VALÈNCIA (EFE). El Instituto de Biomecánica (IBV) y el Instituto Tecnológico Textil (AITEX) han diseñado un sistema que, mediante sensores integrados en la ropa, permite obtener información sobre la marcha, equilibrio, potencia muscular e incluso posibles caídas.
Según ha informado ambos institutos en un comunicado, esta iniciativa ha sido cofinanciada por el IVACE y cofinanciada por la UE a través de FEDER.
Tal y como explica, David Garrido, director de innovación en Valoración Biomecánica del IBV, "el sistema desarrollado es una herramienta innovadora de gran utilidad; al tratarse de un sistema portátil que pueda capturar y analizar datos cuantitativos de movilidad de manera eficiente mejora la evaluación del riesgo para ayudar en la prevención y detección de caídas en personas mayores".
Este sistema está compuesto por diferentes dispositivos electrónicos integrados en textiles para la adquisición de señales biomecánicas, el software de comunicación con la plataforma web y la página que permite el acceso a la información, tanto por parte del usuario, como de los profesionales clínicos.
Los datos proporcionados por los sensores integrados en el textil son accesibles para el profesional clínico a través de un servicio web.
Además, en base a las medidas, la aplicación identifica el riesgo de caída del usuario, tratándose esta información de vital importancia para el personal clínico, ya que permite el diseño y la planificación de diferentes estrategias de prevención.
Los resultados de los ensayos de validación manifiestan la validez del sistema para la predicción del riesgo de caídas, considerando además que el instrumento de referencia tiene una capacidad predictiva de entre el 70 y 75 %.
Adicionalmente, la señal del sensor integrado es capaz de detectar en tiempo real si se produce una caída con un alto grado de precisión.
El sistema se basa en la integración sobre elementos textiles, tales como camisas, pantalones o cinturones para medir las variables biomecánicas de las personas mayores, y poder detectar si se produce un escenario o situación que pueda implicar un mayor riesgo de caída.
Según indican los últimos estudios en este campo, entre el 10 % y el 25 % de los adultos mayores se ven afectados por condiciones de fragilidad, que afecta a un 50 % de los mayores de 85 años.
Actualmente uno de cada tres adultos mayores sufre al menos una caída al año, este número se eleva a la mitad a partir de los 80 años o más, constituyendo uno de los principales síndromes geriátricos y suponiendo la segunda causa mundial de muerte accidental o no intencional, han informado las mismas fuentes.
Las caídas afectan aproximadamente al 16,5 % de las personas mayores en españa, mientras que las consecuencias psicosociales, de asistencia y el síndrome del miedo a caer afectan entre el 44 % y el 64 %; además entre un 9,7 % y un 19 % de las caídas derivan en un ingreso hospitalario de la persona mayor.