VALÈNCIA. El ex secretario general del PPCV Ricardo Costa acudió el jueves a declarar como testigo en la causa que investiga el presunto cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones a varias empresas. Costa realizó una declaración muy parecida a la que hizo en el juicio de la Audiencia Nacional que juzgó la financiación irregular. Y como allí hiciera, cinco nombre aparecen como presuntos autores de la trama de 'dopaje': Francisco Camps, Juan Cotino, Víctor Campos, Vicente Rambla y David Serra.
La jugada de la Fiscalía parece clara: como no puede juzgar dos veces el mismo delito -la financiación ya tiene condena-, utiliza esa sentencia y la declaración de Costa tanto en el juicio como ahora en instrucción para apuntalar la acusación por malversación de caudales públicos contra los políticos imputados. Lo hace así porque para que haya malversación, debe existir y se debe acreditar un motivo por el que los acusados cometieron el delito. En este caso, serían las mordidas recibidas de las empresas a cambio de las adjudicaciones.
Así, el Ministerio Público consigue introducir el delito que no pudo meter en el juicio de la financiación, ya que el pacto que alcanzó con los empresarios hacía imposible acusarles de malversación de caudales públicos. En aquella ocasión todo quedó en delito electoral y fiscal.
Pero para poder realizar la jugada de ajedrez prevista, la Fiscalía Anticorrupción necesitaba la colaboración de Ricardo Costa. Una colaboración que ha conseguido porque es esta sección la que deberá informar para cualquier beneficio penitenciario que el expolítico solicite con respecto a la reciente condena de cuatro años que le ha impuesto la Audiencia Nacional.
La relación entre Costa y la Fiscalía de momento, se basa en las declaraciones que está prestando. En la realizada este jueves explicó que era el expresidente, Francisco Camps, el cerebro de la trama de dopaje. Pero Camps, como es obvio, no estaba solo y presuntamente utilizó al que era vicepresidente Juan Cotino como recaudador para el partido. Cotino no está investigado en esta causa aunque sí que está a la espera de juicio por la pieza de la visita del Papa en Gürtel donde se enfrenta a una petición de 11 años de cárcel.
En la pirámide de la supuesta financiación irregular, Costa "encendió el ventilador" y esparció responsabilidades criminales al ex vicepresidente Vicente Rambla y al que fuera su mano derecha en el partido, David Serra, según las fuentes consultadas. De ellos dijo que "eran las personas encargadas del plano económico de la financiación", y explicó que Serra tenía una caja fuerte para guardar el dinero, presuntamente ilícito. Sobre Rambla aseveró haber mantenido una conversación telefónica al respecto de cómo funcionaba toda la operativa, hecho que el exvicepresidente negó de plano ante la magistrada.
Para acreditar que el dinero negro entraba en el PPCV, contó como en una reunión con José Mayor Oreja, hermano del exministro Jaime Mayor Oreja, "sacó un fajo de billetes de 500 euros de uno de los bolsillos de su abrigo marrón". En total, según su testimonio, José Mayor Oreja, que trabajaba en FCC, le dio 150.000 euros procedentes de la empresa contratista para "la campaña de Rajoy" en la Comunitat Valenciana.
Además de Costa, también declararon varios trabajadores de las empresas contratistas del circuito. En su declaración confirmaron que había empezado a trabajar en el proyecto del trazado mucho antes de que saliera el concurso y les fuera adjudicado. Pero según ellos "lo hicieron así sin saber que se lo darían", que lo hicieron "porque era mucho trabajo y querían llevarlo adelantado".