MADRID (EP). La exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal ha anunciado este miércoles que deja su escaño en el Congreso tras la polémica por las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo difundidas por el digital 'Moncloa.com'. En un extenso comunicado reclama al PP que defienda a los suyos cuando son "injustamente atacados" y subraya que ella no ha hecho "nada" de lo que se sienta "avergonzada", sino que procuró conocer, "dentro de los límites de la ley", la "problemática" que vivía entonces el partido, tras estallar el 'caso Gürtel'.
El pasado lunes, Cospedal acudió a la sede del PP y, tras verse con la nueva dirección que preside Pablo Casado, anunció que dejaba el Comité Ejecutivo Nacional. Sin embargo, en las últimas 48 horas había crecido la presión interna para que renunciara también a su acta de diputada, sobre todo tras los nuevos audios de su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, asegurando a Villarejo que "el jefe" (en alusión a Mariano Rajoy) estaba al tanto de los encargos que iba a realizar al expolicía.
Cospedal asegura que durante los diez años que ha sido secretaria general del PP su actitud ante los casos de corrupción que "dañaron innegablemente el buen nombre del PP" le hizo "merecedora de la autoridad para defender el honor" de compañeros que fueron "objeto de injusticias, sospechas y vapuleos por el hecho de formar parte" del partido. En su opinión, las "distintas varas de medir" conforman una "práctica común" en la política española.
De hecho, aunque dice que no habla por ella, pide al PP que "cierre filas" ante las "injusticias". "Siempre he creído que un partido que no es capaz de defender a los suyos cuando están siendo injustamente atacados no puede esperar que los ciudadanos confíen en él. Cuando tus adversarios políticos detectan que tu fortaleza es vulnerable, los ataques se multiplican", asegura, en un mensaje dirigido al nuevo PP de Casado.
Cospedal recuerda que poco después de convertirse en 'número dos' de Rajoy, se conocieron casos de corrupción de personas vinculadas al PP. Una vez más señala que su "obligación" era tratar de saber lo que estaba ocurriendo y apoyar al PP "desde la regeneración, aunque fuera a costa de granjearse numerosos enemigos". "No habría actuado de forma diferente diez años más tarde", recalca.
En este sentido, recalca que lo que hizo fue procurar por "todos los medios" a su alcance, "por supuesto dentro de los límites de la ley", conocer la "problemática que vivía" el partido. "¿Qué dirigente político, qué buen empresario, no trata de conocer a fondo todo aquello que afecta a su organización?", se pregunta.
Por eso, afirma que "si es un pecado mortal haber hablado con un comisario de polícía que por aquel entonces" acababa de ser condecorado por el ministro del Interior del PSOE, "entonces" se "equivocó". "Pero en lo que seguro me equivoqué fue en pedir a mi marido que me ayudara en una interlocución que no era fácil. Me equivoqué a la hora de pedirle que ayudara al PP. Ahora, él está pagando por haberme ayudado a tratar de tener una visión más clara de lo que estaba ocurriendo", lamenta.
La exministra defiende su labor porque, según explica, luchó contra los que "traicionaron" al PP y la confianza de la sociedad. Según añade, ha sido un trabajo "ingrato y difícil" pero tampoco se ha arrepentido "nunca" porque se lo debía a su gente y a "todos los españoles".
Cospedal resalta que ella "nunca" ha tenido que "mentir" y "siempre" ha dicho "la verdad". "Y la verdad es que nunca ordené ni encargué espiar a nadie", ha asegurado, en alusión a los audios sobre supuestos encargos al expolicía para investigar a Javier Arenas o al hermano del ministro Alfredo Pérez Rubalcaba.
Según explica, lo que hizo fue pedir "más información para confirmar si eran ciertas cuestiones concretas" que le habían hecho llegar y que "podían afectar a determinadas personas" porque ésa era su "responsabilidad".
Dicho esto, anuncia su marcha de la vida política. "Hoy dejo mi escaño. Lo hago para liberar al Partido Popular de cualquier ataque, por muy injustificado que este sea sobre todo cuando estamos en un importante proceso electoral en Andalucía", asegura la expresidenta de Castilla-La Mancha en un comunicado difundido en su cuenta de Twitter.
Además, dice que deja su acta para que su formación política se sienta "libre de denunciar la situación que vive" el país, empezando por un presidente del Gobierno que lo es gracias a los "enemigos de España" y que tiene a "dos ministros cesados y otros cuatro seriamente cuestionados" con los que la "vara de medir parece ser muy distinta".
Y en alusión explícita a la ministra Dolores Delgado, que también se reunió con Villarejo, destaca que ella "nunca" ha "mentido".
Cospedal confiesa que tenía "previsto" dejar la vida pública al término de una transición ordenada en sus responsabilidades. "Eso es exactamente lo que hubiera hecho dentro de unos días", afirma, para añadir que "nunca" pensó que lo fuera hacer en "un ambiente así".
Aunque dice que este mismo lunes aseguró que no tenía por qué dejar su escaño, dado que no ha hecho "nada" de lo que se sienta "avergonzada", después de "reflexionarlo más" ha querido adelantar su decisión unas fechas.
"Me marcho agradecida a mis amigos, entre ellos muchos compañeros que tanto cariño y apoyo me han dado siempre", afirma, para concluir que el PP es el partido que "necesitan" los españoles y que esté donde esté seguirá trabajando por el futuro del país.