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la coalición no logra superar su techo de escaños en solitario tras no pactar con podemos

Compromís, del desencanto por perder tres escaños a la esperanza de que Baldoví sea clave

Foto: EFE/Ana Escobar
29/04/2019 - 

VALÈNCIA. Las elecciones generales del 28 de abril dejan a Compromís con tres diputados menos de los que tenía en el Congreso pero con una posición estratégica similar a la que tenían sus cuatro parlamentarios para la mayoría de izquierdas. El único escaño que tendrá en la próxima legislatura puede ser clave en algunas votaciones, eso sí, conjuntamente con otros partidos minoritarios que compondrán en Grupo Mixto y con el PNV, que aumenta su representación de cinco a seis escaños.

La decisión de no reeditar el pacto de 2016, conocido como A la valenciana, con Podemos y Esquerra Unida para concurrir en una sola lista pasó factura a la coalición nacionalista. A la Valenciana logró nueve escaños, de los que Compromís ocupó dos por Valencia, uno por Alicante y otro por Castellón. En solitario ha logrado uno por Valencia que ocupará el cabeza de lista, Joan Baldoví, en la que será su cuarta legislatura en la Cámara Baja. Compromís también pierde el escaño por Castellón que obtuvo en el Senado con A la Valenciana, que ocupaba Jordi Navarrete.

El consuelo que le queda a la coalición es que la aritmética le vuelve a dar una oportunidad de utilizar sus votos para exigir al Gobierno de Pedro Sánchez -ahora probablemente con Pablo Iglesias dentro- medidas que la Comunitat Valenciana viene reivindicando, como la reforma de la financiación autonómica, el corredor mediterráneo o la condonación de la deuda de la Marina de València. 

De hecho, Baldoví ha basado su campaña electoral en la advertencia de que no daría su voto a Sánchez si no atendía a las reivindicaciones de los valencianos, empezando por la reforma del modelo de financiación autonómica. Es algo que no hizo en la legislatura recién terminada, cuando respaldó a Sánchez sin obtener a cambio más que vagas promesas que no se cumplieron.

Aritmética ajustada

En la pasada legislatura, los cuatro diputados de Compromís servían a Sánchez para alcanzar 175 votos junto al resto de fuerzas de izquierdas y nacionalistas pero sin necesidad de contar con el PNV, que hasta la moción de censura sostuvo a Rajoy. Para una investidura o para aprobar una ley orgánica hacen falta 176 votos, de ahí que el PNV, con cinco, fuera más decisivo que Compromís y el que finalmente inclinó la balanza. No obstante, la suma de 175 sirve, por ejemplo, para rechazar enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado.

En la nueva legislatura, la suma de PSOE (123), Unidas Podemos (35), En Comú Podem (7) y PNV da 171 diputados, a cinco de la mayoría absoluta. Si Sánchez no quiere depender de los independentistas catalanes, le quedan EH Bildu (4), Coalición Canaria (2), Compromís (1) y Partido Regionalista de Cantabria (1). De ellos necesitaría cinco votos -hasta 176- para la investidura o para aprobar leyes orgánicas o cuatro -hasta 175- para rechazar enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado (ver el 'Pactómetro' en el gráfico)

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