ALICANTE. Las vacaciones de verano, ese ansiado círculo rojo en el calendario que parece no llegar nunca. Aunque para algunas personas son más efímeras que para otras, todas las esperan con más planes que días se pueden contar. Pero puestos a envidiar, quienes más descanso atesoran son los niños y niñas, que huyen de la escuela desde finales de junio hasta principios de septiembre. Sin embargo, entre sus muchas idas y venidas a la piscina y juegos de aparatos electrónicos, también existe espacio para las propuestas lúdicas, culturales y didácticas. Como es el caso de Veranea en el MARQ, una campaña de actividades llevadas a cabo durante la época estival que invita a los pequeños y pequeñas a "seguir imaginando posibilidades en las formas de aprendizaje a través del museo", define Gema Sala, coordinadora del departamento de didáctica, club Llumiq y accesibilidad del MARQ.
Además de "conseguir que los participantes disfruten en sus vacaciones de verano de un espacio cultural de primer orden", el objetivo de esta iniciativa también busca poner en valor el Museo Arqueológico de Alicante, dando a conocer la institución y "el contenido de sus exposiciones temporales, principalmente al público infantil, de manera dinámica, participativa y creativa", apunta la coordinadora. Además, la campaña está orientada a que los y las asistentes "valoren y protejan el Patrimonio Histórico, Cultural, Medioambiental y Arqueológico, aprendan a visitar con respeto una institución cultural y sacarle el máximo partido y se fomente el trabajo en equipo y la cooperación entre compañeros", describe. Una meta que se trata de lograr a través de las visitas animadas, juegos, talleres y animaciones que se organizan en la campaña.
En esta XV edición, el eje de la campaña ha girado en torno a la exposición Irán. Cuna de civilizaciones -inaugurada en marzo-. Una muestra a través de la cual los pequeños y pequeñas culturetas han aprendido, por ejemplo, a "identificar y valorar los encuentros entre culturas a lo largo de la historia, reconocer la función de la arqueología como vehículo de conocimiento histórico o descubrir el proceso de aparición de la escritura", menciona Sala. Además, los niños y niñas también han podido conocer cierta información relacionada con el país, como "la ubicación geográfica de Irán, la expresión artística de la época islámica, apreciar el alcance de la civilización persa y sus logros artísticos y culturales y distinguir las etapas esenciales de su historia (desde la prehistoria hasta el siglo XV)", entre otros contenidos, según enumera la coordinadora.
Un sinfín de conocimientos que han enseñado a los y las participantes a "valorar el arte y la cultura de otra civilización alejada de nuestro entorno geográfico", resume. Para conseguir estas competencias se han realizado distintas actividades, como "el visionado de audiovisuales relacionados con la muestra, visitas animadas a la exposición, un concurso de dibujo sobre aquello que más les ha llamado la atención (los ganadores serán portada y contraportada de la guía de actividades didácticas que se edita cada año), un juego de pistas llamado Calculando el tiempo, la gymkana las siete joyas persas y diversos talleres, además de juegos de agua para finalizar la semana de actividades", menciona Sala.
Entre los talleres, de gran variedad, los pequeños arqueólogos y arqueólogas han trabajado sobre "orfebrería persa, inspirándose en una de las piezas expuestas e incrustando piedras preciosas o de otros materiales; escritura persa, donde se muestra el proceso de invención de la escritura; cerámica iraní, en el que los y las participantes reprodujeron un recipiente de una de las salas de la exposición, e indumentaria persa, donde se fabricaron un pectoral imitando los accesorios de la nobleza persa", entre otros, detalla la organizadora.
La campaña, que finaliza el viernes 23 de agosto, ha tenido lugar durante ocho semanas, comenzando el día 1 de julio, mes que finalizó con la inscripción de 230 menores de entre 6 y 14 años. Este año la institución ha continuado con Arte de ida y vuelta, un proyecto que puso en marcha el pasado 2018 de manera conjunta con el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA). La iniciativa consiste en "un intercambio de experiencias que permite descubrir el arte realizado por el ser humano a través de la historia", recuerda, dentro de un programa que ha llevado a los y las participantes de las actividades de verano de ambos museos a visitar la otra institución.
Son 15 ediciones las que se lleva celebrando el programa Veranea en el MARQ, que cuenta con un "balance muy positivo", garantiza Sala, ya que dentro de los cambios originados a lo largo de este recorrido han procurado, en la medida de lo posible, adaptarse "a las sugerencias y aportaciones de participantes y familiares. Pero, en esencia, la idea original perdura y en breve, algunos de los niños y niñas que venían los primeros años asistirán como padres y madres", señala. Y puntualiza que "lo importante es que, después de 15 años, la campaña continúa, lo que se convierte en nuestro mejor indicador para hacernos saber que los más pequeños apuestan por vivir una experiencia que despierte su interés por las gentes del pasado, por el Patrimonio y por una cuestión que nos parece fundamental: los museos".