Cuarentena cultural: las recomendaciones de Lucas Sáez

VALÈNCIA. En estos días de confinamiento por la crisis del coronavirus, Culturplaza quiere recetar cultura. Estos días son el momento perfecto para ver, leer, y escuchar más que nunca; pero, ante el aluvión de propuestas y plataformas, ¿por dónde empezar? Cada día, distintos agentes culturales de la Comunitat Valenciana se convierten en nuestros prescriptores de cabecera.

Lucas Sáez (Siroco Cultural)

- Recomiéndanos un libro para releer…
- Ahora que el mundo parece haber cambiado de ritmos, propongo acompasarnos a la generación beat releyendo Los Vagabundos del Dharma (Jack Kerouac). Cuando todo arranca desde la primera noble verdad del budismo, la cosa solo puede ir a mejor.

- … Y otro para descubrir.
- Transirak, del valenciano Mr.Perfumme. Hilarante novela en la que el ritmo de lectura solo se detiene para dejar hueco a la carcajada. Tuve la suerte de que fuera uno de los últimos libros que compré, antes de esta situación, en la Ramon Llull.

- Una peli buena que te guste…
- Blade Runner. Es la que más veces he visto en mi vida -en casa y en el cine- y, si me dices de verla, ¡quedamos mañana! Me hizo engancharme a las novelas de ciencia ficción y adorar a Philip K. Dick

- … Y una peli mala que te guste tanto como la buena.
- Howard, un nuevo héroe. Recuerdo pedirles a mis padres sacarla del videoclub. Es del estilo: si te gustan las anchoas y la mermelada, ¡júntalas! Pero no.

- Un disco.
- Este año estoy muy a tope con Comanchería, el último álbum de Los Chikos del Maíz. Los pude ver en directo el día antes del estado de alarma, y doy gracias.

- Una playlist.
- Pepo Mongo Surf Music. Nada más y nada menos que 42 horas de música surfera en 874 temas. Es ideal para trabajar o para salir con el monopatín… puede que hasta para surfear.

- Por último, propón un plan cultural que no tenga que ver con los anteriores para hacer en casa. Imaginación al poder.
- ¿Sabes eso que dices, cuando tenga tiempo lo haré? Pues tengo una maqueta a escala de un submarino U-Boot, que me regalo mi hermano, a punto de caramelo.