VALÈNCIA. La posible repetición electoral se acerca a medida que pasan los días y PSOE y Unidas Podemos no alcanzan un acuerdo. La próxima semana se entra definitivamente en la llamada deadline, puesto que el 23 de septiembre es la fecha límite para que haya presidente y previamente deben tener lugar las consultas con el Rey además de la obligada sesión plenaria con margen para una segunda ronda.
Una situación que ha elevado notablemente los nervios en las fuerzas políticas valencianas. Más aún cuando en el contexto de la Comunitat, Compromís ha convertido el bloqueo del Gobierno central de la actualización de las entregas a cuenta -450 millones de euros- y el IVA de diciembre de 2017 -280 millones- en su particular caballo de batalla frente al PSPV, su socio del Botànic.
Así, el tono de las declaraciones especialmente desde la coalición valencianista ha llegado a puntos álgidos en los últimos días. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, se despachó en una entrevista concedida a Valencia Plaza días atrás, algo que también hizo el conseller de Educación, Vicent Marzà, en otra en el diario Levante-EMV, donde señaló que el socialista Pedro Sánchez estaba siendo "desleal".
Son algunos ejemplos de un clima cargado entre los dos principales actores del Consell, PSPV y Compromís, que también se percibió durante la sesión de Les Corts de este miércoles. La portavoz adjunta de la coalición valencianista, Aitana Mas, recriminó al conseller de Hacienda, Vicent Soler, caer "en las contradicciones" de su partido; unas acusaciones que no diferían demasiado en las hechas previamente por el síndic de Compromís, Fran Ferri, quien pidió a la ministra María Jesús Montero "más decencia política" para reconocer que el problema de los valencianos "no es que hicieran un presupuesto reivindicativo" sino que el Gobierno central no haya reformado el sistema de financiación caducado desde 2014.
Unos ataques que se encargó de responder el síndic del PSPV en Les Corts, Manolo Mata, quien afirmó que Compromís, al igual que otros partidos, están "en campaña electoral" porque deben "mejorar sus malos resultados" de los comicios generales del 28 de abril.
Una respuesta que evidencia el malestar en la formación socialista por el mayor tono reivindicativo exhibido por Compromís en las últimas semanas, especialmente en relación a los problemas de financiación con el Gobierno de España ahora en manos de los socialistas. Una relación que puede agravarse si los próximos días terminan con una nueva convocatoria electoral.
Por otro lado, el líder del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mantuvo este miércoles un encuentro con los diputados y senadores socialistas valencianos en Madrid que contó con el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y con el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, con el objetivo de "coordinar la acción" del PSPV en la capital
En declaraciones a los medios antes de comenzar el encuentro, Puig señaló que la reunión de inicio de curso político iba dirigida a "mejorar la vida de los valencianos" con la puesta en marcha de una agenda basada en una financiación justa y en inversiones para la Comunidad Valenciana.