VALÈNCIA. El vicepresidente segundo del Consell y conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, ha comunicado a diversos miembros de su departamento y al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que dejará su cargo en la Generalitat en las próximas semanas con el probable objetivo de regresar al ámbito universitario.
Así, el profesor titular de Derecho Constitucional en la Universitat de València volvería así a la docencia poco después de cruzar el ecuador de la legislatura y tras algo más de dos años en el puesto. La fecha todavía no está decidida, si bien fuentes de su entorno apuntan a que probablemente el adiós se produzca después de aprobar el decreto sobre viviendas vacías que se está ultimando en su conselleria.
En cuanto a las razones de su marcha, fuentes próximas a Martínez Dalmau señalan que considera que se ha terminado una etapa importante al poner en marcha los "cimientos" de la conselleria y se ha dado un impulso a varias de las líneas políticas principales en materia de vivienda.
Con este escenario, las citadas fuentes apuntan al deseo del conseller de que se produzca un relevo que conlleve un "nuevo impulso" en el área para continuar las políticas iniciadas, especialmente con la etapa postcovid y la llegada de los fondos europeos de recuperación.
Al margen de los nuevos proyectos personales y profesionales del conseller, conviene recordar que la posición de Martínez Dalmau dentro de Podem había quedado debilitada con la victoria de Pilar Lima en el proceso asambleario de la formación morada en junio de 2020, en el que se impuso a la entonces portavoz en Les Corts, Naiara Davó, la candidata que él respaldaba.
Las discrepancias entre el vicepresidente segundo y la nueva líder de la formación morada se hicieron visibles en más de una ocasión, como por ejemplo con el cese como síndica precisamente de Davó y su inmediata sustitución por Lima en enero de este año. Fue en ese momento cuando se intensificó en la conselleria el rumor de que Martínez Dalmau ya tenía fecha de salida en su mente y, de hecho, algunos se atrevían a señalar este verano en el calendario con el posible objetivo de reincorporarse a la vida universitaria en septiembre. En ese momento, y también ahora, el dirigente que sonaba con más fuerza para sustituirle era director de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en el ministerio, Héctor Illueca.
En esta línea, algunas fuentes del entorno del conseller admiten que tampoco ha contribuido a la permanencia de Martínez Dalmau las últimas discrepancias con Lima y su entorno respecto al nombramiento pendiente en la Secretaría Autonómica de Justicia. Tal y como publicó Valencia Plaza esta misma semana, la formación morada lleva tres meses sin cubrir el puesto y, al parecer, existían discrepancias entre ambos sectores por el perfil a elegir.
Tras la entrada de Podem en el Consell, el conseller inició la legislatura con la puesta en marcha y configuración de un nuevo departamento: la Vicepresidencia y Conselleria de Vivienda, con importantes retos por delante. Su principal ambición ha sido la de ampliar el parque público de la Generalitat Valenciana. Y para ello, ha puesto en marcha una serie de proyectos.
Sin duda, su plan estrella ha sido el decreto ley de tanteo y retracto, que permite a la Administración quedarse una vivienda cuando se va a proceder a su venta -tanteo- o después de que se haya vendido -retracto-. Un proyecto, que generó recelos en el PSPV y algunas críticas por parte de los agentes privados, y en el que también ha involucrado a los consistorios valencianos, permitiéndoles ejercer estos derechos de adquisición preferente, una potestad que solo tenía la Administración autonómica.
Asimismo, Dalmau ha conseguido cerrar acuerdos de compra de viviendas con la Sareb, frente a los recelos de su antecesora en el cargo, María José Salvador, así como lanzar una segunda convocatoria del concurso para la compra directa de inmuebles a particulares. También, Vivienda ha lanzado un ambicioso plan para la construcción de más 2.400 nuevos inmuebles en la Comunitat Valenciana en cinco años. Una iniciativa por la que se cederá suelo a promotores privados para urbanizar suelos de la Administración parados y que implicará que la Entidad Valenciana de Suelo y Vivienda (EVha) retome la promoción pública tras una década de sequía.
No obstante, su gestión también se ha visto salpicada por las ayudas que la Conselleria adjudicó a dedo a varios municipios saltándose los criterios que el propio departamento se había marcado. De esta manera, localidades que tenían mejor puntuación según el baremo establecido por la propia Conselleria se quedaron sin ayuda mientras que otros peor valorados sí la recibieron.
A nivel de estructura, estos dos años también han sido movidos en la Conselleria de Dalmau, con varias salidas y entradas. Solo la Dirección General de Emergencia Habitacional ha tenido en estos años tres directores generales. Pero, además, la configuración del equipo de la EVha también generó un verdadero quebradero de cabeza al vicepresidente, que no conseguía cerrar un acuerdo con sus socios de gobierno para una de sus subdirecciones generales, vacante durante meses. Finalmente, el organigrama de la entidad se cerró.