenta le dio un ultimátum acerca de maniobras como estas. Reflexiones que, dentro de la lógica, podrían haberse producido pero que las dos partes implicadas negaron, lo que invita a presuponer que ambos -experimentados líderes- políticos daban por cumplido el capítulo de agravios acontecidos para dirigir su mirada a la recta final de la legislatura.
Sobre esto sí que se habló, así lo admitieron desde los respectivos entornos, que calificaron el encuentro de "cordial" y "amable". De esta manera, la conversación giró entorno al Debate de Política General, que tendrá lugar los días 11 y 13 de septiembre en Les Corts y que supone el pistoletazo inicial para el nuevo curso político. Otro asunto que se puso sobre la mesa fue la negociación de los Presupuestos de la Generalitat para 2019, un punto clave para el Botànic en su objetivo de cerrar la legislatura consiguiendo el suficiente consenso para sacar adelante las cuentas.
Horas más tarde, la vicepresidenta del Consell era entrevistada en el programa À Punt Directe e insistía en no haber abordado directamente los asuntos que han generado la discordia. Al ser inquirida sobre qué ocurriría si se repitieran estas discrepancias, Oltra trató de cerrar la polémica: "No creo que vuelva a pasar. Se resolverá en el ámbito competencial de cada uno. Creo que estas han sido dos cuestiones puntuales. Políticamente entiendo que ha sido algo puntual, si se da una cotidianidad entonces sí que habrían consecuencias. Sería un: 'Cariño, tenemos que hablar'. Pero no tenemos derecho a privar a los ciudadanos por encima de un buen gobierno como es este. Puedes tener un traspiés pero no deja de ser una anécdota", aseguró la líder de Compromís.
Oltra, además, aseguró que no se había abordado en ningún momento en el encuentro la posibilidad de un adelanto electoral. "Ya hablamos de esto en su día y si no hay ningún cambio no tenemos por qué volver a tratarlo", sentenció.
La semana pasada, altos cargos de Compromís se enfrentaron públicamente a los del PSPV a cuenta del apoyo dado por Puig y el conseller socialista de Hacienda, Vicent Soler, al Gobierno central en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, después de la abstención de la Comunitat Valenciana en el celebrado en julio. El cambio de criterio se produjo por el acuerdo alcanzado con el Estado respecto a la condonación de la deuda de La Marina de València. Compromís criticó que se le notificó cuando ya se había ejecutado la decisión y discrepó respecto a si podían haberse logrado mayores ventajas.
También Oltra criticó la presentación del proyecto de comisaría específica para violencia machista que acogerá próximamente la Ciudad de la Justicia de València, hecho público por la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, al argumentar que se había llevado a cabo sin comunicárselo al departamento que ella dirige y es la competente en la materia.
Desde entonces se han sucedido los comentarios cruzados en redes sociales y también en declaraciones a los medios entre responsables de ambos partidos, mientras el otro firmante del Pacte del Botànic, Podem, ha solicitado que se reúna su comisión de seguimiento lo antes posible, algo que desde el PSPV prefieren retrasar hasta otoño.