VALÈNCIA. En los últimos tres meses ha tenido que firmar decenas de contratos millonarios para adquirir por el procedimiento de emergencia todo el material necesario para equipar a los centros sanitarios de la Comunitat contra la pandemia. Ahora, con la tranquilidad de tener asegurada ya el suministro de los próximos ocho meses, María José Mira rememora las dificultades que tuvo que afrontar la Generalitat para abrir un canal estable de suministro con el mercado chino en medio de la feroz competencia mundial por llegar primero.
Mira, elegida por Ximo Puig para centralizar todas esas compras por procedimiento de emergencia, justifica que la contratación por el procedimiento de emergencia y los pagos por adelantado eran la única forma de responder a la crisis sanitaria. No obstante, aboga por mejorar la eficiencia de la administración para dar agilidad a los trámites ordinarios. Además, la también secretaria autonómica de Modelo Económico elogia el esfuerzo realizado por las empresas valencianas en lo peor de la pandemia, una resiliciencia a la que la Generalitat ha querido corresponder con un Acuerdo Marco de 240 millones para de ahora en adelante realizar la mayoría de las compras a la industria local.
–Cuando el presidente de la Generalitat le hizo el encargo de coordinar todas las compras y suministros para luchar contra la pandemia, ¿sospechaba la que se le venía encima?
–Sabía que no era un trabajo fácil. Hacía falta reforzar todo el equipo de la Conselleria de Sanidad, que ya estaba trabajando a tope. No era fácil porque era salirse del contexto habitual como administración pública; se trataba de importar material para proteger a las personas, profesionales básicamente, algo que como administración autonómica nunca se había hecho. Además, de importarlo de una forma diferente a la habitual, con excepcionalidad tanto en materia física como en materia de certificación de producto. Pero había que hacerlo.
–Además se han enfrentado a una competencia feroz, a problemas de piratería...
–Había gente que tenía que hacer un negocio de esto y era lícito dentro de un contexto normal. Si alguien nos ayuda o presta un servicio dentro de las necesidades que teníamos como administración, lo normal y lo lícito es que una empresa o un intermediario gane sus márgenes. Lo que sucede es que también es cierto que había mucho aventurero y he dicho la palabra pirata en diferentes ocasiones porque es verdad, porque al final iban por márgenes de intermediaciones de productos sobre los que ni siquiera tenían ninguna.
–Se han desplegado algunas sospechas sobre las primeras compras y los pagos por adelantado....
–Si no se hubieran hecho los pagos por adelantado, aquí no hubiéramos podido traer ningún material. Para empezar, porque estábamos comprando en otro país. Además, porque la competencia era feroz desde el lado de la demanda. Es decir, aquí el que antes compraba era el que antes pagaba y el que antes podía traer ese material. En ese sentido, nosotros teníamos que jugar y por eso se habilitaron los procedimientos. El mismo Estado es el que aprueba que podamos hacer anticipos contra pedidos de este tipo.
Se nombra un intermediario, pero realmente ha habido varios. Desde el principio hemos intentado apostar por poner los huevos en diferentes cestas porque no podíamos jugarnos tampoco la adquisición de este material a un único proveedor y que saliera mal el material, los vuelos, la documentación o lo que fuese. Hay muchos proveedores y todos han salido bien.
–La Generalitat ya ha gastado ya 215 millones en material sanitario contra la pandemia y el Acuerdo Marco que acaba de licitar contempla hasta 240 más en los próximos dos años...
En el peor de los casos necesitaríamos otros 240 millones de material, pero igual con una cuarta parte tenemos suficiente
–En el Acuerdo Marco hemos previsto una cantidad suficiente para que en el peor de los casos, como con la reserva estratégica, tener material por dos años si se produjera una necesidad de material de protección igual a la que hemos necesitado en los dos meses más graves de la pandemia. Eso no significa que vayamos a gastar ese dinero. Este es un procedimiento de emergencia. Tenemos que marcar un importe máximo que vayamos a necesitar y después iremos según necesidades. En estos momentos tenemos material suficiente que vamos renovando y actualizando para los próximos seis u ocho meses. Y según va funcionando el consumo y los pedidos que van saliendo, vamos suministrando más. En el peor de los casos necesitaríamos 240 millones de material. En el mejor de los casos, igual con una cuarta parte de esa cantidad tenemos suficiente. No significa que vayamos a gastar ese importe total, sino que hemos hecho una previsión por si acaso.
Con el Acuerdo Marco lo que pretendíamos era ordenar el procedimiento. Si prevemos ese importe como máximo, ya no tenemos que ir a tirar al mejor postor llegado el momento, sino que dentro de una ordenación de proveedores que desde luego cumplen con todo tipo de certificaciones, autorizaciones, licencias... Hasta ahora hemos tenido que ir comprobando en cada una de las adquisiciones, pero en adelante tenemos la tranquilidad que con los proveedores se vayan a presentar todo el material está ya inspeccionado.
–Si la Comunitat tiene reservas de material para seis meses, ¿por qué hay que seguir comprando por el procedimiento de urgencia?
–Porque un Acuerdo Marco que no fuera por procedimiento de emergencia tardaría al menos de un año a un año y medio en ponerse en marcha.
–¿Entonces responder desde la administración a una crisis como esta es impensable con los plazos ordinarios?
No podíamos jugarnos la adquisición de todo el material a un único proveedor. Hay muchos y todos han salido bien
–Siempre he manifestado que, si hubiéramos tenido que trabajar desde la Administración con los procedimientos ordinarios, ni hoy tendríamos material y no sé en qué estado estaría el virus; ya no solamente a la hora de comprar material, a la hora de pagarlo, a la hora de revisarlo, a la hora de contratar personas... Los procedimientos ordinarios, nos hubieran abocado de alguna forma a no llegar a tiempo a nada. Ahora, también es cierto que la ley prevé procedimientos de emergencia para estos casos, que no deberían ser los habituales; lo normal sería flexibilizar de alguna forma de administración y que podamos trabajar de forma segura y, desde luego, eficiente. Esa reflexión nos la tenemos que plantear todos, la administración y las empresas.
–Esa es una de las lecciones de esta crisis...
–Seguro. Esa y la dependencia de los mercados internacionales. Siempre hemos creído que ser competitivos por la vía del precio era lo que nos llevaba a la riqueza. Sin embargo, en estos momentos el precio ha sido lo que menos nos ha preocupado para poder salvar a las personas y poder salvar esta situación y la competencia en precios era lo último que valía. Valía más la resiliencia, la capacidad de adaptación, la rapidez con la que podíamos tener una industria alguna forma fortalecida para afrontar todo esto.
–¿Por qué la Comunitat es la quinta peor región en tasa de PCR realizados? ¿No hay material?
el precio ha sido lo que menos nos ha preocupado para salvar a las personas y la competencia en precios era lo último que valía
–No sabría responder a eso, pero desde el punto de vista de la adquisición del material, sí que hay test suficientes. En Feria Valencia sigue habiendo test. Los tests son diferentes en función de si son PCR, porque lo que hacen falta son los reactivos y los reactivos depende de las máquinas que utilizan en cada uno de los hospitales o los laboratorios. En este caso vamos contra el pedido que nos pide el hospital, no podemos decidir para qué test se compran o no los reactivos. Luego están los tests rápidos, siempre que sean los autorizados por la por el Instituto de Salud Carlos III, que sí que hemos ido adquiriendo y en Feria Valencia hay suministro suficiente. Test suficientes sí que hay.
–Si se adopta una estrategia como la que ya están adoptando otras CCAA como la de realizar estos test de forma más masiva, ¿tenemos capacidad de respuesta?
–Ahora tenemos capacidad de respuesta para todo. Es decir, tenemos material suficiente en el mercado para poder adquirir y tenemos profesionales también suficientes. Ahora hay que marcar la estrategia, desde luego, de la Consellería de Sanidad.
–¿Cómo se diseña la estrategia de compras?
–Al principio, marcar la reserva estratégica y los consumos que necesitábamos era un caos, porque ni podíamos basarnos en los consumos de los últimos meses porque no había se había dado un caso como éste. Ni siquiera en el del último mes que podía haber habido pandemia porque los consumos eran de lo que hubiera, con lo cual ni siquiera los consumos nos ayudaban a poder marcar la estrategia.
Pasados tres meses y con ya dos meses de reserva suficiente de material, pudimos establecer a seis meses y doce meses vista un cálculo de lo que podíamos necesitar. Pero eso seguimos revisándolo cada día porque no es lo mismo un momento de pandemia donde los centros de salud han estado sin actividad, que ahora con el virus todavía por ahí y los centros de salud con actividad ordinaria, incluso en los hospitales. Eso nos obliga de forma diaria a estar revisando el consumo para seguir comprando si bajamos de lo que nosotros tenemos marcado como línea roja de stock. Y la compra tiene que ser por el mismo procedimiento que hasta ahora, por la vía de la emergencia.
Es verdad que los precios se han calmado y hemos adquirido de alguna forma experiencia respecto a los proveedores y los fabricantes. Hay mucho del material que ya se fabrica aquí en la Comunitat Valenciana, con lo cual es mucho más fácil adquirirlo, pero sigue habiendo mucho que dependemos de fuera. Mascarillas FFP2 y FFP3 todavía no se fabrican las suficientes en la Comunidad Valenciana. O buzos. O gafas. Quiero decir, en el momento en que bajáramos de la línea roja, que ya digo que tendrían que pasar de 6 a 8 meses con unas necesidades iguales a las de los dos meses fuertes de pandemia, se generaría la alerta. Creo que somos los que más reserva estratégica tenemos de material, de protección y de material sanitario.
–¿Ha costado mucho desmarcarse del megacontrato de Salvador Illa para la compra centralizada de material sanitario?
Tenemos capacidad de respuesta para todo. En el mercado hay material suficiente para poder adquirir y tenemos reservas hasta ocho meses
–Ha costado mucho porque lógicamente al final cuando crees en generar equipo y que las sinergias son a nivel nacional, ir de forma individual a mí desde luego me cuesta. Pero yo tenía claro que el procedimiento de compras no puede discriminar al tejido industrial, no solamente al valenciano, sino de otras comunidades, también españolas, a las empresas que de alguna forma habían reaccionado en el momento de la crisis, que son las que llamamos resilientes porque readecuaron sus estructuras, sacaron a la gente de los ERTE, cambiaron su artículo de producción con el ánimo de ayudar porque en ese momento nadie estaba pensando en el lucro...
Después de haber aprendido que uno de los fallos que tenía nuestro sistema de producción era precisamente la dependencia del mercado internacional, de repente sacar un acuerdo marco donde claramente ninguna empresa valenciana hubiese entrado... Ninguna, pero ya no de las que fabrican, ni siquiera de las que importan. Creo que era contraproducente totalmente. Yo, desde luego, no hubiera entrado en un Acuerdo Marco así. Ahora, me gustaría que de alguna forma el Estado se replanteen el acuerdo Marco. Yo, desde luego, tenía claro que para eso seguimos comprando por el procedimiento que compramos. Porque es una forma también de política económica, de política industrial: si reforzamos a nuestras empresas y las ayudamos, siempre es mejor poder ayudar a que las empresas tengan trabajo o negocio que con subvenciones directas a las empresas. Lo que quieren las empresas es trabajar y si organizamos un proceso para comprar material sanitario o material de protección y las dejamos fuera, ¿dónde van a vender ellas?
–Esa estrategia también es de modelo económico...
Es mejor ayudar a que nuestras empresas tengan trabajo o negocio que dándoles subvenciones directas
–Bueno, de hecho la subvención directa que sacamos ahora en agosto a estas empresas resilientes, que es un acuerdo conjunto con el IVACE porque es el que tiene experiencia en gestión de subvenciones, va en esa línea. No podemos no ayudar a nuestras empresas después de las inversiones que han hecho y de haber adaptado sus estructuras no solamente de personal. Hay empresas textiles que se dedicaban a coser sábanas o tejido de hogar que hoy tienen salas blancas en sus empresas donde homologan y certifican que el material es apto para uso sanitario. Lo que a mí me gustaría que fuéramos el proveedor de material sanitario de Europa. Ese es un reto que yo creo que está bien, que enmarca nuestra historia de alguna forma porque la Comunidad Valenciana ha sido una región con experiencia en la industria textil y eso hay que recuperarlo. Tenemos una oportunidad que no podemos perder ahora simplemente por comprar al mejor postor o dificultando la posible entrada de las pymes. La mayor parte de nuestras empresas son pequeñas y pymes y, les implantamos avales como los que está planteándole el Gobierno... Si me equivoco me disculparé y les daré la razón, pero me parece que el procedimiento como lo estaba marcando el Estado era de muy difícil acceso.
–¿Esto les ha generado alguna tensión con el Gobierno central?
–A mí desde luego que no. Es cierto que la interlocución con el Ministerio ha llevado la Consellería de Sanidad y yo lo que preparé fueron los argumentos. Igual que digo que yo hubiera asumido cualquier decisión que desde la Consellería de Sanidad se hubiese planteado, pero ellos entendían perfectamente que hay que flexibilizar las condiciones. Yo he oído al Ministerio, al presidente y al ministro manifestarse en múltiples ocasiones en ese sentido. Y a nivel europeo también, porque es Europa la que está marcando el apoyo a las empresas resilientes en todo esto. Esto creo que se va un poco de las manifestaciones públicas de los políticos.
–¿Ir por libre en las compras le saldrá más caro a la Comunitat?
Me gustaría que fuéramos el proveedor de material sanitario de Europa. Tenemos una oportunidad que no podemos perder
–Bueno, por lo pronto nuestros precios son más baratos que los del Acuerdo Marco del Estado, porque nosotros ya estábamos comprando más barato que ellos también. Tampoco me quiero comparar. Yo no considero que vayamos por libre. Ir por libre sería no habernos adherido al Acuerdo Marco sin haber dado motivos. Durante aproximadamente dos o tres semanas hemos estado intentando explicar en qué línea estaríamos cómodos nosotros con un Acuerdo Marco. Desde luego, es mucho más fácil dejarse llevar. Si nosotros nos adherimos al Acuerdo Marco y compramos a través del Estado, pues la culpa es del Estado y ya está. Yo considero que hemos sido leales con el Estado, porque hemos trasladado los motivos por los cuales no podíamos sumarnos al acuerdo.
Además, lo que nos podríamos haber ahorrado en gestión, nos lo hubiéramos tenido que gastar en ayudas a esas empresas en subvenciones directas para pagar a los trabajadores, subvenciones para pagar los ERTE y encima la gente no estaría trabajando y las empresas estarían cerradas. Tengo mis dudas de que comprar a través del Acuerdo Marco del Estado hubiera sido más barato que comprar a través de nuestro Acuerdo Marco, porque al final todos estamos comprando a los mismos precios.